v. frustración

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—El problema es que no tenemos fotos de él en al menos 3 meses —dice Lydia al ver las imágenes. Los jinetes fantasmas se habían llevado muchos hermosos recuerdos, y aunque logramos recuperarlos, se sentía que aún no era real hasta que lo vimos.

—Puedo intentar el momento justo cuando nos separamos —dije al verla—. Estaba en la escuela, nos encontramos y después se fue y sucedió aquello.

—Bien, entonces debes de relatar todas tus experiencias más significativas; intenta recordar el entorno y detalles si puedes —me indica. Escribo y la verdad me cuesta; hace unos días después del funeral me cerré tanto que incluso empecé a reprimir recuerdos de lo doloroso que se sentía la realidad.

Cuando terminé de escribir le entregué el papel a Lydia; ella lo leyó para sí misma y después en voz alta cuando me hizo cerrar los ojos, pero nada sucedió. Miré una vela, y nada, escuché música relajante, todo tipo de hipnosis y nada; me sentí tan frustrada que sin darme cuenta le quité la hoja a Lydia y la rompí.

—Creo que debemos parar —dijo Lydia al verme. Mi respiración estaba acelerada y sentí mis orejas y mejillas arder, mi mirada se perdió y por alguna extraña razón mis ganas de llorar me iban a inundar.

No, ya lloré mucho.

Necesito verlo.

Tomé una foto, cualquiera y la miré.

—Ruby —dijo Lydia suavemente.

—Déjame concentrarme —respondí en un susurro, miré la imagen y era la escuela; pestañeó un par de veces y al abrir los ojos estoy en el pasillo de la escuela; está oscuro y apenas se distinguen las siluetas a mi lado.

—¿Allison? —me giré cuando vi a Jason llamarla. Lydia también estaba y mi mente me hizo orientarme. Estamos la noche que el alfa atacó la escuela y mató al conserje.

Cuando realmente nos asustamos creyendo que Derek nos quería matar a todos, pero no era Derek, era Peter.

—Corran —dije sin pensar, comencé a correr y la verdad es que buscaba a Stiles. Sé que mi vida ahora corre peligro, pero la de él igual.

Después de correr los encontramos y mis ojos se quedaron clavados en él. Pese a la adrenalina del momento, volvieron todos a correr y pasó algo que antes no: Stiles me tomó de la mano y comenzamos a correr así. Ese tacto se volvió mi todo en este momento.

Cuando nos adentramos en una sala y todos comenzaron a tapar la entrada, Stiles seguía tomándome la mano mientras observaba a los alrededores.

Mis ojos no podían dejar de agradecer la luz que ingresaba por la ventana, porque podía admirarlo más.

Sé que no era el momento, pero lo abracé y él pese a su sorpresa me correspondió.

—Ruby, todo estará bien —susurró, mi labio tembló y cerré mis ojos tan fuertes que dolían. Su calor se me hacía tan consolador, que me destrozó cuando abrí los ojos y estaba en la habitación de Lydia nuevamente.

—Ruby —susurró en un hilo de voz; me senté en el suelo y mis lágrimas no salían pese a mi necesidad urgente de llorar; eso me frustraba y me llenaba de ira.

He agotado mis lágrimas.


En la escuela, mientras los profesores hablaban, mis oídos estaban tapados, mi mirada estaba perdida y no podía dejar de recordar aquella escena donde lo vi por última vez.

Mi mente me jugaba mal, porque el recuerdo parecía borroso y cambiante, como si hubiese ido ahí tantas veces que era abrumador. Masajeaba mi sien varias veces mientras notaba que todos se estaban yendo de la sala, tomé mis cosas y también salí.

Caminar por el pasillo y ver el mundo moverse a mi alrededor, escuchar risas y ver a todos viviendo me causaba una sensación tan irritante en el pecho, que me hace apretar mis dientes y no querer hablar con nadie.

Ingresé a la biblioteca buscando un libro, pero mi mente reaccionó al momento de ingresar y mi mirada se fijó en el librero del segundo piso. Subí y al estar frente al librero moví unos cuantos libros y las iniciales se empezaron a mostrar. Junto a "R.A" estaban las iniciales "S.S".

Pasé mi dedo sobre esta marca y solo entonces noté que mi mano temblaba, pero no tenía frío ni nada semejante; no me lograba identificar. Esto que me inundaba era algo tan frustrante que me daban ganas de gritar.

Salí de la biblioteca a paso veloz y comencé a trotar y no sé cómo terminé corriendo por el bosque mientras evitaba las ramas y raíces. Corrí hasta que mis piernas dolieron y terminaron fallando, provocando que me cayese brutalmente contra el suelo y todo mi cuerpo se golpeara. Di un grito muy fuerte, pero mis oídos no me identificaban el sonido, así que nuevamente grité una y otra vez; no dejaba de doler y mis lágrimas seguían sin salir.

Di un golpe contra el suelo, después otro y otro; tomaba lo más cercano y lo lanzaba lejos. Mi cuerpo seguía temblando y estaba frustrándome tanto que me desesperaba todo.

Cuando me quedé quieta volví a escuchar y solo mi respiración hacía ruido; estaba muy agitada y mi garganta dolía cada vez que respiraba; mi cabello estaba tan revuelto con hojas y barro que lo tenía pegado a la cara y solo entonces mis manos dejaron de estar entumecidas y comenzaban a doler.

Pero ¿por qué este dolor no es tanto como el que siento en mi pecho?

¿Por qué no puedo respirar bien por más que me fuerzo a hacerlo?

S... —mis labios temblaban y mi voz estaba más que quebrada por el dolor, pero inhalé profundamente y me forcé a llamarlo, algo que no hice cuando lo vi en los brazos de Scott; algo que no quise hacer lo hice ahora; grité su nombre, tan fuerte que sentí el sabor metálico en mi boca—. ¡STILES!

Pero él nunca vino.

Por eso no lo llamaba, porque no vendrá por más que lo llame, porque por más que viaje al pasado solo puedo verlo y no salvarlo, porque mi mente está tan quebrada que ya no sé quién soy.

¿Quién soy sin él?

Nadie que me guste.

𝐀 𝐓𝐑𝐀𝐕𝐄́𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐓𝐈𝐄𝐌𝐏𝐎 - Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora