Capítulo 19

15 1 1
                                    

Capítulo 19 - Solo espérame.

Esa mañana Alexa entró en mi habitación del hospital con una expresión seria. Sabía que algo importante había ocurrido. Habíamos hablado mucho sobre Matteo en los últimos días, y por la forma en que ella me miraba, podía intuir que había obtenido información sobre él.

—¿Tienes noticias? —le pregunté, con mi voz aún un poco débil.

Alexa asintió, pero su rostro mostraba una mezcla de preocupación y disgusto.

—Sí... Averigüé dónde está Matteo. —dijo, sentándose en la silla junto a mi cama.

Mi corazón se aceleró. Durante días, me había estado preguntando sobre él. Aunque no quería preocuparme por alguien que me había hecho tanto daño, no podía evitarlo. Había algo en esa desaparición tan repentina que no dejaba de molestarme.

—Dime, ¿dónde está? —pregunté, tratando de mantener la calma.

Alexa suspiró y comenzó a explicarme.

—Matteo fue trasladado por orden de sus padres. Lo llevaron a su casa, y ahora lo están atendiendo allí. Lo que es más... me enteré de algo inquietante sobre su relación con ellos. —Hizo una pausa, como si no supiera cómo continuar —Básicamente, sus padres lo controlan en todo sentido, Daniel. Matteo es como una marioneta para ellos. No tiene voz ni voto en su vida. Cualquier decisión que toma, o que parece tomar, en realidad la deciden ellos.

Sentí un nudo formarse en mi estómago. Matteo siempre había sido una persona fuerte y orgullosa, al menos esa era la impresión que me daba. La idea de que viviera bajo el control total de sus padres era perturbadora. Algo en mí, por más que quisiera odiarlo, no podía dejar de sentir lástima por él.

—¿Qué? ¿Estás segura? —le pregunté, mi mente tratando de procesar lo que me decía.

—Sí, lo confirmé con un familiar de un trabajador de su hogar. Me dijo que sus padres supervisan cada aspecto de su vida. Deciden qué hace, a quién ve... todo. —Alexa me miró, esperando mi reacción.

Me quedé en silencio unos momentos, intentando asimilarlo todo. La imagen que tenía de Matteo se desmoronaba lentamente. No podía evitar pensar en cómo habría sido crecer bajo esas circunstancias, sin libertad para ser uno mismo.

—Eso... lo cambia todo —murmuré, más para mí mismo que para ella.

Alexa asintió, pero su expresión mostraba que no estaba tan segura.

—No quiero que sientas lástima por él, Daniel. Sé que ha pasado por cosas difíciles, pero no olvides lo que te hizo. No justifica sus actos —dijo firmemente, protegiéndome, como siempre lo hacía.

—Lo sé, Alexa —respondí mirándola. —Pero eso no significa que no pueda entender un poco más todo. Eso no borra lo que me hizo, pero... ahora entiendo mejor ciertas cosas...

—¿Y qué piensas hacer con esta información? —preguntó, cruzándose de brazos, sabiendo que había algo en mi mente.

La verdad era que no sabía qué hacer con la información. Parte de mí quería buscar a Matteo, enfrentarlo, intentar hablar con él, pero otra parte... quería dejar todo atrás y seguir adelante.

—No lo sé aún, Alexa. Pero gracias por decírmelo —respondí finalmente, sabiendo que el tiempo me daría la respuesta.

Ella me observó por un momento, como si quisiera asegurarse de que no estaba planeando algo imprudente.

—Solo prométeme que, pase lo que pase, no lo harás solo. Sea lo que sea que decidas, cuenta conmigo, con Leo, con Jacob... Estamos todos aquí para ti —dijo con seriedad.

adiós, mi ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora