Con la Evau acercándose rápidamente, mi vida se llenó de una mezcla de emociones: nerviosismo, anticipación y una gran cantidad de trabajo. Equilibrar mis estudios con los encargos de arte se estaba convirtiendo en un desafío mayor, pero cada día me recordaba que valía la pena. Mis ahorros estaban creciendo gracias a los cuadros que vendía, y Lamine y yo estábamos empezando a hablar seriamente sobre mudarnos juntos.
Una tarde, después de una larga sesión de estudio en la biblioteca, Lamine me recogió. Habíamos decidido tomar un descanso y hablar sobre nuestros planes para el futuro. Nos dirigimos a un pequeño café en el barrio gótico, uno de nuestros lugares favoritos para relajarnos y soñar juntos.
"¿Cómo te sientes con respecto a los exámenes?" me preguntó Lamine mientras pedíamos nuestros cafés.
"Honestamente, estoy bastante nerviosa," admití, jugando con la cuchara en mi taza. "He estado estudiando mucho, pero siempre hay esa incertidumbre."
"Lo sé, Oli. Pero confío en ti. Siempre has sido increíble en todo lo que te propones," dijo Lamine, tomando mi mano con una sonrisa reconfortante.
"Gracias, Lamine. Tener tu apoyo significa mucho para mí," respondí, sintiéndome un poco más tranquila.
"Además, después de la evau, tendremos más tiempo para pensar en nuestros planes. He estado ahorrando también, y creo que estamos en un buen lugar para considerar mudarnos juntos," continuó Lamine, su mirada llena de esperanza y emoción.
"¿De verdad? Eso sería increíble," dije, sintiendo una oleada de emoción. "He estado soñando con nuestro propio lugar. Un espacio donde podamos ser nosotros mismos, donde pueda tener mi estudio de arte y tú puedas relajarte después de los entrenamientos."
"Exactamente. He estado mirando algunos lugares, y creo que podríamos encontrar algo perfecto para nosotros," dijo Lamine, su entusiasmo palpable.
Las semanas pasaron en un torbellino de estudio y pintura. Cada día parecía un maratón, pero sabía que todo el esfuerzo valdría la pena. Lamine seguía siendo mi roca, animándome en cada paso del camino. Incluso cuando estaba de viaje con el equipo, siempre encontraba tiempo para enviarme mensajes de aliento.
Finalmente, llegó el día de la evau. Me desperté temprano, mi corazón latiendo con fuerza. Lamine me llamó antes de que me fuera.
"Vas a hacerlo genial, Oli. Solo recuerda respirar y tomarlo con calma. Eres más que capaz de esto," me dijo, su voz suave y reconfortante.
"Gracias, Lamine. Prometo hacer mi mejor esfuerzo," respondí, sintiéndome un poco más tranquila.
Las pruebas fueron intensas, pero me sentí preparada. Cada vez que me sentía abrumada, recordaba las palabras de Lamine y tomaba una respiración profunda. Después de los exámenes, me sentí aliviada y agotada. Solo quedaba esperar los resultados.
Unas semanas después, recibí un correo electrónico con mis resultados. Mi corazón latía con fuerza mientras abría el mensaje. Cuando vi mis notas, una oleada de alivio y alegría me invadió. Había sacado muy buenas notas, suficientes para entrar en la carrera que siempre había querido.
"¡Lo logré!" grité, llamando a Lamine de inmediato.
"¡Sabía que podías hacerlo, Oli! Estoy tan orgulloso de ti," dijo Lamine, su voz llena de felicidad.
"Gracias, Lamine. No podría haberlo hecho sin tu apoyo," respondí, mi voz quebrándose de emoción.
Esa noche, celebramos con una cena especial en mi casa. Mis padres, estaban tan emocionados como yo. Habían visto todo el esfuerzo que había puesto y estaban increíblemente orgullosos.
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ARTE Y GOL//LAMINE YAMAL
RomanceOlivia, una joven de dieciséis años apasionada por el arte, se muda a Barcelona con su familia. Mientras lucha por adaptarse a su nueva vida y hacer amigos, su destino cambia en la fiesta de cumpleaños de Lamine Yamal, un prometedor futbolista del F...