Ruy & Teresa 8: Reunión con Arsinoe.

37 14 181
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Ubicación: Ciudad Eterna de Rheintherra

Antes de ir a ver a la emperatriz Arsinoe, el grupo se dirigió a las termas dedicadas a la diosa Draerinxias. Aunque la deidad patrona era conocida por su permisividad, en esta ocasión los separaron en hombres y mujeres. Así, las tres mujeres se adentraron en una terma adornada con mármoles brillantes y estatuas de ninfas. El vapor envolvía sus cuerpos, creando un ambiente de ensueño que las invitaba a relajarse y dejar atrás las tensiones de sus viajes. Las mujeres se sumergieron en las aguas termales, sintiendo cómo el calor aliviaba sus músculos cansados. Pronto, manos expertas comenzaron a deslizarse por sus pieles, proporcionándoles un masaje delicado que las transportó a un estado de serenidad.

Conversaron sobre sus sueños y esperanzas, compartiendo sus deseos más profundos. Ximena, sin embargo, se guardó sus sentimientos hacia Teresa. La sacerdotisa admiraba en silencio el delicado tono de piel de Teresa, sus ojos azules como el cielo despejado y su voz, siempre llena de energía. Teresa, con su cabello rubio y su entusiasmo contagioso, no paraba de hablar de sus planes de quedarse a vivir en el imperio después de cumplir su misión. Ximena la escuchaba, fascinada por cada palabra, sintiendo una mezcla de deseo y tristeza al saber que Teresa deseaba quedarse con Ruy. A pesar de sus sentimientos, Ximena no se atrevía a decir nada, temerosa de arruinar la armonía del grupo.

Samantha, la tercera de las mujeres, observaba en silencio. Aunque no decía nada, sus ojos lo veían todo. Ella se percató de las insinuaciones veladas de Ximena hacia Teresa. Samantha, siempre la observadora, decidió no intervenir, esperando a ver si algo sucedía. El ambiente de las termas, con su calidez y sus aromas relajantes, parecía propicio para que los corazones se abrieran y las almas se conectaran. A medida que las horas pasaban, el vínculo entre las tres mujeres se fortalecía, preparándolas para el encuentro con la emperatriz Arsinoe.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Algunas horas más tarde, el grupo llegó al hermoso jardín topiario de la emperatriz Arsinoe. Ella estaba sentada en una banca de mármol rosa, con un laúd fabricado en cedro con incrustaciones de madreperla y plata, el cual descansaba en su regazo. Entonaba una hermosa melodía que hablaba de un grupo de aventureros que habían dado caza a Nyxaroth, un gran dragón ígneo. La tesitura de su voz era dulce y casi angelical, mientras que su maestría con las cuerdas acompañaba a la perfección la letra.

La TrovadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora