Capítulo 55

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Después de despedirse de Seokjin, decidió dar una vuelta para despejar su mente antes de llegar a su casa para hacer su tarea y todas esas cosas aburridas.

Jimin no supo cómo o por qué sucedió exactamente, pero 15 minutos más tarde se encontró deteniéndose frente a un gran edificio que vio al pasar. Se le ocurrió una idea realmente irracional, y de verdad que no podía creer que la estaba debatiendo.

Pero él ya estaba haciendo esto. En serio ya estaba haciéndolo.

Rápidamente Jimin condujo de regreso a casa y ni siquiera perdió tiempo en comer antes de mirar los sobres llenos de dinero en el cajón secreto, escogiendo tres realmente gordos. Vio a Yoongi 15 minutos después de las 3 de la tarde mientras lo esperaba, estacionado ilegalmente en la acera frente a la escuela pública, tocó una vez el claxon y fue suficiente para llamar la atención de todos, incluyendo la de Yoongi.

Yoongi frunció el entrecejo y dijo algo a su grupo de amigos antes de que comenzará a caminar. Jimin pulsó el botón a su lado y las puertas se abrieron, y estaba extremadamente consciente del hecho de que las personas estaban filmando y tomándole fotos a su auto.

—¿Qué estás haciendo? —Yoongi preguntó, pero ingresó de todos modos en el auto poniendo la mochila a sus pies.

—Quiero comprarte algo por tu cumpleaños.

—Mi cumpleaños fue hace dos semanas. Y ya me diste algo.

—Sí, pero creo que esto te va a gustar más.

—¿Okay…? —dijo Yoongi inseguro de cuáles eran las intenciones del chico frente al volante.

Jimin tampoco sabía lo que se había apoderado de él, pero quería darle todo a Yoongi.

Pisó el acelerador haciendo que el Lamborghini hiciera un ruido fuerte, y sonrió por las reacciones de los alumnos que los miraban mientras que Yoongi negaba con la cabeza tratando de contener una sonrisa.

—Eres todo un espectáculo. —le dijo una vez que el auto arrancó.

Jimin soltó una risita. —Te encantó, cállate.

—Entonces, ¿a dónde vamos?

—Um... esto va a parecer un poco raro, pero ya verás.

—No es como, algo, realmente caro, ¿verdad? No me gusta cuando actúas como mi Sugar Daddy.

—¿Tu Sugar qué?

—Sugar Daddy. Ya sabes, cuando alguien tiene mucho dinero y lo desperdicia en alguien más.

—No me importa.

—Pero a mí sí. Me siento mal cada vez que me compras algo.

—Nunca te compré nada, Yoongi, excepto esas pastillas.

—¿Es en serio? ¿Qué es esto? ––preguntó Yoongi asombrado cuando el auto se detuvo frente a un edificio de alquiler de motocicletas— ¿Realmente quieres alquilar una moto para mí?

—No, quiero comprarte una.

Yoongi abrió ligeramente la boca por aquella respuesta.

—¡Estás jodidamente loco! ¡No puedes simplemente comprarme una moto! —exclamó mientras se quitaba el cinturón de seguridad.

—Pero puedo. ¿No quieres que lo haga?

—¡Por supuesto que sí! Pero me siento mal.

—Vamos, yo quiero. No es como si tuviera algo más que hacer con el dinero aparte de ahorrarlo.

—Estás fuera de tu jodida mente, Park Jimin. Deberías ahorrar para un yate o una casa con tu novia, o alguna mierda de esas.

—Bueno, primero, ya tengo dinero para un yate; segundo, estoy pensando en romper con Jennie.

BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora