Ayudándote |Marenzo|

XI

Mientras tanto, en la casa Colidio-Solari, ellos tenían sus propios problemas, o algo parecido, al menos por parte de Pablo.

Facundo se estaba dando cuenta de que, por más veces que tuvieran sexo, Pablo no quedaba embarazado.

—Amor —lo llamó, luego de que tiraran otro test negativo.

—¿Mmm? —Pablo lo miró, con unos ojitos tristes que mataron a Colidio.

—¿Estás tomando pastillas y por eso no quedás embarazado? —le preguntó el alfa con suavidad, agarrando su mano.

Pablo se soltó como si lo hubieran quemado al escuchar eso, pero lo intentó disimular.

—Estuve tomando hasta hace poco —mintió. Lo que le quería decir era que no podrían tener hijos, pero no se animó.

Facu asintió y lo besó.

—Espero que esto resulte —le susurró—, porque no sé vos, pero yo quiero muchos cachorros.

—Yo también —susurró Pablo, intentando dejar de pensar para que su alfa no note esos pensamientos y no se dé cuenta de lo que le pasaba.

Eso no era mentira, lo que más quería era tener muchos cachorros, pero el saber que no podría darle ni uno a su alfa, le rompía el corazón de una manera inexplicable. Saber que si Facundo se enteraba lo iba a dejar, también colaboraba.

Lo próximo que supo fue que Facu estaba en la cocina, preparando el mate. Se acercó a él para abrazarlo por detrás.

—Rubio —lo llamó en un susurro.

—¿Qué? —sonrió Facundo, moviéndose un poco para mirarlo.

Pablo le dio un pico.

—Mañana salgo con mis hermanos —le dijo—. Un rato, hace mucho no estamos juntos los tres solos.

—Disfrutá, mi omeguita hermoso —sonrió Facundo, rozando sus narices.

Y Pablo se enamoró todavía más, y sintió todavía más dolor al saber que mañana, cuando volviera de la salida con Mati y Santi, todo terminaría entre ambos.

Y cómo era un cagón, le dejó una carta en vez de decírselo a la cara. La misma era bastante larga, y decía algo así:

"Facu:

Sé que cuando te enteres de esto me vas a dejar, porque vas a pensar que estoy fallado, que no te sirvo, que no puedo hacer realidad tu sueño, pero no puedo más. No puedo guardármelo más mientras vos me hablás sin parar de tener cachorros, y aunque quería, nunca me animaba a decírtelo cuando hablabas.

Soy estéril, Facu, nunca voy a poder darte todos los cachorros que quieras, nunca voy a poder darte ninguno. Me rompe el corazón no poder hacer realidad tu sueño, o saber que si vos hubieras sabido esto desde el principio no te me hubieras ni acercado.

Nadie lo sabe, vos sos el primero. Ni mis hermanos, ni nadie.

Ahora lo sabés.

Y te mentí, no estaba tomando anticonceptivos. Nunca tomé, porque, aunque sabía que ya no iba a pasar, tenía la esperanza de conseguir un embarazo. Pero decirte que no había tomado, era lo mismo que revelar esto. Decime cagón, decime lo que quieras, pero no me animaba a estar al lado tuyo cuando te lo revelara. No quería (ni quiero) ver tu cara de decepción y asco cuando te enteraras que no sirvo para nada.

Ni para darte un hijo. Debería servir para eso al menos, pero ni eso. ¿Tan fallado estoy? ¿Qué hice mal, qué hice para que me pasara lo peor que le puede pasar a un omega? ¿Tan malo fui?

Después de enterarte de esto me vas a dejar, lo sé, porque nadie quiere estar con un omega que no le puede dar cachorros. Porque es una humillación, porque si alguien se entera todos se van a reír de vos por ser mi novio.

Cuando te vayas, haceme un favor. Bah, dos (sé que no debería pedirte ni uno, pero no puedo evitarlo). El primero, no me humilles y les cuentes a los chicos que soy estéril, eso supongo que lo haré yo en algún momento.

Y el segundo... llevate todo lo que quieras, echame incluso si querés (veo que excusa le invento a mi hermano), pero... pero no rompas mi nido si me dejás quedarme y cuando vuelvo no estás. No te lleves la ropa del nido (sabés mejor que yo que el 90% es ropa tuya), por favor. Sé que no vas a estar, que posiblemente desaparezca mi marca, pero quiero por lo menos fingir que sí estás. La ropa todavía tiene tu aroma, y hasta que se vaya quiero conservar aunque sea la del nido (ya sé que soy patético y estúpido, no hace falta que lo digas).

Me vas a dejar por lo que soy, y ojalá no fuera así. Ojalá sirviera para lo único que debería servir...

Te amo, eso nunca fue mentira.

- Pablo Solari."