adiós, mi ángel.

Capítulo 13

Capítulo 13 - Daniel (PARTE 2)

Después de haberle dicho eso, lamenté mucho todo... ¿No pudiste haberle dicho algo menos invasivo, Matteo? —pensé. 

No hubo reacción o al menos no pude verla, ya que él estaba mirando a dirección contraria mía, pero él se dio vuelta a mirarme y dijo, con seguridad —¡Gracias!

Y no pude evitar sonreír. Es demasiado tierno. No pensé que él sería así.

Después de que él se fue quedé paseando por la escuela, no conocía a nadie más que a Daniel... Siento que lo puse un poco incómodo por la situación que pasó en la puerta de la oficina del profesor...

Lo que menos quiero es hacerlo sentir mal, después de todo, él salvó mi vida.

No voy a negar tampoco que me entristeció el hecho de que no me haya reconocido por ese día, pensé que era alguien fácil de reconocer, o tal vez puede que no, pero todo el mundo siempre me anda diciendo que soy lindo y demás cumplidos. 

Supongo que para él simplemente soy una persona más, lo cual está bien.

Mientras caminaba por la escuela, chicas no paraban de seguirme o de preguntarme por mi número, siempre les iba respondiendo que no, gracias, que no estaba interesado o cosas así.

La verdad es que solo quiero encontrarme con Daniel, pero no lo veo por ninguna parte. 

Sólo lograba verlo en sala de clases, a veces conectábamos miradas, pero es porque yo lo miraba todo el tiempo (Aunque trataba que no)

Llegó la hora de irse, fue mi primer y mejor día de escuela, conocí a mi ángel de la guarda y aparte, era bastante guapo. 

Caminé hacia el paradero para poder tomar el bus que me llevaría a casa, ya que no quería que me vinieran a buscar los guardias como siempre solían hacerlo en mi otra escuela. 

Quería empezar a irme como alguien común y corriente. Recordé que le tuve que rogar por días a mi Madre que me permitiera esto. La traté de engañar con la excusa de que me serviría para poder ser más independiente y lo permitió luego de pensarlo con dedicación.

Mientras esperaba el bus en el paradero llegó un grupo de chicas nuevamente a decirme cosas de las cuales no estaba interesado, por supuesto, jamás demostré ser descortés, les rechazaba educadamente todo tipo de pregunta o propuesta que me hacían. 

Cuando llegó un bus que a mí no me servía me percaté de que Daniel en realidad estaba aquí, en la parada que yo también estaba 

¡Y no lo vi! Que tonto soy.

Sin pensarlo dos veces, me subí, no lo logré encontrar en los recesos, así que ahora sería mi oportunidad para poder hablar un poco más con él, él iba a pagar su pasaje, pero me adelanté y extendí mi mano y pagué su pasaje y el mío, le dije al conductor —Yo pago por él, dos pasajes escolares por favor.

Daniel me miró con una expresión un poco confundida y me dijo —¿Y esto? ¿Por qué pagas mi pasaje, Matteo? 

Le respondí rápidamente con una sonrisa, un poco nervioso, no quería que se enojara o que pensara que soy raro...  —Es por el tour de hoy, estoy muy agradecido y no sabía cómo pagártelo. 

Y me respondió con un tono amable —No era necesario Matteo, después de todo, el profesor no me dejó otra opción jaja. 

No sabía qué responderle, creo que lo estoy incomodando y eso me pone un poco triste, pero igual estoy contento de que tengo esta oportunidad de volverme más cercano a Daniel, así que no pude evitar darle una sonrisa.