17

176 25 40
                                    

Alan 

Dejé a mis mejores hombres para que vigilaran discretamente a ese chico. Le aseguré que podía dormir tranquilo. Pero yo... yo sabía que no lo haría. Llegué con prisa, con la intención apremiante de revisar nuevamente el informe del accidente. Debe haber un error. Es Jeff, estoy seguro de que es él.

"Su Alteza, ¿Qué ocurrió? Está empapado", exclamó Taki, preocupado. "Le mandaré a preparar un baño caliente."

"Ahora no, tengo algo que hacer", le respondí sin siquiera mirarlo, dirigiéndome a mi estudio.

"Pero, Su Alteza, puede enfermar. Mañana es la fiesta y hay... tiene visita", insistía Taki.

"¡Que ahora no!", exclamé.

"Es Suay, Su Alteza", dijo en un hilo de voz al verme molesto. No sé qué expresión tengo, pero no debe ser agradable. Yo solo... solo necesito saber. Pero si es Suay...

Suspiré resignado. "Dile que me espere", le dije al fin, mientras subía a darme un baño rápido. En algo tenía razón, no podía enfermar en este momento.

Suay había sido la nana de Jeff. Y después de mí, debe ser la persona más destrozada por lo ocurrido, hasta el punto de que se hospitalizó para recuperar su salud mental. Su depresión era demasiado severa. Tras la tragedia, mi madre y yo nos hicimos cargo de ella. Poco después de salir del hospital, volvió a la casa del profesor Ibashi. Siempre estamos vigilando que este bien. Ella nunca me visitaba.

Tomé una ducha rápida y bajé con prisa.

"Hazla pasar", le dije, incorporándome y tratando de contener el torbellino de emociones en mi interior. Pero no era fácil, mis manos temblaban. Necesitaba tanto saber.

Segundos después, la vi entrar.

"Siéntese, por favor", le dije con toda la naturalidad de la que era capaz.

"Se lo agradezco, Su Alteza. Yo me he tomado el atrevimiento de traerle algo como agradecimiento. Hace unos días tuve una tos ligera y usted no escatimó en enviarme un médico y medicinas. Siempre es muy amable."

"Se lo agradezco", le dije, tomando la bolsa. "Pero sabe que mi cuidado es con cariño. No espero nada a cambio."

"Lo sé, Su Alteza. Véalo como un regalo de cumpleaños adelantado también."

"Muchas gracias", le dije con suavidad, mientras abría la bolsa. "¿Este postre?"

"Sí, era uno de sus favoritos cuando visitaba al señorito Jeff. Jeff siempre me pedía que por favor lo hiciera para cuando usted viniera, claro que lo pedía como un secreto por temor a Wahl", terminó con una sonrisa triste.

"¿A Wahl?", pregunté, confuso.

"Sí, Wahl siempre buscaba cómo burlarse de Jeff, aunque lo hacía con cariño. Jeff se guardaba todo, como temiendo molestar. Después de que te conoció, empezó a preguntar, al menos cosas pequeñas. Y Wahl aprovechaba para jugar con él. Un día me confió que amaba ver a Jeff cuando mostraba expresiones. Sorpresa, molestia, pucheros. Decía que todo era muy adorable."

"Ahora que lo pienso, recuerdo a un chico un poco mayor que Jeff que siempre se echaba a reír cuando pasaba cerca y nos veía y a Jeff se le incendiaban las mejillas. ¿Es cierto, dónde está? No volví a verlo", pregunté, curioso.

Suay me miró de manera enigmática y triste, como si no comprendiera mi pregunta.

"Se fue con Jeff y el profesor Ibashi", me respondió, bajando la mirada. "El profesor Ibashi y yo lo habíamos hablado; él se quedaría conmigo a ayudarme en la casa, pero él podía ser tan persistente. Cuando se proponía algo, era muy difícil hacerlo cambiar de opinión. Ojalá hubiera cambiado de opinión", decía con pesar. "Consiguió convencer al profesor de llevarlo y mire cómo terminó todo."

Yuanfen (AlanxJeff)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora