Quiero robarme a la novia

22 Tenemos un acuerdo

   —Es mi turno para estar con ella. Ya sabe de nuestro arreglo, y se sorprendió cuándo se enteró que le dejé notas que jamás le llegaron ¿Puedes creerlo? —él mira hacía la pared— Hiciste trampa.

   —¿Por eso saboteaste mi boda y te robaste a la novia?

   Apoyo la cabeza en la pared y miro al techo suspirando ¿Acaso de verdad no puede ver las consecuencias de su acciones también? Sí, nos besamos con Skylar a sus espaldas en repetidas ocasiones, y quizás se nos notaba la tensión sexual, pero él mintió bastente, no la trataba cómo ella merecía y terminaron de ser sus acciones lo que la llevó a que ella se diera cuenta de la calidad de persona que es él.

   —Tú hiciste bastente por motivación propia, así que no te saques el mérito. Es mi turno Yavery, es mi oportunidad de ser feliz con ella, es la oportunidad que me robaste hace años. Déjanos ser felices —me mira con el ceño fruncido— y hazte cargo de tus actos, por una vez en tu vida. Hablaré con papá y mamá, les hablaré sobre nosotras, y también sobre tus hijos, que son sus nietos y mis sobrinos.

   —¿A ti qué te importan mis hijos? —dice desganado y echa la cabeza hacía atrás— ¿Al menos sabes algo sobre ellos? Julien pesó 2,930 kg estuvo internado en Neo más tiempo que su hermano, August nació pasada la medía noche con 2 min de diferencia de su hermano en Agosto, por eso su nombre, peso 3,025 kg, le gusta mucho leer y tocar el piano ¿Te recuerda a alguien? —me dice y sonrío, claramente se parece a mí—. Luego está Sarai es la más chica, cuándo nació —sonríe— era tan pequeña y se veía tan frágil ¿Alguna vez has alzado a un bebé? —asiento— Ella no paraba de llorar, la acurruque en mi pecho y le canté la canción de cuna que mamá siempre nos cantaba para dormir.

   —Si amas a tus hijos porque no te has hecho cargo de ellos.

   Se levanta, camina por la celda y luego se sienta en el banco de cemento, apoya ambas manos a las orillas de sus piernas y mantiene la vista fija en el suelo. Veo como las lágrimas caen a sus pies y mojan el piso y sus zapatillas, me levanto y me acerco a los barrotes de la celda como si pudiera llegar a él.

   —No tenía nada para ofrecerles, dejé la universidad y me quedé en el pueblo, compré una casa que estaba las ruinas y no amaba a Emily ¿Qué podría ofrecerles yo? Ella estaba casada con un hombre que tenía un buen trabajo y yo era su amante —se siente hacía atrás recargando su peso en la pared y se seca las lágrimas—. Luego de años de una amistad con Skylar, ella finalmente me dió una oportunidad, y pensé hacer las cosas mejor cuándo tuviéramos nuestros hijos, entonces le propuse casamiento, y tú y Emily se divorciaron y mamá me contaba siempre lo mal que la estabas pasando, que te llamara, que por favor hicieramos las pases, que no te dejará afuera de mi vida.

   Veo dolor en su mirada, veo a un hombre desesperado y derrotado, veo reflejado en él, mi propio dolor cuándo mi matrimonio no funcionó, y estaba tan perdida que me consumí a mí misma y bajé de peso. Veo a mi hermano y veo al mismo niño herido en busca de aprobación constante de papá y mamá, en la misma competencia que imaginaría que creo en su mente para alcanzarme cuándo yo jamás lo ví cómo un rival, sino como mi igual y admiré de él muchas cosas.
 
   —Esto es una nueva oportunidad Yavery, tienes un bebé en camino y una nueva oportunidad para ser el padre de tus hijos, el verdadero padre. Papá y mamá van a estar emocionados de conocer a sus nietos, aunque claro que quizás se enojen contigo —Él se ríe—. También tienes que arreglar las cosas con David, es tu mejor amigo y controlar tus temas con la ira.

   —Lo sé.

   Me levanto para irme, lo noto un poco más en calma y pensativo, me acerco y estiro la mano entre medio de los barrotes.

   —No seas un imbécil y estrecha mi mano —él se levanta—. Tampoco necesitamos seguir siendo enemigos en esta batalla imaginaría que has montado en tu cabeza, yo ya no quiero pelear contigo, para mí eres mi igual —me mira sorprendido—, jamás has estado por debajo de mí, ni eres menos —lagrimas comienzan a bajar por su rostro— ¿Entonces? —sigo con mi mano estirada.

   —Tegua, hermana.

   Me estrecha la mano y luego acorta la distancia abrazándome por entre medio de los barrotes. Es la primera vez en años que nos abrazamos sin que sea una ocasión especial y sin ser obligados por nuestros padres a tolerarnos.

   —¿Está todo...? —es la voz de Sky, nos separamos y la miramos—. Demorabas mucho y me preocupé.

   —Hola Sky —le dice él—. Está todo bien, al fin —se aleja de los barrotes y yo me acerco a ella tomándola de la mano—. Lo lamento de verdad, por todo —ella lo mira incrédulo, me suelta la mano y se cruza de brazos.

   —¿Podemos irnos? —me habla a mí sin dirigirle la palabra a él.

   —Sky —le acaricio el brazo—, él habla en serio. Míralo.

   Ella me ve y dirige la mirada a mi hermano, tragando despacio. Entiendo que no le crea, que le cueste hacerlo, pero yo puedo ver el arrepentimiento en sus ojos.

   —Dejame tomar a mi la culpa de la cancelación de la boda, diré que fui yo y fue mi culpa.

  —No, fuimos ambos y es responsabilidad de nosotros. Aparte no me importa lo que diga la gente, ni la familia o amigos, no les debemos explicaciones a nadie y ciertamente no voy a empezar a darlas.

   Él sonríe porque ella ha cambiado, ahora alza la voz y sí, siempre ha sido firme, pero ahora es... ahora se está haciendo valer, ambas nos estamos haciendo valer.

   —¿Nos vas a dejar en paz? —le pregunta Sky.

   —Creo si —ella levanta una ceja—. Sí, no será fácil verlas juntas, pero sí, las dejaré en paz.

   —No tendrás que vernos, porque me iré con ella —la miro extrañada—. Este siempre ha sido su pueblo —lo señala— y no es lo suficientemente grande como para que no sea incómodo para todos.

   —¿De verdad vendrás conmigo? —sonrío.

   —Sí y vamos que tengo "Basorexia".

   No la cuestiono y salgo con ella de la mano, despidiéndome de él. Ya afuera, en el auto me besa con fuerza y me abraza, está temblando. Sé que aparentaba parecer relajada y en control, pero ahora me doy cuenta de que tiembla como una hoja, la abrazo acariciando su espalda hasta que su respiración se torna suave y hunde su rostro en mi cuello.

   —"Basorexia" del latín, Necesidad repentina de besar a una persona —me dice.

   —"Raabta" del urdu, es la conexión emocional, única y especial que puede existir entre dos almas. Eres mi Raabta, Skylar.

   Apoya su frente en la mía, y nos tomamos de las manos.

  —Tambien eres el mío, Avery Sinclaire.