Capítulo 47

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—¿No tienes sueño?

—No. ¿Tú?

—Un poco.

—Puedes volver adentro, sabes.

—Prefiero quedarme contigo. —Jimin soltó un bostezo—. ¿Puedo dormir con mi cabeza en tu regazo?

Yoongi se encogió de hombros y una vez más se recargó hacia atrás sobre las palmas de sus manos, así Jimin podría acurrucarse y recostar la cabeza sobre su regazo.

Jimin abrió los ojos dos horas más tarde, justo cuando el sol estaba saliendo. Levantó la mirada hacia Yoongi, quien seguía despierto, sus ojos rojos como si no hubiera dormido en días; lucía cansado y demacrado.

—¿Ronqué? —le preguntó una vez que se incorporó, tronando la espalda.

Yoongi negó con la cabeza y levantó la mirada hacia el cielo por un momento.

—Wah, siempre quise ver el amanecer. —dijo Jimin y sacó su celular para tomar una foto.

Sintió un mal sabor en su boca, así que buscó en los bolsillos de la casaca una goma de mascar. Sabía que Yoongi debía tener gomas porque siempre estaba mascando algo. Al final encontró un paquete pequeño y cada uno tomó uno, antes de instalarse en un largo y cómodo silencio.

Jimin notó que Yoongi tenía sus brazaletes de nuevo.

—Feliz cumpleaños. —dijo en un canturreo.

—Ya lo habías dicho antes.

—Solo quiero que sepas que, um... me alegra que hayas nacido. 

Yoongi se giró a mirarlo y Jimin le sonrió, e inevitablemente se inclinó para presionar sus labios juntos, profundizando luego el beso chupándole el labio inferior y mordisquearlo.

—Deberíamos volver antes de que alguien se despierte. —Jimin sugirió alejándose.

Yoongi asintió reprimiendo algo que quería decir y se puso de pie.



••••



Eran las 8 a. m. cuando volvieron a la casa, y la gente seguía durmiendo. Jimin sabía que tenían que desalojar la casa a las 12 del mediodía, así que le pidió a Yoongi que despertara a todos mientras él limpiaba.

Para las 11:30 ya casi todo el mundo se había ido. La gente parecía haberse divertido de verdad porque volvieron a agradecerle por la invitación y le desearon un feliz cumpleaños a Yoongi de nuevo.

Antes de salir de la casa, Jimin tomó una ducha rápida para quitarse el olor a cigarrillo.

—¿Puedo ir a tu casa para almorzar? —Jennie preguntó.

Jimin levantó la mirada hacia ella mientras abría el auto y seguidamente echó una mirada rápida en dirección a Yoongi, quien se encontraba entrando al auto con Jungkook.

—Um, ¿no vas a ir a la iglesia hoy? —indagó.

—Tú tampoco irás.

—Oh... Está bien entonces. Podemos... Podemos ir por algo a Ramsay's si tú quieres.

Jennie asintió con entusiasmo ante la sugerencia.

Una hora más tarde ambos se encontraban sentados en una mesa del rincón, con la comida ya frente a ellos.

—¿De quién fue la idea de hacer esta fiesta para Yoongi? —preguntó de repente Jennie mientras cortaba su pollo.

—Um, de Seokjin. Yo solo ofrecí la casa. ¿Por qué?

BEBÉ, EL CIELO ESTÁ EN TUS OJOS. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora