31: FIN.

203 18 0
                                    

Los corazones de Pedro y Renata comenzaron a latir de forma acelerada en cuanto se encontraban a punto de ingresar al hotel donde pasarían el resto de la noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los corazones de Pedro y Renata comenzaron a latir de forma acelerada en cuanto se encontraban a punto de ingresar al hotel donde pasarían el resto de la noche.

La cena había sido increíble, todo lo que necesitaban era estar juntos y el tiempo en aquel restaurante paso de forma rápida pero a pesar de eso, ambos sabían que aún la noche apenas comenzaba y que en ese hotel donde se encontraban ahora mismo, podrían pasar muchas cosas.

Una vez dentro ambos tomados de la mano se detuvieron frente a la recepcionista del lugar quien los observaba con una resplandeciente sonrisa en el rostro.

-Hola, buenas noches -saludo pedro sonriendo sin soltar la mano de renata- Perdón la hora pero.. ¿Tenéis alguna habitación disponible?
-Buenas noches -habló la mujer- ¿Habitación para dos? -preguntó luego-
-Si, para dos -respondió pedro otra vez- solo por esta noche -agregó-
-Vale, si tenemos disponible -respondió luego de observar el monitor que se encontraba frente a ella- habitación 37, piso 2 -explicó tendiéndole la llave de la misma-

Pedro la tomó y después de pagar por la misma ambos se perdieron dirigiéndose a un ascensor que los dejaría en el piso correspondiente.

-¿Te has dado cuenta? -preguntó renata-
-El 37 -respondió el murciano sabiendo perfectamente a que se refería su chica- nada es casualidad Ru, nada -agregó luego acercándose a ella para besarla antes de que el ascensor se detuviera y las puertas se abrieran-

Caminaron por el pasillo hasta dar con la habitación que utilizarían, la número 37 la cual fue Pedro quien se encargó de abrir para ambos ingresar.

-Que bonita -murmuró renata encantada con lo que veía-
-Igual que tú -respondió pedro tomándola de la cintura de forma posesiva pegándola completamente a su cuerpo-

Renata respondió al atrevimiento de Pedro envolviendo sus brazos alrededor de su cuello y colocando su rostro a tan solo centímetros.

Se miraron a los ojos durante varios segundos disfrutando de la conexión, de la cercanía, de todo lo que sentían en ese momento y de todo lo que hace tiempo ambos sienten en sus interiores, desde el primer día en el que sus caminos se cruzaron.

-Quiero que seas mi novia -habló otra vez pedro tomándola por sorpresa- no tengo dudas de que estoy perdidamente enamorado de ti y de que no quiero alejarme, no quiero que lo nuestro termine aquí al contrario Ru, quiero darle un comienzo oficial a nuestra historia, quiero que seas mi chica -confesó sincerándose por completo bajo la atenta mirada de renata quien no podía creer lo que escuchaba en aquel momento- ¿Aceptas ser mi novia? -agregó esbozando una sonrisa formulando finalmente la pregunta que renata deseaba escuchar-
-Claro, claro que acepto ser tu novia Pedro -respondió sintiendo como su corazón brincaba de felicidad en su interior-

Los ojos de Renata se humedecieron de manera inmediata, mientras que Pedro asimilaba lo que acababa de escuchar.

¿Había aceptado ser su novia?

¿DESTINO O CASUALIDAD? | PEDRO ACOSTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora