I DON'T DO DRUGS

II

Los días pasaron rápidamente, en un abrir y cerrar de ojos, ya habían pasado dos semanas desde que la gira terminó. Yoongi no se sentía para nada bien, había empezado con nauseas y le echo la culpa a una nueva marca de leche que había comprado, la tiro a la basura pero las nauseas seguían.

Estaba tranquilo en su estudio, tocando el piano cuando las enormes ganas de vomitar aparecieron. Salió corriendo al baño y deposito en él todo su almuerzo, acaricio un poco su estómago, estaba cansando de tanto vomitar, su garganta dolía demasiado.

Lavo su boca y se sentó en la cama, volvió a acarciar su estómago como si su instinto de omega le dijera que allí había algo. Yoongi abrió los ojos, negó varias veces y luego le dio miedo, mucho miedo, hasta ese momento se recordó que no había usado protección con ese alfa en las Vegas.

Quería pensar que no pasaba nada, pero tenía muchas dudas. Se puso zapatos y un abrigo, afuera hacia mucho frío y debía ir a la farmacia lo más rápido que pudiera. Al llegar a la farmacia, no sabía como pedir lo que iba a comprar.

— Disculpe — Yoongi le hablo a la chica que atendía en la farmacia

— Si, ¿que necesita? — pregunto ella

— Me puede dar, tres pruebas de embarazo — dijo con el poco valor que tenía para pedir algo así

— Claro, le ofrezco de estas — puso unas en la vitrina — y de estas, las cuales le dicen cuanto tiempo tiene — puso unas más caras a la par

— Deme de esas — señaló las pruebas más caras

— Esta bien, ¿algo más?

— No, solamente

La señorita puso las tres pruebas en la bolsa y le cobro a Yoongi. El omega pago y regreso a su casa, iba caminando lento, no quería llegar y hacerlas, tenía mucho miedo, miedo de su futuro, miedo de estar esperando un bebé y nisiquiera saber quien era el padre.

Entro a su casa, se quito sus zapatos y su abrigo. Se dirigió al baño y sacó las pruebas de la bolsa, suspiro y cerró sus ojos, debía hacerlas si o si. Agarro una y leyó las instrucciones, se realizó la primer prueba la puso boca abajo, luego la segunda y la tercera.

Las tres pruebas estaban encima del lavamanos boca abajo, puso temporizador en su teléfono y espero paciente a que se pasaran los minutos. El temporizador sonó indicando que ya era hora de ver si dentro suyo había un bebé.

Con sus manos temblorosas agarro la primer prueba, le dio la vuelta y la observo, decía en cinta, dos semanas de gestación. Negó varias veces, agarro la segunda esperando que el resultado fuera diferente pero no lo era, también era positiva al igual que la tercera.

Se sentó en el suelo del baño, lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas. No sabia que hacer, no se sentía listo para ser papá, pero una cosa era clara iba a tener a su bebé, abortar jamás fue una opción pero tenía miedo de no ser buen padre para ese pequeño que venia en camino.

Llevo sus manos a su vientre y sonrio aún con lágrimas rodando por sus mejillas. Sabía que el dinero no sería un problema, tenía mucho dinero para mantener a su pequeño y le daría mucho amor porque ese bebé no tenía la culpa de lo irresponsable que había sido. 

El único problema seria cuando le preguntará por su papá alfa, ¿que le iba a decir?, no sabía, pero algo de iba a tener que inventar, como por ejemplo que su papá era un militar y se murió haciendo una misión, sonaba un poco lógico.

— Hay bebé, que vamos a hacer — sonrio más calmado — ¿como les diré a mis padres que te estoy esperando? — se sentía como si fuera un embarazo adolescente a sus veintiocho años — por el momento no diré que aquí estas, esperare un poco hasta sentirme más preparado para dar la noticia

Continuo acariciando su vientre, aún estaba plano, su bebé tenía dos semanas era muy pequeñito todavía.

— Con razón me hacías vomitar tanto, querías que me diera cuenta que aquí estabas, eres un diablillo y yo echándole la culpa a la leche — empezó a reírse, parecía un loquillo riéndose solo en el baño, pero él no se sentía solo ahora estaba acompañado de su bebé de dos semanas

Limpio sus lagrimas y se levantó del suelo, agarro las tres pruebas y tiro a la basura solo dos, iba a dejar una de recuerdo. La metió un una gaveta de su mesita de noche y bajo a la cocina, se le había antojado comer el resto de tarta que había comprado ayer, agarro la tarta y un poco de jugo de naranja, se sentó en su cómodo sofá y estuvo viendo su teléfono un buen rato, no sabe ni como paso pero terminó viendo fotos de ropita de bebé.

— ¿Crees que es muy pronto para que te compre ropa? — acaricio su vientre por milésima vez ese día — nah, creo que nunca es demasiado pronto, además esta ropita se te verá increíble —estaba apunto de picarle al botón de comprar cuando se quedó pensando — ¿y que tal si eres niña?, bueno da igual, de todas maneras te pondré esta ropita la ropa no tiene género bebé

La compro y continuo viendo cosas en su teléfono.

A la mañana siguiente le llego el paquete de la ropa a su casa, salió emocionado a recibir el paquete y entró a su hogar. Subió a su habitación y lo abrió, sonrio emocionado, en sus manos tenía la primer ropa de su hijo o hija, no importaba que fuera porque de todas maneras se lo pondría, de echo si fuera niña no se imaginaba a si mismo poniéndole moños, no nada de eso su hija andaría con swag nada de moños y vestidos rosa. Aunque presentía que no sería niña si no niño pero por si acaso, le hizo espacio a la ropita entre su armario y la dejo allí, faltaban solo ocho meses y dos semanas para que su bebé naciera.

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