Capítulo 1. El Día de la Boda

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¿Imaginas ver tu boda cancelada en el altar?

Esa fue mi realidad.

Yo, Anastasia Paine Johnson, hija primogénita del millonario Bruce Paine, con una belleza que cautiva a todos, vi cómo mi sueño de boda se desvanecía en un instante.

Anastasia, radiante con sus ojos color verde esmeralda y su sonrisa contagiosa, caminaría hacia el altar, con el corazón lleno de ilusión, sin imaginar que la felicidad estaba a punto de convertirse en una amarga desilusión.

-¡Anna, deja de moverte tanto! - exclamó Kate con una mezcla de nerviosismo y diversión.

-¡Por Dios, mujer! ¡Pareces un trompo! -, agregó con una sonrisa pícara. Su amiga, la observaba con cariño y preocupación.

-Tranquila, Ana- le susurró. -Todo saldrá bien.

Pero en el fondo, Anna sabía que algo no estaba bien.

Mis manos temblaban mientras me miraba en el espejo. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, como un tambor desenfrenado. Un torbellino de emociones me invadía: alegría, nerviosismo, incertidumbre.

-¿Y si estoy cometiendo un error? - pensó con un nudo en la garganta.

-¡Ay, Kate, no puedo creerlo! ¡Estoy a punto de casarme! -exclamó con una mezcla de emoción y nerviosismo.

-Tranquila, Anna - respondió Kate con una sonrisa tranquilizadora.

-Respira profundo... inhala... y exhala. Todo está bien. Mírate, estás radiante con ese vestido blanco. ¡Te ves hermosa!

El vestido de Anna era una obra de arte, con un corte princesa que resaltaba su esbelta figura. El encaje fino adornaba el corpiño y la falda, creando un efecto etéreo y romántico. Su maquillaje era natural y elegante, resaltando sus hermosos ojos y labios. El peinado, un recogido suelto con ondas suaves, enmarcó su rostro con delicadeza.

-Tienes razón- dijo Anna, tratando de calmarse.

.....

Mi madre, Alice, me miró con los ojos llenos de lágrimas y una sonrisa radiante.

-¡Oh, cariño! - exclamó con voz emocionada.

-Te ves hermosa, absolutamente perfecta para este día tan especial.

-Hermosa no, estás bellísima- exclamó mi hermana Isa, con un brillo de orgullo en sus ojos.

Tras la puerta entreabierta, pude distinguir la imponente figura de mi padre, bañada por la tenue luz del pasillo. Su rostro, serio y solemne, expresaba una mezcla de emoción y orgullo.

-Lista - dijo con una voz profunda y resonante que retumbó en el silencio de la habitación. Tomó mi mano con firmeza, transmitiéndome una calidez que contrastaba con la frialdad del metal del picaporte. Su brazo, fuerte y seguro, me guio con paso firme hacia el destino que nos esperaba.

En ese momento, no sabía qué me deparaba el futuro, pero la intensidad de sus emociones me contagió, y una mezcla de nerviosismo y emoción recorrió mi cuerpo. Radiante y resplandeciente, como una diosa bajada del cielo, mi madre me esperaba al otro lado de la puerta, lista para acompañarme en este nuevo capítulo de nuestras vidas.

Y sí, me sentía hermosa, bella y feliz. A pesar de que muchos de mis amigos y familiares pensaban que casarse a los 20 años era una locura, yo estaba convencida de que había encontrado el amor verdadero en mi prometido y que estaba lista para comenzar una vida juntos.

......

En el corazón de la villa de los Lancaster, un oasis de lujo y opulencia, daba inicio a un sueño: la boda de Anastasia Paine. Entre el embriagador aroma de las flores y la melodía de la música, Anastasia, radiante con su vestido blanco y sus hipnotizantes ojos verde esmeralda, se preparaba para dar el "sí, quiero" al hombre que amaba: Bratt Lancaster.

Bajo un cielo azul que parecía sonreír a la pareja, la ceremonia se celebró en un jardín al aire libre. Flores frescas adornaban con delicadeza el altar y el pasillo, creando una atmósfera romántica y encantadora que invitaba a la celebración del amor.

......

Caminaba por el largo pasillo del brazo de mi padre, hacia el altar donde me esperaba mi futuro esposo. Su figura se recortaba imponente contra el fondo dorado del retablo. La mirada de mi futuro esposo me llenó de una extraña inquietud. Sus ojos, antes llenos de alegría, ahora brillaban con una mezcla de nerviosismo y preocupación. ¿Sería posible que no estuviera tan seguro de lo que quería?

A pesar de la evidente tensión de mi prometido, yo caminaba hacia él con una mezcla de ilusión y aprensión.

Me sentía como una niña jugando a ser princesa, sin ser consciente del verdadero significado del compromiso que estaba a punto de adquirir.

....

Engalanados con sus mejores atuendos, los invitados se sumían en un silencio expectante mientras Anna y su prometido se entregaban promesas de amor eterna. Sus miradas, cargadas de emoción, se cruzaban con ternura mientras sus palabras, llenas de sentimiento, resonaban en el aire. La atmósfera vibraba con la intensidad de su amor, contagiando a todos los presentes de una profunda conmoción.

.....

Un silencio sepulcral se apoderó del recinto cuando el sacerdote pronunció las palabras: "Si alguien tiene algún impedimento para celebrar esta boda que hable ahora o calle para siempre".

¿Y saben que paso?...

De repente, una figura femenina irrumpió en el altar, rompiendo el silencio con un grito desgarrador. Era una mujer embarazada, con el rostro lleno de ira y dolor. Se acercó a Bratt con paso firme y le propinó una sonora bofetada que lo dejó atónito.

-¡Mentiroso! - gritó con furia. -¡Me has engañado a mí y a nuestro hijo por esta mujer!

Un murmullo expectante se elevó entre los invitados, seguido de un estallido de sorpresa que resonó en todo el recinto. Las miradas se cruzaban con desconcierto, buscando la fuente de la conmoción. Unos murmuraban entre dientes, otros se levantaban de sus asientos, y algunos incluso exclamaban palabras de asombro. La tensión era palpable en el aire, mientras todos se preguntaban qué estaba sucediendo.

El Renacer de un CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora