Capítulo 40

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—Manos y rodillas sobre la cama, pero antes quítate la ropa interior.

Jimin asintió e hizo justo como se le dijo, lo cual causó que Yoongi se mordiera el labio inferior y tocara con su mano su creciente erección.

La forma en que Jimin era tan sumiso excitaba a Yoongi aún más, porque a pesar de que Jimin parecía muy dominante y siempre seguro de sí mismo con todos en público, era extremadamente inseguro y obediente en privado. Este era el Park Jimin real, sonrojándose mientras se exponía para Yoongi y pidiéndole que no se riera de él, cuando reírse era literalmente lo último en la mente de Yoongi en este momento.

Ahora Jimin estaba justo como Yoongi se lo había pedido: sobre sus manos y rodillas, la espalda arqueada resaltando así el tamaño de su trasero expuesto.

—Eres tan bonito. —murmuró Yoongi quitándose su propio pantalón.

Una vez arrodillado en la cama detrás de Jimin, deslizó sus manos a lo largo de la espalda de este acariciándolo y luego las llevó de vuelta a su culo para separarle las nalgas, soltando un tarareo de gusto ante la vista.

Yoongi sabía que Jimin probablemente estaba sonrojándose como loco ahora y el pensamiento lo hizo sonreír de lado. Amaba el efecto que tenía sobre aquel chico. Entonces se inclinó y lamió una larga línea a lo largo del agujero frente suyo; Jimin gimió y él repitió la acción tres veces más, igual de lento.

—Yoongi… —Jimin volvió a gemir intentando moverse.

Yoongi lo sujetó con firmeza de las caderas y lo calló presionando un beso en el apretado anillo de músculos. Los brazos de Jimin cedieron y ahora estaba arqueando su espalda aún más, sus manos apretando las sábanas y la mejilla enterrada en el edredón.

—Te ves tan bien así, todo abierto e impaciente por mí. —habló Yoongi antes de trazar el borde del agujero del chico con su lengua en rápidos círculos, teniendo al otro ahora retorciéndose por el placer.

No pasó mucho cuando Yoongi pudo ver el pene de Jimin ya escurriendo y pidiéndole que también se tocara a sí mismo, pero se decidió en contra de ello, quería hacerlo esperar y rogar.

—¿Te gusta esto, hm? —le preguntó con diversión.

Jimin asintió con los ojos cerrados.

La lengua de Yoongi salió de nuevo y empujó contra el agujero de Jimin, esta vez deslizándose dentro solo un poco. Jimin gimoteó cuando empezó a sentirlo cada vez más profundo, aquella lengua comenzando a moverse en círculos.

—No —protestó Yoongi cuando la mano del otro corrió hacia abajo a su pene dándole un manotazo para apartarla—. Vas a correrte sin ser tocado.

—No pu- puedo. —Jimin lloriqueó.

Yoongi apretó más fuerte su agarre en las nalgas de Jimin y trabajó su lengua aún más rápido.

—Yoongi… Yoongi…

El pene de Yoongi se contrajo de nuevo ante el sonido de la necesitada voz de Jimin, así que movió su cabeza hacia abajo para succionarle la base de sus testículos, provocando que el chico dejara escapar otro gemido alto empujándose hacia atrás, contra su boca.

—Yoongi… Por favor…

—¿Por favor qué? —preguntó Yoongi apartándose.

—Déjame correrme. Por favor.

—Quieres eso, ¿eh?

Jimin asintió y gimoteó en el edredón, apretando las sábanas con fuerza. Yoongi sonrió y su mano derecha rápidamente se colocó alrededor del pene de Jimin, comenzando a masturbarlo.

Jimin se corrió dos segundos después de que fuese tocado, todo sobre la mano de Yoongi e incluso en el edredón.

—Date la vuelta y chúpamela. —Yoongi ordenó y se puso de pie para limpiarse la mano con un pañuelo desechable de la mesa.

Jimin tomó aquellos segundos para recuperarse de su orgasmo, luego rodó sobre su espalda y se arrastró al borde de la cama para tomar el pene de Yoongi en su boca.

—Joder, te ves tan bien así. —dijo Yoongi con voz agitada ante la vista de Jimin; este estaba recostado sobre su espalda y su cabeza colgando sobre el borde de la cama mientras se la mamaba.

Yoongi se corrió directo en la garganta del chico con un gruñido bajo un minuto después, y Jimin casi se ahogó pero se las arregló para tragar todo. Una vez que su orgasmo se disipó, le dio unas palmaditas a la mejilla de Jimin y lo ayudó a sentarse.

—Me siento tan sucio. —comentó Jimin mientras se ponía los boxers.

—Eres... ¿Cuál es esa canción? Ah, ya sé. Beautiful, dirty, rich de Lady Gaga.

Jimin sintió sus mejillas calientes por Yoongi llamándolo hermoso y seguidamente Yoongi hizo un movimiento con la cabeza haciéndole saber que estaría en la ducha.

Cuando cambiaron turnos, Jimin se tomó un poco de tiempo en el baño para mirarse con atención en el espejo. Se encontraba completamente sonrojado, su cuello lleno de marcas y el cabello revuelto. A pesar de que lucía completamente destrozado, todavía estaba bajando de su éxtasis.

Tomó una ducha y se vistió con nueva ropa limpia, antes de asegurarse de limpiar su propio semen del edredón. Ni siquiera tuvo oportunidad de hablar con Yoongi porque sus padres lo estaban llamando para que bajara a tomar la cena. No entró en pánico como lo hubiera hecho algunas semanas atrás.

—Um... Creo que voy a bajar a cenar. ¿Tú… quieres un poco? Puedo traer algo.

—Claro.

—Está bien. Entonces…

—Espera.

—¿Qué?

—Tienes un chupetón gigante en el cuello, ¿no crees que sería mejor si lo cubrieras con algo?

—Oh, mierda. —Jimin abrió los ojos en grande recordando aquel detalle.

Yoongi sonrió por el nuevo vocabulario de su chico.

Al final, Jimin eligió una camisa Prada de cachemira con cuello de tortuga antes de abandonar la habitación.










BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora