Emily de verdad es bastante intensa con el tema de la boda, ni siquiera para su propia boda había estado tan emocionada cómo para la mía.
—¿Ya has visto el vestido? Es lo más importante ¿Qué es lo que vas a usar la noche de bodas?
—Vamos a ver lo de la noche de bodas ¿Quieres? —Avery balancea la silla hacía atrás y me mira.
—Puedo llevarlas, tengo que ver a alguien —finge desinterés. Vino a traerme comida que me mandó su madre y se quedó a desayunar—. Bueno si quieren, igual tengo que ir.
Em y yo nos miramos, ella está a punto de negarse pero me apuro en hablar.
—Claro, solo déjanos en el centro y tu hermano nos pasará a buscar.
Al mencionar a su hermano, ella hace un gesto de desagrado, termina su café y nos espera mientras nos arreglamos. Saca una libreta y se pone a escribir me da algo de curiosidad saber que es lo que escribe ahí, pero se despega de su libreta como del anillo en su cuello, osea lo cuida de manera recelosa a ambas cosas.
—¿Algunas ideas te han venido?
—Algo así —cierra la libreta y me sonríe—. Solo anoto cosas cuándo la inspiración me llega, vuelvo a esas ideas y armo un capítulo o un libro en base a ellas.
—¿De qué trata tu nuevo libro o es una continuidad del anterior?
—¿Has leído mis libros?
Claro que los leí, en cuánto sus padres comentaron orgullosos que su hija iba por tercera edición de su primer libro y estaba teniendo éxito con el segundo, no dudé en correr a la librería a comprar una copia, lo devoré en menos de tres días, se convirtió en una obsesión, buscaba tiempos libres y lo leí a escondidas de mi novio, terminé llorando con el final y con la historia de amor, de dos mujeres que se conocen en un viaje a París de vacaciones, una de ellas va a casarse y por azares del destino se reencuentran, ambas deciden que solo tienen una semana para converse de no estar juntas, claro que no lo logran, solo se terminan enamorando aún más, la novia huye del altar tomándola de la mano y deciden ser felices para vivir su propia historia de amor. Con el pasar de los años forman una linda familia y aunque el cáncer le arrebata la vida a una de ellas con 56 años, la otra le escribe cartas hasta su último día, que llega 12 años después. Ambas son enterradas juntas para finalmente descansar en paz.
—Quizás los leí.
—¿Dónde están? Porque revise tu biblioteca y no hay nada de mí autoría ahí —Sonrío y tomo un libro.
—Los tengo guardados
—Vaya tienes más de uno, te lo podría firmar y dejarte alguna dedicatoria.
—Aún tengo el primer libro que me regalaste con una dedicatoria —lo saco y se lo enseño, abro la tapa para leerlo.
Un libro es regalar una puerta a otros mundos, una pedazo de realidad diferente dónde todo es posible, dragones, ángeles caídos o hasta vampiros y hombres lobos, luchando por una humana que no es una simple humana, ya que es de todo, menos simple.
Feliz cumpleaños, Sky. Eres una de las personas más maravillosas que tengo el gusto de conocer.
Con cariño Avery Sinclaire.
—Regalarte ese libro, fue invertir tres meses de mi mesada y parte de mi regalo de cumpleaños. Pero lo valió, verte tan feliz por haberlo recibido cuándo lo querías desde hacía más de seis meses, valió cada centavo.
Ella lo toma y lo abre leyendo la dedicatoria, pasa su dedo por las letras, noto nostalgia en su mirada. Me mira a los ojos y vuelve a guardarlo en su lugar, acariciando el lomo del libro a media que retira su mano.
ESTÁS LEYENDO
Quiero robarme a la novia
RomanceElla era mi crush, volvió al pueblo y yo voy a casarme con su gemelo. Avery y Yavery Sinclaire son los gemelos del pueblo, él era el popular en busca de aprobación y ella era la rara apática que no le interesaba la aprobación de nadie. Ella ha...