Capítulo 45

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—¿Jimin? —la voz de Jennie se escuchó desde el otro lado.

El ritmo cardiaco de Jimin se aceleró y miró a Yoongi entrando en pánico.

—Debajo de la cama. —le indicó con rigidez.

Yoongi obedeció de inmediato.

Jimin tomó una toalla del baño y la envolvió alrededor de su cintura antes de avanzar hacia la puerta.

—¿Sí? —dijo después de abrirla.

—Yoongi dijo que habías salido al lago pero no te vi ahí.

—Oh, sí... um, quería un poco de aire fresco porque me siento un poco enfermo. Estaba a punto de tomar una ducha y meterme a la cama.

«Por favor no digas que te quedarás conmigo, por favor no digas que te quedarás conmigo», rogó internamente.

—¿Entonces eso significa que ya no vas a bajar? Ni siquiera es medianoche todavía.

—Sí, no creo. Si encuentras a Yoongi dile que feliz cumpleaños de mi parte.

—Lo haré. No te importa que no me quede para acurrucarme contigo, ¿cierto?

Jimin negó con la cabeza, un poco demasiado impaciente.

—Okay… Está bien entonces. Nos vemos. —Jennie sonrió y le dio un besito en los labios.

Jimin se aseguró de que ella estuviera fuera de vista antes de cerrar la puerta y ponerle seguro de nuevo.

—Eso estuvo cerca. —Yoongi exhaló cuando salió de debajo de la cama.

Jimin asintió y entró al baño, cerrando la puerta tras de sí.

Yoongi suspiró y se sentó al pie de la cama, rascándose distraídamente sobre sus brazaletes. Sus cicatrices comenzaban a picar porque no las había abierto en tres días.

Jimin salió del baño quince minutos después solo en boxers, y encontró a Yoongi recostado sobre su abdomen mirando su iPhone.

—¿Conseguiste hacerlo funcionar? —preguntó subiéndose a la cama cerca de la cabeza del otro. 

—Sí, no es tan difícil.

Jimin observó a Yoongi mientras este le enviaba un mensaje a Namjoon diciéndole que ya no regresarían abajo.

—¿Tú... Tú no vas a volver allá? —le preguntó.

Yoongi negó con la cabeza. —No estoy de humor.

Jimin vio el reloj en el celular de Yoongi cambiar, y era oficialmente su cumpleaños.

—Feliz cumpleaños. —le dijo con suavidad.

Yoongi sonrió, sin decir nada.

Jimin se sintió triste de que Yoongi no pensara que su cumpleaños fuera importante. Él siempre estaba emocionado antes, durante y después de su cumpleaños, porque eso significaba regalos y gente haciendo todo lo que él quisiera haciéndolo sentir importante. Pero entonces se sintió aún más triste porque tal vez nadie había hecho eso por Yoongi. Tal vez Yoongi no creía que su cumpleaños era importante porque nadie nunca lo había hecho sentir importante o le había dado regalos. Ese pensamiento hizo que quisiera darle todo lo que tenía, para verlo feliz por una vez.

—Me estás mirando. —habló Yoongi y gateó en la cama para recostar su cabeza contra una de las grandes almohadas.

—¿Puedo ver algo? —Jimin preguntó sintiendo su corazón latir en su garganta.

—¿Qué cosa?

Jimin exhaló y se arrastró hacia Yoongi sentándose entre las piernas abiertas de este, sobre el colchón, le tomó el brazo izquierdo y retiró uno de sus brazaletes. Yoongi apartó su brazo rápidamente.

BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora