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16 de Septiembre, 2023
📍Madrid, España
09:30

RENATA

Anoche me costo tanto dormirme que ahora intentar levantarme lo esta siendo aún más complicado.

Luego de que Pedro y Zoe nos dejaran en casa con Regina decidimos quedarnos despiertas un rato más hablando de mil cosas ya que no era tan tarde, pero en mi cabeza en todo momento solo rondaba un nombre y una persona: Pedro, Pedro y solo Pedro.

Aquella cena tomo en mi más importancia de lo que creía, siento que desde anoche ya no puedo negar lo que me sucede con Pedro, es jodido pero es una realidad.

Cada parte de mi cuerpo, cada parte de mi ser hablaba por mí cuando Zoe lo acariciaba o besaba, no podía evitar tensarme ante cada muestra de afecto que ambos se prospiciaban, me molestaba, me molestaba mucho verlos juntos pero nada podía hacer más que solo fingir.

Hacia tiempo no vivía aquellas emociones, me sentía confundida y muy, hacia tiempo no sentía celos algo que todavía me cuesta aceptar, algo que me tiene desorbitada porque fuera lo que fuera que me esta pasando con Pedro no es más que solo un error.

Un error porque el tiene novia y sobre todo un error porque yo no sería participe de una infidelidad, simplemente no sería capaz de provocar el mismo daño que han causado en mi, no soy esa clase de persona.

Me siento mal y culpable con el solo hecho de pensar que mis ojos se han fijado en la persona equivocada, en alguien quien ya tiene dueña.

Todo sucedió de forma rapida y extraña, su llegada, su aparición y el rol que tomó su hermana en mi vida volviendonos de alguna manera a unir, porque si, al final Gemma tenía razón, Regina nos conecta porque de otra forma no hubiese vuelto a verlo y mucho menos saber sobre el, sobre su vida, quizás todo se hubiese quedado en un simple episodio, en un mal momento pero todo fue más haya cuando la puerta del motorhome de Marc sono dejandome ver del otro lado a quien hoy considero una amiga, una amiga que hace tiempo deseaba encontrar y que la vida finalmente me concedio, de una manera inesperada pero finalmente lo hizo.

A veces no somos conscientes y mucho menos lo imaginamos, nadie es capaz de saber cuando de un momento a otro su vida esta a punto de cambiar sea para bien o mal, sin embargo sucede y luego no hay vuelta atrás.

Regina llegó a mi vida pero también lo hizo Pedro y desde ese finde semana ya nada volvió a ser lo mismo.

-Basta Renata, basta.

Me hable a mi misma tratando de finalizar con todos los pensamientos que rondaban en mi cabeza haciendo de todo aún más complicado, estaba echa un lío y lejos de pensar en lo que podría pasar a futuro solo debía concentrarme en disfrutar el último día de Regina en Madrid porque se que luego por un gran lapso de tiempo no volveremos a vernos, quizás por videollamadas pero en persona no lo creo.

Tomo mi móvil de la mesita de luz al lado de mi cama para mirar la hora, las nueve y media de la mañana, genial, no había dormido nada pero lejos de quedarme en la cama decido levantarme para arrancar con el día.

•••
10:00

Baje las escaleras para dirigirme abajo ya lista luego de ducharme, de camino a la cocina escucho a mi hermana y también a Marc hablar.

Con una sonrisa camino a ellos quienes al darse cuenta de mi presencia me miran con sorpresa al verme, quizás por la hora, no suelo despertarme temprano los fines de semana.

-Buen día -hable saludandolos-
-Buen día Ru -respondieron ambos al mismo tiempo por lo que sonreí-
-¿Que tal la cena? -pregunto mi hermana mientras yo tomaba una taza de la estantería para luego colocarla en la cafetera electrica-
-Bien, estuvo bien -respondí-

¿DESTINO O CASUALIDAD? | PEDRO ACOSTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora