xvi. avanzar

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Después de hablar con Stiles fui a casa de Lydia; entre las dos fuimos desarmando la línea de tiempo, guardando las fotografías y botando los papeles. Sentí que cada papel se llevaba mis esperanzas, pero luché para no arrepentirme en último momento; necesitaba avanzar, la escuela ya terminó y debo de ir en busca de otras cosas, seguir a delante, aunque duela.

—¿Te parece si hacemos un álbum? —miro a Lydia. Una vez que nos sentamos en la cama y las fotos están sobre estas, sonrió leve y asiento.

—Me gustaría, aunque no sé cómo hacerlos bien —confesé; ella sonrió.

—Lo bueno de este álbum, es que lo haremos todos.

Fruncí levemente el ceño al oírla, pero después que me llevó a casa de Scott entendí: todos estaban ahí y mostraban unas fotografías que tenían junto a Stiles; eran en verdad muy buenos momentos.

Ordenar las fotografías, sin embargo, fue una odisea. Lydia tenía un álbum vacío que podíamos ocupar, pero eran tantas fotos que decidimos comprar otro más grande y estaba el tema del orden de las fotos. En verdad me causaba mucha risa verlos a todos discutir por algo simple que Lydia remedió en un instante.

—Bien, tenemos nuestro álbum de fotos —dijo Lydia al sostenerlo. El álbum estaba sobre la mesa y las primeras imágenes de las primeras páginas eran de Stiles de niño, y nosotros, claramente en otras fotos, ver a Scott de niño era cómico; era un niño que se lesionaba por todo y en sus fotos siempre estaba vendado.

Pasamos de páginas y nos encontramos con mi primer año en Beacon Hills. Hasta Jackson aparecía en algunas fotografías. Las fotos de lacrosse, en una hasta el entrenador apareció, otra Scott y Allison, aunque no estén juntos ahora, es un buen recordatorio de lo bonito que fue su amor, otras fotos de Derek, de Isaac junto a Erika y Boyd, otras me asombraron porque incluso Aiden y Ethan aparecieron.

Las hojas siguieron pasando y estaba Stiles conmigo, después con Scott, el grupo en la escuela, las fotos horribles del álbum escolar cuando Stiles arruinaba las fotos de Malia, y finalmente el álbum se acabó con una última foto de todos juntos y Lydia lo cerró.

—Es una buena forma de describir estos años —dijo Scott sonriente.

—Menos mal censuramos los malos ratos, ¿te imaginas a Peter en el álbum? —dije. Malia suspiró al recordarlo y reímos.

—Creo que ya es hora —dijo Scott al ver su celular; fruncí el entrecejo sin entender.

—Las lámparas —dijo Liam casi feliz. Él y Mason subieron las escaleras y bajaron con unas lámparas muy bien hechas.

—Vaya, se ven geniales —dije al acercarme.

—Y espera a ver como vuelan —dijo Liam.

Fuimos a la escuela; al bajar del auto me di cuenta de la presencia del sheriff, Parrish, Derek, Melissa y mi papá; me acerqué a este y me sonrió.

—¿Qué hacen aquí? —sonreí.

—Ver las luces y despedirnos —confesó; asentí y Lydia comenzó a repartir las lámparas; también se repartió un bolígrafo para escribir algo en un lado del papel.

El sol ya no estaba y el cielo estaba iluminado de estrellas. Había media luna y se veía hermosa. Entonces el sheriff dio un paso al frente y después de encender la lámpara la elevó y la dejó irse. Le siguió Scott, Melissa, Derek, Lydia, Allison, Isaac, Liam y Mason, Malia, mi papá y cuando llegó mi turno, la mano me tembló con poco al encenderla, pero cuando comenzó a sentirse liviana y con ganas de querer irse, cerré los ojos y respiré profundamente.

—Está bien, te dejo ir —susurré y la linterna se comenzó a elevar, juntándose con las otras. Cerré los ojos, y nuevamente el viento resonaba a mi alrededor, los truenos; la tormenta estaba sobre nosotros.

Mis ojos se abrieron y Stiles me miró.

—Oye, tendrás que esperar un poco más, porque debo ir a ayudar a Scott —sonreí al verlo y él parecía un poco sorprendido por mi reacción.

—El tren pasará pronto, así que escúchame —asintió—, te amo tanto, pasé los mejores años de mi vida contigo, el conocerte fue lo más maravilloso de todo y juro que nunca te olvidaré, jamás. No podría olvidar tus besos, tu amor, tu todo, porque calaste tan profundo en mi existencia, que ni la muerte ni lo que vendrá me podrá separar de ti.

Él tomó mi rostro con sus manos y me besó. Sonrió—. Nada ni nadie nos separará; esto es momentáneo, porque cuando tú te vayas de este mundo, te estaré esperando, y pasaremos la eternidad juntos.

—¿Lo juras? —sonrió mientras mis ojos se humedecían.

—Te lo aseguro, estoy feliz solo por eso, porque sé que nos volveremos a ver. Confía, porque nunca te abandonaré —sus ojos me confirmaban lo que su boca decía, y mi felicidad me inundaba—. Ruby, vive por ambos, y cuando nos volvamos a ver, cuéntamelo todo, porque tu vida es la mía.

—Te amo, Miecyzlaw Stilinski —él rió.

—Mientras estás allá, intenta practicar la pronunciación —reí y me volvió a besar.

—Da igual si estamos a través de la vida o la muerte, o a través del tiempo, nos encontraremos y nunca más te desharás de mí.

—Siempre y para siempre, te amo.

Me besó y se fue; cerré los ojos para volverlos a abrir y ver las lámparas perderse en el cielo como estrellas.

Entonces un estruendo me asustó a mí y a los presentes, y Liam junto a Scott e Isaac se pusieron a jugar con pirotecnia. Malia, enojada por el susto, los persigue para pegarles y nos reímos de la situación, porque son unos niños

Y no mentiré, yo también participé en las carreras.

𝐀 𝐓𝐑𝐀𝐕𝐄́𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐓𝐈𝐄𝐌𝐏𝐎 - Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora