FINAL

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Efraín no pudo evitar sonreír, mientras sujetaba la mano de Regina, estaba ansioso y moría por saber el sexo del bebe, tal vez se perdió cuatro meses, pero esos cinco que venían nadie se los iba a quitar.

Es una sensación inexplicable, no encuentra palabra para describir, seria padre, algo que no imagino, que se negó serlo, no pudo escoger mejor padre para su hijo o hija, Regina es la mejor mujer que pudo pasarle en la vida.

Lo que empezó con discusiones, choques termino por formarse una relación y con ello un hijo.

—Y bien listos para saber el sexo de bebe—comento la doctora a los futuros padres y claro a los próximos hermanos.

Darles la noticia a los niños no fue tan mal como pensaba el mismo Efraín, y claro Regina quien estaba ansiosa, sobretodo porque Edmundo tan solo hace un par de semanas, Margot tuvo una niña, algo que decepciono al mismo Edmundo como a su madre.

Y todo fue cuando Andrés estaba en una video llamada, hablando con el cuándo su madre entro comentando algo al respeto del bebe, y como era posible que no pudiera darle un hijo, en vez de una niña y con el cromosoma 21, habían esperado no saber sobre el sexo del bebé hasta que diera a luz. Hasta que la misma mujer se dio cuenta que Edmundo estaba en video con Andrés y este no tuvo opción que cortar la llamada.

Fue imprudente y de mal gusto que algo así se comentara, después de eso Andrés no quería ir a ver a su hermana, ya que su padre insistía mucho en verlo.

Esa bebe no tenía la culpa, al contrario, era un bebe muy especial, que no merecería esa familia, ahora querían que Andrés conviviera más, insistiendo que para días y llevarlo a su trabajo que un dia será de él, eso le molestaba, ya buscara la manera de que Edmundo entienda que no puede obligarlo, pero ella siempre será la mala que le mete ideas a su hijo para no convivir.

La fresa del pastel fue cuando Regina fue a ver a su hermana y amabas fueron al supermercado, mientras los demás se quedaron en casa para preparar una parrillada como se hizo costumbre cada semana en casa de Tania. Regina no tenía contacto con Edmundo solo por llamada, hasta que la vio y este no pudo evitar destilar su veneno en decirle lo fácil y el poco amor que le tuvo para revolcarse con otro.

A los pocos meses de divorciarse.

—Embarazada no puedo creerlo, tan fácil me olvidaste, no tenemos mucho que nos divorciamos y ya te metiste con otro, no puedo creerlo Regina.

—Como te atreves a decirme eso—espeto Regina abofeteándolo—Cuando fuiste tú el que me falto el respeto, cuando no lo merecía, debiste cortar de raíz, así evitar todo esto, no vengas y me insultes.

—Fuiste mi esposa, no tenemos ni el año de divorciados, solo tenemos meses y estas embarazada.

—Oye tu que te duele—empujo Tania— Te arde el culo para decirle eso a mí hermana cuando fuiste tú y la metiste en otro hoyo, por imbécil, no salgas ofendido que mi hermana está embarazada, lo está y créeme quien le hizo ese bebe lo disfruto mucho.

—Tania, no.

—O si, este imbécil quien se cree para reclamarte—dijo en voz alta para que todos escucharan—Te dejo con dos hijos, para irse con otra que embarazo, no te pasa la manutención para castigarte a ti, pero castiga a los niños, el padre del año un aplauso, y si cucaracho, esta embaraza de un hombre que si sabe lo que quiere, que si es fiel y que adora a sus hijos, cosa que ni el padre se toma la molestia de hablarle, cree que llamarles y mandar dinero cuando le pega la gana es suficiente, tienes dinero pero tienes más mierda en la cabeza, vámonos, tú ya estas con alguien y feliz que te hiciera ese hijo y créeme cucaracho no creo que quieras saber quién es el padre—la tomo del brazo dejando Edmundo si palabras.

ABANDONADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora