Reencuentros y visitas.

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Mentiría si dijese que todos llegaron a sus casas después del gran banquete que se llevó a cabo en el castillo. Algunos ni siquiera lograron dar dos pasos antes de caer dormidos en el suelo completamente borrachos. 

Al final, olvidé que no tenía a Artorias para ayudarme con el alcohol y terminé siendo uno de esos que se encontró durmiendo en el suelo. Para empeorar las cosas, no sé como, pero terminé en el bosque cercano a la tormenta de la frontera de la capital con el resto del grupo con el que bebí.

Lo último que recuerdo de esa noche fue que entre Kaeya, Bennett, Razor, Artorias, Kazuha, Gorou y yo, hicimos una competición para ver quién aguantaba más los efectos del alcohol. Para nuestra sorpresa, Beidou, quien no participaba oficialmente, pero bebía a la par que nosotros, nos ganó.

Desperté con un dolor de cabeza monumental y la sensación de haber sido atropellado por una carroza. Kaeya comparó la experiencia a ser atacado por un grupo de hilichurls, criaturas de su continente. El sol ya estaba alto en el cielo, los árboles que nos rodeaban nos proporcionaba una sombra acogedora, y las risas y conversaciones de los demás comenzaban a llenar el aire. 

Me incorporé lentamente, tratando de recordar cómo había terminado en el suelo, y vi a Kaeya riéndose a carcajadas.

"¿Dormiste bien, Bell?" preguntó, claramente disfrutando de mi situación.

"No tengo ni idea de cómo llegué aquí" respondí, frotándome las sienes.

"Todos estamos igual, solo recuerdo verte caer desmayado justo después de que Artorias hiciera ese truco con el alcohol" dijo Kazuha, acercándose con una sonrisa. "Fue bastante impresionante, en realidad." Respondió Kaeya.

"Impresionante o no, estoy pagando el precio ahora" murmuré, poniéndome de pie con esfuerzo.

Razor se acercó, todavía un poco tambaleante, pero con una sonrisa en su rostro. "Buena noche. Mucho alcohol. Buena competencia."

Bennett, con una expresión de disculpa se acercó a mi: "Lo siento, Bell. Creo que fui yo quien sugirió la competencia. No pensé que todos terminaríamos así."

"No te preocupes, Bennett" respondí, tratando de ser amable a pesar del dolor de cabeza. "Fue una noche bastante curiosa, de eso no hay duda."

Artorias, quien parecía ser el que en mejor forma se encontraba de todos, se acercó y me dio una palmada en la espalda. "Bueno, Bell, parece que todavía tienes mucho que aprender sobre el arte de beber."

Le lancé una mirada incrédula. "Sí, claramente..."

La risa de todos llenó el aire, y a pesar del malestar, no pude evitar sonreír.

"Supondré que soy el último en despertar" dije con un suspiro al ver a todos de pie.

"No, Gorou sigue viendo las estrellas allí" señaló Kaeya con una sonrisa, indicando a un aún dormido Gorou, tendido en el suelo con una expresión de paz.

Nos acercamos a Gorou y lo observamos por un momento. Su respiración era profunda y regular. Razor se agachó y le dio un suave empujón. "Gorou, despertar. Hora de ir."

Gorou se removió y abrió los ojos lentamente, parpadeando ante la luz del sol. "¿Qué...? ¿Dónde estamos?"

"En el bosque, terminamos aquí después de una noche de intensa competencia de bebidas" resumió Kazuha, extendiendo una mano para ayudarlo a levantarse.

Gorou aceptó la mano de Kazuha y de Razor y se puso de pie, tambaleándose un poco. "Nunca más... beberé así de nuevo."

"Eso mismo dijiste la última vez, Gorou" comentó Kaeya con una risa.

Caballero Albino de CenizaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora