29|| Como si una parte de mí estuviera rota

63 4 0
                                    

Nina

La cocina está echa un asco, Brody ha insistido en que en vez de pedir las pizzas las hagamos nosotros y eso hemo hecho, pero estar cinco personas trajinando no es un buen plan y no seré yo quien recoja todo. Sale música de un tocadiscos que hay en el salón. Ese sonido se solapa con las risas y hacía tiempo que no me divertía como ahora. Mis amigos son esa ancla que todos necesitamos para seguir adelante, están siempre ahí a pesar de comportarme como una imbécil en algunas ocasiones.

Nos comemos las pizzas entre risas, contando momentos de cuando éramos pequeños, volver a recordar nuestra infancia es gratificante. Hay personas que odian recordar el pasado, pero a mí me encanta, es cómo volver a tus inicios, descubrir que eras feliz y no lo sabías, la única preocupación que tenías era terminar los deberes a tiempo para poder salir con tus amigos y ver esa serie que tanto te gustaba y que daban a las cinco de la tarde. Al final, Evan y yo limpiamos la cocina mientras que April nos va trayendo las cosas que hemos usado para cenar. Brody y Hugo han estado perdidos mientras tanto, pensábamos que era porque querían escaquearse, pero al volver al salón vemos que hay un montón de alcohol en la mesita, una botella vacía en el centro y varios cojines en el suelo, como si se hubieran caído. Al instante ya veo que tienen planeado, quieren que juguemos a «verdad o reto» y odio ese juego, siempre lo he odiado. April, Brody y yo nos sentamos en el suelo, sobre los sillones que han tirado, mientras que los otros dos lo hacen el sillón. Brody es el primero en mover la botella, girando sobre sí unas cuantas veces hasta acabar con la boca de ella señalando a Evan.

—¿Qué escoges, querido amigo? —le pregunta, con los codos sobre la mesa, ambas manos entrelazadas y los índices pegados, como si fuera un villano malvado a punto de cometer una locura.

—Reto, siempre reto, querido amigo —le imita. La mirada que Brody le lanza a él y luego a April da una idea del reto que va a ponerle y algo me dice que a Hugo no le va a hacer mucha gracia.

—Besa a alguien que te parezca atractiva aquí.

Hugo rueda los ojos al saber a quién va a besar.

—Lo hago encantado, pero ¿qué mierda de reto es ese? Es mi novia, tío, lo hago a todas horas.

—El reto, Evan, es besar a tu novia apasionadamente bajo la atenta mirada de su hermano mayor y tu mejor amigo, ¿a qué ya no te parece tan divertido?

—Juego sucio, Brody.

—Esto es «verdad o reto», hazlo o quítate una prenda.

—Vale, vale, lo haré. Besaré a mi novia delante de su hermano —dice levantando las manos en señal de paz. No le hace mucha gracia tener que hacerlo, ni siquiera a April, aun cuando Hugo les ha dejado claro que le da igual que estén juntos, ninguno de los dos se atreve a besarse delante de él. Brody y yo nos miramos, riéndonos.

Evan se levanta del sillón y se acerca a su novia, pone su mano en su cuello y la atrae hacia ella, juntando sus labios, juntando las lenguas como si fueran una. Es fascinante ver como se besan... vale, ha sonado raro, pero joder, se complementan como la azúcar al café, el Cola cao a la leche, como los macarrones y el queso. Me declaro fan número uno de su relación, están hechos el uno al otro, destinados. El beso apasionadamente continúa con Evan sentado a horcajadas de April, con las manos de está moviéndose sin pudo sobre la espalda de él. Al final, cuando la cosa se está poniendo más íntimo y empezamos a sobrar, Hugo carraspea, haciendo que la pareja se separe.

—Voy a obviar el hecho de que os habéis besado y hemos dicho que nada de besos —dice Hugo.

Seguimos jugando, al cabo de veinte minutos ya nos ha tocado a todos y hemos agotado nuestra existencia de quitar prenda y de elegir siempre lo mismo, la cosa se pone interesante, han dejado las peores preguntas para cuando tenemos que responder o hacer el reto sí o sí, son unos capullos, ni siquiera sé porque sigo jugando a esto, nunca he durado tanto. Ahora hemos acabado con casi todos en el suelo, alrededor de la mesa, a algunos incluso nos falta mucha ropa, a April solo le queda el sujetador y unos pantalones, yo he sido más lista y me he quitado primero lo que no se.

Hugo gira la botella y me da a mí. Genial, no me quedan más reto, ahora tiene que ser verdad y no me apetece responder a ninguna pregunta que él me haga porque sé que quiere sonsacarme información sobre ese chico misterioso del que le hablé.

—Nina —pronuncia mi nombre con lentitud, saboreándolo, se muere el labio superior en un gesto totalmente normal que a mí me provoca demasiadas cosas en mi bajo vientre. Joder.

—Hugo —digo igual que él ha dicho mi nombre.

—¿Lo conozco?

Y no hace falta que diga nombre porque ambos sabemos a quien se está refiriendo, en realidad él ni siquiera sabe el nombre del chico, pero que quiere saber si conoce a la persona que me rompió el corazón. Evan, April y Brody intercalan miradas entre nosotros dos y ellos, sin entender que está pasando. Miro a Hugo, decidiéndome si decirle la verdad o seguir callándomela. En realidad no hay nada que decir, eso me lo voy a llevar a la tumba, en la vida puede enterarse de que siendo una tonta niña me enamoré de él sin poder evitarlo porque fue demasiado sencillo hacerlo, que para mí, él era todo cuanto quería y que yo para él era un simple estorbo que deseaba que desapareciera. Sería demasiada humillación.

Quizás puedo decirle una media verdad.

—Sí.

Esa ha sido mi boca que ha actuado por propia voluntad, yo ni siquiera me había decidido todavía.

—¿Quién es?

—Solo una pregunta por ronda, Hugo.

—¿Algún amigo mío? ¿Es eso?

—Déjalo estar.

Brody y April ya saben de que se trata. Ya saben por donde van los tiros de la conversación e intentan pararle los pies a Hugo, pero él no les hace caso, es cómo si para él solo este yo en esta sala. No me quita la mirada de encima, tiene la mandíbula apretada, al igual que los dientes.

—No quiero dejarlo estar.

—Pero yo no quiero hablar de eso, estoy cansada así que me voy a mi habitación a dormir, prefiero que te pilles otra habitación o duermas en el sofá.

Me levanto del suelo y me voy a la habitación que Brody me ha asignado, dejando a Hugo con la palabra en la boca. Sé que no sabe que fue él quien me rompió el corazón, pero no puede obligarme a contarle algo privado mío porque él no soporte que una tía no quiera salir con él. Si su ego está roto no es mi problema.

Una vez en el dormitorio me asomo a la ventana, observando la noche estrellada y la luna reflejada en la pista de hielo, sintiéndome destrozada, como si una parte de mí estuviera rota, una que nunca pensé que podría hacerse añicos, pero que lleva años así, el problema es que ahora la siento más palpitante que nunca. Un golpe en la puerta me hace volver a la realidad, me giro y veo a Hugo en la habitación, acercándose poco a poco a mí, con cierta furia en su mirada, pero sé que no pude enfadarse conmigo hasta ese punto, sé que, aunque lo intente, no es capaz de sentir un sentimiento tan malo hacía mí.

—¿A qué ha venido eso?

Al Jodido Fin Del Mundo {BORRADOR}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora