Capítulo 43

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Al día siguiente, después de la escuela, Jimin condujo con Namjoon a Tesco donde comprarían las bebidas y botanas. Namjoon estaba muy emocionado al respecto porque Jimin tenía una tarjeta de crédito sin límite y ahí había un pasillo entero lleno de alcohol.

Terminaron comprando un montón de alcohol y bocadillos como para hacer negocio, y Namjoon no podía haber sido más feliz.

El plan era que Jungkook llevaría a Yoongi a la casa del lago y todo el mundo estaría escondido en la gran sala de estar y gritarían un gran "¡sorpresa!". Jimin estaba emocionado, pero al mismo tiempo muy nervioso.




••••




Era sábado por la tarde y Yoongi estaba en la casa de Chisa, o ¿Aeri?, apoyado contra la pared mientras ella se la mamaba como si su vida dependiera de ello.

—¿Te gusta eso? —preguntó ella mirándolo.

Yoongi asintió sin hacer contacto visual con la chica. Era más fácil solo imaginar a Jimin en su lugar.

—¿Te vas a correr? —ella se puso de pie mientras seguía masturbándolo y presionó un beso en sus labios.

Yoongi empujó la cara de la chica lejos. —Sin besos.

—¿Por qué no?

—Porque es... demasiado íntimo.

La chica hizo una mueca de extrañeza y se dejó caer sobre sus rodillas de nuevo.

«¿Desde cuándo rechazo acercamientos sexuales de otras personas?», Yoongi se cuestionó a sí mismo.

Estaba tan jodido, y no en el buen sentido.

Pronto recibió una llamada de Jungkook en cuanto abandonó la casa de Chisa (resultó que ese era su nombre).

—¿Si? —respondió, y pudo escuchar a Jungkook callando a alguien en el fondo.

—Hey, amigo, ¿qué pasa?

—No lo sé, tú me llamaste.

—Oh. Sí. ¿Quieres salir esta noche? Hay una, um, ¿quieres?

—¿A dónde?

—No sé aún, solo quiero que salgamos.

—¿Por qué? Tu novio está demasiado ocupado?

—Sí.

—Está bien, entonces. ¿A qué hora?

—Te recogeré en tu casa como en dos horas, ¿está bien? Y trae tus cosas para nadar, iremos a una fiesta de piscina.

—Okay.

—Nos vemos.

—Bien.

Yoongi colgó y frunció el entrecejo, porque Jungkook sonaba nervioso, lo cual significaba que le estaba ocultando algo.

Cuando llegó a casa, se vistió con uno de sus muchos pantalones de jeans negros ajustados y desgarrados, una camiseta blanca y sus converse. Empacó su traje de baño en una mochila pequeña, junto con una botella de lubricante (uno nunca sabe), un cambio de ropa, su pequeño botecito de marihuana y unas gafas de sol. Dejó una nota para su madre diciéndole que estaría fuera hasta el día siguiente y luego salió de la casa.

Jungkook ya se encontraba afuera en el Ford de su madre, sonriendo de oreja a oreja.

—¿A dónde vamos? —Yoongi preguntó una vez que su amigo giró a la derecha y condujo lejos de su calle.

—Fiesta en la piscina.

—Pareces bastante feliz al respecto.

—Lo estoy.

BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora