Capítulo 52

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Así que diez minutos después, ambos ya se encontraban caminando calle abajo para ir a la farmacia.

—¿No tienes frío? —preguntó Jimin mientras miraba los brazos desnudos de Yoongi.

—Un poco.

—Podrías haber tomado uno de mis abrigos.

Yoongi bufó. —Tus abrigos son demasiado ridículos.

—¡No son ridículos, es moda! No es mi culpa que seas un ignorante.

—Probablemente deberías cuidar lo que dices porque te doblo en fuerza. Podría joderte muy fácilmente.

—No lo harías.

—¿Y por qué no?

Jimin se cruzó de brazos y levantó la barbilla. —Porque soy lindo.

—Sí, eres una delicia.

Jimin hizo un puchero, ignorando la sensación en su estómago por lo cómodo que se sentía bromear con Yoongi.

Entraron a la farmacia, y Yoongi en verdad sostuvo la puerta abierta para que Jimin caminara primero.

—Buenas noches. Um, ¿qué recomienda para el insomnio? —preguntó Jimin al hombre mayor detrás del mostrador, quien solo estaba tratando de resolver su Sudoku.

El farmacéutico levantó la mirada de su periódico. —¿Tiene una prescripción?

—No.

El hombre suspiró y fue hacia uno de los estantes, eligiendo una botella pequeña y regresando al mostrador.

—Necesita tomar una de estas cada noche, de siete a diez días, para que su horario de sueño pueda caer en una rutina. Estas pueden ayudar a dormir de ocho a diez horas, así que asegúrese de tener el tiempo. 

Jimin abrió su billetera y colocó los billetes en el mostrador después de que el farmacéutico le dijera el precio del medicamento, luego tomó el pequeño frasco y lo guardó en el bolsillo de su suéter.

—Gracias, que tenga una buena noche. —dijo y se dio media vuelta.

Yoongi lo siguió, en silencio.

—¿Por qué estás tan callado? —le preguntó Jimin una vez que estuvieron en el camino de regreso a su casa.

Yoongi se encogió de hombros. —No sé qué se suponga que diga.

—"Gracias" sería un comienzo. —dijo Jimin tratando de bromear.

—Me siento como mierda cuando pagas por mí.

—¿Por qué? Me gusta pagar por ti.

—No lo sé... Solo no quiero que pienses que estoy, como que, interesado en tu dinero.

—Oh, pero yo ya sé eso.

—Bueno.

—Estás interesado en mi follable culo.

Yoongi sonrió. —Solo estás buscando cumplidos, ¿verdad?

—Siempre lo estoy pero tienes que aguantarte.

—Lo estoy intentando.

Jimin sonrió para sí mismo y se mordió el labio inferior.

Sus padres no habían llegado a casa mientras ellos estuvieron fuera (¡gracias Dios!), así que Jimin cerró con seguro la puerta de su habitación después de que tirara las cajas de pizza en la basura de afuera.

—Okay, ¿entonces puedes tomar una ahora? Dice que tarda hasta una hora en hacer efecto. Es casi medianoche, así que estarás dormido pronto.

Yoongi se sentó en la cama y Jimin le entregó un vaso de agua junto con una pastilla. Se la tragó rápidamente, y luego levantó la mirada hacia Jimin.

BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora