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Maratón 1/1

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Maratón 1/1

Capítulo 3 : Hallazgo, muertes y odio mutuo


Dos días después.

Gema se encontraba tranquila observando con felicidad fingida la celebración de cumpleaños de la persona que le abrió las puertas a su hogar. Deseaba que aquella sonrisa fuera real.

Habían pasado aproximadamente dos días luego de la noticia sobre la muerte de su progenitor y la famosa herencia. A la morena no le importaba, no la deseaba, pero no podia negarse.

No era fácil. Si ella se negaba, la herencia pasaba a sus hijos. El cual no habían nacido. Le preocupaba el hecho de que si su padre pudo dar con ella y saber de su embarazo, ya poco a poco las noticia volarán.

En la mente de la morena solo se plasmaba en idear un plan. Tenía un mal presentimiento y cuando aquello pasaba, es porque está en lo cierto. Algo malo pasará.

— Mi niña, ven a bailar, estás muy apagada.

— Desearía hacerlo mamá Eva, pero estos pequeños no me dejan, están muy inquietos.

Cansada y sin fuerzas. Así se encontraba ella. Sus hijos habían estado inquietos desde la madrugada, dando fuertes patadas y moviéndose de una manera que causaba mucho dolor en su vientre.

Eso causaba le miedo y aumentaba su presentimiento de que algo malo pasaría.

— Entonces, come un poco. Tampoco has comido mucho. No olvides que estás embarazada, debes cuidarte. — la voz de la anciana detonaba preocupación. Notaba a la chica muy apagada cuando ella siempre le regalaba una sonrisa a todos a pesar que en sus ojos haya una historia con mucho dolor.

— Ahora que lo menciona, se me antoja, una de sus deliciosas empanadas de carne y queso de cabra. 

Menciona desviando la preocupación de la anciana. Viendo el reflejo de felicidad que pasa en el rostro de la mujer que ahora consideraba una madre.

— Claro que sí, η πριγκίπισσα μου!

— Ευχαριστώ μαμά!

Luego de dar una respuesta. Con una sonrisa la chica de levanta de su silla y se acerca a otorgarle un abrazo a su ahora "madre"

— Te quiero, mucho mi niña.

— También te quiero mucho, mamá. — Gema, suelta con una sonrisa, a veces la morena no deseaba mentir. Le tenía un gran cariño a esas personas que había conocido en este lugar, que sentia que era una maldita mentirosa y no merecía su amabilidad.

El momento fue interrumpido por unos fuertes sonidos que era fácil de distinguir por la morena " Disparos"  y gritos de algunas personas.

— Ve a la villa, y escondete en la caballa del florar, iré a ver qué esta pasando, mi niñ- 

God is a Woman (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora