Capítulo 16

28 2 0
                                    

Capítulo 16 - Sólo por ti, Daniel

Desperté en el hospital, no sé que había pasado. No recuerdo nada, no sé ni si quiera cómo llegué aquí en primer lugar.

No había nadie alrededor mío, solo estaba allí con cosas conectadas a mi cuerpo. Pasó un rato y llegó una doctora, quién dijo —Finalmente despiertas ¿Cómo te sientes? ¿Recuerdas cómo llegaste aquí?

—No, no lo recuerdo. —le dije

—Ya veo... en ese caso. Anoche llegaste aquí después de que una persona te encontró tirado en la calle desmayado. Llamaron a la ambulancia y te trajeron acá. Estabas drogado. ¿Recuerdas haber consumido algún tipo de droga?

—No.. no recuerdo nada...

—Pues sí, te hemos hecho algunos examenes y encontramos alucinógenos en tu sistema. También llegaste con algunos golpes en el cuerpo, afortunadamente, no estás lesionado.

—Ya veo... gracias —dije algo confundido.

Y comencé a recordar.

Sentí que una bala había atravesado mi corazón. Comencé a llorar, sin parar. Comencé a recordar, veía la cara de Daniel, la cara de decepción, de odio, de asco. No podía olvidar esa mirada. Su expresión.

—Joven ¿Estás bien? —Dijo la doctora.

—No, Daniel... —dije llorando desesperadamente.

—Joven, necesito que te calmes. Necesito que me des un número de algún guardián...

No podía escuchar a la doctora, no podía escuchar a nadie, solo podía pensar en Daniel. Necesito ir a verlo, necesito hablar con él, necesito conversar con él, necesito verlo, te necesito Daniel, no te puedo perder, no te puedo perder a ti.

Intenté levantarme pero no pude.

—Enfermeras, por favor traigan tranquilizantes... —decía la doctora.

—No, por favor, necesito irme, necesito ver a Daniel.

—Dejénme, dejénme por favor, dejénme irme. —decía mientras la enfermera me inyectó algo que hizo que poco a poco me diera más y más sueño.

—Te necesito, Daniel... —dije mientras una última lágrima caía por mi rostro, luego me desmayé.

- HORAS MÁS TARDE -

Cuándo desperté Padre y Madre estaban aquí, junto con la policía.

Estaba en una sala VIP en un hospital diferente al anterior. No podía moverme, solo logré ver a mis padres conversando con el oficial de policía.

Notaron que había despertado, Madre se acercó y me dijo —Que bueno que ya estés despierto.

Padre dijo —Necesito que le expliques al policía qué es lo que pasó, luego hablaremos nosotros. —con un tono de decepción.

—Hola, mi nombre es Felipe. Soy el policía a cargo de tu caso. Necesito que me hagas un favor, Matteo. Necesito que me cuentes todo lo que recuerdes. Es necesario para saber qué es lo qué pasó contigo. —dijo el policía.

No podía pensar en nada más que en Daniel. No podía evitar no llorar.

—Está bien Matteo, no te presiones, puedes contarlo todo lentamente.

adiós, mi ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora