26|| El miedo es solo mental

89 6 0
                                    

Nina

—Hemos apostado —le explico a Brody. Estamos en mi cafetería porque ha llegado a sus oídos que Hugo y yo volvemos a llevarnos bien asique se ha presentado y ha intentado echar a todos del lugar, pero no lo ha conseguido por lo que no deja de seguirme mientras atiendo a mis clientes.

—Habéis apostado —inquiere. No sé porque se sorprende tanto, la gente apuesta todo el tiempo y cosas más estúpidas que lo que hemos hecho nosotros.

—Sí, diez pavos.

—Estarás preparada para perder, ¿no?

Salgo del mostrador para llevarle un pedido a una de las ancianas que viene todas las mañanas a por lo mismo, no hay día que no cambie.

—No voy a perder, Brody.

—¿Qué te hace pesar que no?

—Qué tengo mucha fuerza de voluntad.

Brody suelta una carcajada, ganándose una mirada de pocos amigos de la anciana. Es Mildra, odia a la gente, dudo mucho que alguien le caiga bien, ni siquiera sé porque sigue viniendo a la cafetería, se supone que a mí también me odia.

—Nina, te mueres de ganas de besarlo, de estar bajo sus sábanas, de poder decir que es tú novio que no te haces una idea.

Vale, mi mejor amigo tiene razón, pero por eso hemos apostado, al menos yo. Si hay dinero de por medio y uno de los dos lo tiene que perder seguro que consigo aguantar esas ganas, al fin y al cabo he podido hacerlo durante tantos años, no va a pasar nada por un tiempo más.

—Lo sé, lo sé, pero yo confió en mí y sé que voy a poder aguantar y que me dará los diez pavos.

—¿Y cómo demonios va a darte el dinero? ¿Habéis puesto una fecha tope para eso o pensáis estar juntos toda la eternidad? —Ahora que lo pienso, tiene razón, no hemos hablado nada más allá de debernos diez euros, debería hablar de eso con Hugo. O dejarlo pasar, sí, yo creo que eso es mejor. Prefiero no tener un tope. Si tiene que ser toda la eternidad pues que así sea.

Dejamos de hablar del tema cuando vemos entrar a Hugo con Evan, este último parece estar diciéndole algo al primero, lo cual no le está haciendo mucha gracia. Sonrío porque verlos otra vez juntos como antaño es bonito. Son ese tipo de recuerdos que permanecen en nuestra memoria por años, si estuviéramos en la película de «Inside Out» sería un recuerdo esencial, no este, sino el día en el que Hugo y Evan se conocieron.

Llegan a nuestra altura y se sientan en uno de los taburetes que tengo junto al mostrador, no suelo tener muchos porque prefiero que haya más espacio, pero siempre hay gente que prefiere sentarse junto a mí, como a mis amigos. En realidad, creo que los puse pensando en ellos.

—¿De qué discutís? —pregunta Brody. El muy capullo está sentado en el mostrador, teniendo un taburete libre. Lo detesto.

—Alec nos ha dejado tirados y para poder asistir al partido que tenemos en unos meses necesitamos estar completos, es súper importante —explica Evan con tristeza— y le preguntaba a Hugo si quería ser nuestro último miembro, Alec fue su sustituto cuando se fue.

—¿Pero?

—Pero se niega.

Ahora soy yo quien me intereso. Le están dando la oportunidad de volver a los Storm, el equipo local de hockey, donde empezó todo y, gracias a ellos él pudo ser uno de los mejores jugadores, en uno de esos partidos fue que un ojeador lo vio. No puede renunciar a ello.

—¿Por qué no quieres aceptar? —me dirijo a él, ignorando a los dos chicos que están atentos a la respuesta.

—Me encantaría, pero sigue dominándome el miedo cuando me pongo los patines y piso el hielo, ni con toda la ayuda del mundo lo voy a conseguir.

Al Jodido Fin Del Mundo {BORRADOR}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora