El viento helado creado por la escarcha del ambiente, entraba al cuarto del albino despertando al albino, quien con anterioridad se dure encontraba durmiendo plácidamente. Este se recompuso en la cama sentándose y observando la habitación mientras intentaba mentalizarse para levantarse.
"(Buenos días, Bell, ¿qué tal dormiste?)" resonó la voz de Artorias en su mente.
"Bien, pero ojalá dormir un poco más," respondió Bell, aún con los ojos entrecerrados.Bell se quitó la manta que lo acogía como uno más entre las sabanas de la cama y le brindaba una sensación cálida, y debido a esto un frío lo inundó, obligándolo a ponerse rápidamente la ropa que se encontraba en el escritorio. Con la ropa ya puesta que empezaba a mantenerle calor corporal, salió de su cuarto.
Se acercó al cuarto de Ryuu y tocó la puerta esperando que ella lo abriese, pero no sucedió. "(Parece que no está dentro,... ¿dónde estará?)" preguntó Artorias.
"Sabiendo cómo es ella, me hago una idea," respondió Bell al aire, dándose la vuelta y encontrándose cara a cara con la guardia sin brazo izquierdo de ayer, asustándose al instante, y sobresaltándola tambien a ella por su reacción.
"¿C... con quién...hablas?" preguntó la guardia, recuperándose del susto.
"Con nadie,... conmigo mismo" Respondió este. "Nos vimos antes, pero no nos presentamos, soy Bell Cranel, encantado" Respondió mientras extendía la mano izquierda, la cual no fue correspondida por la guardia, quien solo la miró con alerta.
Bell, dudoso por su acción, retrocedió su mano y, con incomodidad, habló. "¿Sabrías dónde se encuentra Ryuu? La elfa que estaba ayer conmigo."
"Creo... que está... en la sala de... heridos,... ayudando a a..atenderlos," respondió ella, tartamudeando.
"Me lo esperaba. ¿Podrías ayudarme a llegar allí, por favor?" Ella asintió, dándose directamente la vuelta y empezando a caminar hacia donde seguramente donde se encontraba la enfermería.
"(El palacio es bastante grande, sería bueno que pusieran un mapa en cada pasillo para saber dónde estamos en cada momento)" comentó Artorias, mareado al ver tantos pasillos que se encontraban por todos lados y llevaban a distintos lugares.
"O tal vez, debamos aprendernos cuáles son y a dónde nos lleva cada uno," respondió Bell en voz baja.
"(Ya, pero mucho trabajo)" comentó Artorias. "Menudo perezoso que eres." Habló irónicamente.
Finalmente la guardía se paró enfrente de dos puertas de gran tamaño. "Esta es... una de las salas," dijo mientras abría una de las dos puertas para que Bell pudiera entrar.
"Perfecto, muchas gracias," Bell pasó por la puerta y buscó con la mirada a una elfa de cabello verdoso rubio. "No..noelle," habló la guardia, captando su atención.
"Mi... nombre es... Noelle," se presentó ella mientras cerraba la puerta.
"Encantado, Noelle, agradezco tu ayuda," dijo Bell, sonriéndole.Noelle dejó que sus labios formasen una pequeña curvatura, hizo una reverencia y cerró la puerta cuidadosamente para no molestar a los hospitalizados.
Bell observó la sala de heridos hasta que finalmente la encontró a ella. Ryuu, se encontraba ayudando a un elfo oscuro a vendar una herida. Ella se movía con gracia y precisión, sus manos firmes pero suaves en su tarea.
"Ryuu," llamó Bell suavemente. Ella levantó la mirada y le sonrió.
"Sr Cranel, buenos días. Estaba ayudando un poco aquí." Comentó volviendo a fijar sus ojos en lo que estaba haciendo. "Aquí necesitan mucha ayuda médica, hay muchos pacientes con diversas heridas y los peores están en la sección que se encuentran al lado de aquí, hagame el favor de no ir para allá" Ordenó ella.
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Caballero Albino de Ceniza
Science FictionTremendo amalgama de historias que me estoy creando, estoy intentando crear un buen enlace entre todas las historias para que haya coherencia y que todos los personajes sigan sus respectivas personalidades. Puede ser que hacer un enlace entre los un...