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Regina no dejaba de ver el celular, le había dado vueltas al asunto, que podía hacer después de lo cruel que fue con el.
Se mordió el pulgar mientras su hermana estaba atenta en que lo hiciera y si no fuera por ella de seguro Regina no le dice nada.

—Vas a decirle que se vean.

—No me estreses suficiente tengo con las náuseas.

—Eso debiste pensarlo cuando lo estaban haciendo —le respondió Tania—No eres una jovencita sabías lo que hacías.

—Si y bueno ya, además las posibilidades de salir embarazada no eran tan altas, no pensé es la verdad tampoco quería pensar que lo hicimos, sentir su mirada después de eso me siento extraña y rara a la vez, soy consciente que seguía buscándome pero yo poniendo de pretextos que esto y lo otro y mírame toma tu regalo —se reprendió Regina —me divorcié hace meses, estoy sensible Andrés está preocupado y no sé cómo decirle a los niños que tendrán un hermano.

—Se pondrán felices, ellos adoran a Efraín tranquila además si no quieres una relación con él no estás obligada pero él tiene responsabilidad con ese bebé que no pudo venir, mira puede ser difícil pero no imposible, no le tiene que dar cuenta a nadie si eso te preocupa solo buscar la manera en decirle Efraín que será papá

—¿Quien será papá? —preguntó Juan Carlos quien no sabía el estado de su cuñada.

—Amor, podrías no... Por favor.

—Claro, por cierto amor mire a Efraín en supermercado—los ojos de Regina se abrieron—Se miraba bien acompañado y lo invité a una parrillada este fin de semana, vendrá acompañado.

—A qué te refieres, eso de acompañado—quiso saber Tania.

—Estaba con una rubia nada más ya sabes cómo es el ¿Porque esas caras?

—Será mejor irme—dijo Regina no iba a seguir escuchando.

—Espera Regina, no te vayas y tú vamos hablar después —Juan parpadeó sin saber que había pasado

Regina se detuvo en el auto las hormonas no ayudaban para nada, era claro que eso iba a pasar después de como se portó, con qué cara le iba a decir algo era mejor dejar las cosas como están.

—Regina espera, oye porque te pones así.

—Como que porque, no escuchaste a tu esposo lo vio con una rubia —espero tan molesta que su hermana cruzó los brazos.

—¿Y? Que tiene que esté con una rubia, no es para tanto, oye no me veas así, esos cambios de humor te transforman, no debes enojarte además tú misma no quieres nada con él y un bebé no debería atarlos como pareja, él entendió el mensaje.

—Que pronto ¡No! Ya anda con una rubia.

—¿Estqs celosa? Mira solo relájate, no creo que sea nada serio además él ha dicho que es un perro callejero, tú lo arrojaste no te quejes, eres mi hermana. Te quiero y quiero que seas feliz, vas hacer mamá piensa en eso, tienes más motivos para sacar las uñas por ellos, tal vez esa carne asada de Juan puedas hablar con él y veremos que pasa.

Regina dudo, no quiero a incómoda y si él ya estaba saliendo con otra, se tocó el vientre dudando en decirle, pero también está de que él no le agradan los niños y si no quería este bebé.

No quiere lastimar a sus hijos, mucho menos Andrés quie. Ha sido más apegado a Efraín que su propio padre.

—Entonces vendrás.

—Si—dijo sin creerle Tania.

—Eres capaz de decirle cuando nazca, reacciona Regina, no se acaba el mundo eso te pasa por caliente—ella abrió los labios—Si, comiste callada pero te delató un frijol ahora se la mujer que eres, la que enfrentó a una suegra malvada y un cucharacho como Edmundo, te apuesto que Efraín se hará cargo no es como tu ex mediocre.

ABANDONADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora