El Renacer de un Corazón

Capítulo 8. Hard Rock Café

La mañana se abrió paso, un cosquilleo de nervios y emoción recorría mi cuerpo mientras me dirigía al Hard Rock Café, lista para mi cita con Bratt. El ambiente del lugar, impregnado de música rockera y decorado icónico, solo amplificaba la mezcla de sensaciones que me invadían.

Al cruzar la puerta, un torrente de sonido me envolvió, pero mi atención se centró de inmediato en la figura de Bratt, que se acercaba con una sonrisa radiante que iluminó su rostro al verme. Sus ojos, cálidos y acogedores, se clavaron en los míos y, sin mediar palabra, tomó mi mano con una suavidad que me erizó la piel. En ese instante, supe que el encuentro sería mágico.

- ¡Hola! Me alegra muchísimo verte. -me acerco con una sonrisa radiante y le doy un beso en la mejilla.

- ¡Hola! Igualmente. Te ves hermosa - me mira a los ojos con una expresión encantadora y me da un beso en la mejilla

- Gracias, Bratt. Tú también te ves muy bien. - Sonrío con timidez sintiendo un rubor subir a mis mejillas. Me arregló un poco el cabello, jugando con un mechón entre mis dedos.

- Me encanta verte tan radiante. ¿Lista para pasarla genial? - él me observa con atención en mi intento de coqueteo.

- ¡Por supuesto! He estado esperando este momento desde que hablamos por teléfono. -asiento con entusiasmo

.....

La conversación fluyó de manera natural, como si nos conociéramos de toda la vida. Descubrimos que compartíamos un gusto por la lectura, el arte y pasar tiempo con nuestros seres queridos.

- ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? - me preguntó Bratt, con una mirada curiosa en sus ojos.

- Me encanta leer, dibujar y pasar tiempo con mis amigos y familiares - le respondí-¿Y tú?

- Me apasiona la música - confesó Bratt, sus ojos brillando con entusiasmo - Me gusta tocar la guitarra, hacer senderismo y ver películas.

- Ahora entiendo por qué elegiste este lugar - dije, mirando a mi alrededor y tomando en cuenta la decoración rockera del Hard Rock Café.

- ¡Jajaja! - exclamó Bratt - Este lugar me encanta por su temática del rock - explicó - Hay guitarras de grupos famosos y, mientras te sirven la comida, puedes ver videoclips de bandas de este género.

- ¡Qué genial! - exclamé, contagiada por su entusiasmo. -Me gusta mucho. Tenemos muchas cosas en común.

...

Las horas pasaron volando mientras conversábamos, comíamos y nos conocíamos mejor. Cada palabra, cada gesto, cada mirada nos acercaba más. Sentía una conexión cada vez más fuerte con Bratt, una conexión que iba más allá de la simple atracción física. Era amor, el más puro y sincero.

Al final de la noche, nos despedimos con un abrazo cálido y una promesa de volver a vernos pronto. Al alejarme, no pude evitar sonreír. Sabía que esta había sido una cita especial, una que marcaría un antes y un después en mi vida.

.......

Era como si un torbellino de emociones se hubiera apoderado de mi vida desde aquel primer encuentro hace un mes. Cada día, sin falta, llegaban sus mensajes y llamadas, llenando mi mundo de alegría y emoción.

Un nuevo mensaje de Bratt iluminó mi pantalla, y mi corazón dio un vuelco de emoción al leer sus palabras: "¿Te gustaría ir al cine conmigo este fin de semana?". La idea me llenó de una mezcla de nerviosismo y alegría. Era la oportunidad perfecta para pasar más tiempo juntos, para profundizar en esa conexión que me cautivaba cada día con más fuerza.

....

El día de la cita llegó, y un mar de dudas invadió mi mente. "¿Qué me pongo? ¿Un vestido elegante, unos jeans casuales o una falda favorecedora?". Cada prenda representaba una faceta de mi personalidad, pero la decisión final recaía en lo que Bratt me hiciera sentir. Finalmente, opté por una blusa de manga larga color rojo borgoña, que combinaba con unos jeans y una chaqueta para combatir el frío de la noche.

- ¡Hola, preciosa! ¿Estás lista para tu cita? - dice mi mamá entrando a mi habitación

-¡Mamá! No es una cita, solo voy al cine con Bratt. - le dijo sonrojándome.

- Ya lo sé, ya lo sé. Pero igual hay que estar preparada para causar una buena impresión - me dice alzando los hombros.

- Mamá, ya te he dicho que Bratt y yo solo somos amigos. - le digo en tono serio.

- Claro que sí, mi amor. Pero nunca se sabe lo que puede pasar en el futuro. Además, es bueno que te arregles un poco para sentirte más segura de ti misma - me dice seriamente

- ¿Te gusta mi atuendo? - le digo mientras la miro - ¿Qué opinas de mi nuevo corte de pelo?

- ¡Me encanta!. Te queda muy bien - Ella asiente con la cabeza en señal de aprobación.

- Gracias, mamá. - le digo tomando sus manos

- ¿Y ya sabes qué película van a ver? - me dice arreglándome un poco la blusa.

- No, todavía no lo hemos decidido. Bratt dijo que quería ver algo de acción, pero yo preferiría una comedia romántica - le comento alzando mis hombros.

- ¡Ay, el amor! Siempre buscando la manera de hacernos sentir mariposas en el estómago - me dice en tono alegre

- ¡Mamá! - exclamo y me rio junto con ella.

- Bueno, que te diviertas mucho, mi amor. Y ya sabes, si necesitas algo, solo llámame - me da un abrazo

- Gracias, mamá. Te quiero mucho - le digo mientras me dejo envolver por sus brazos.

- Yo también te quiero mucho, mi niña - En ese momento, escucho el timbre de la puerta.

- ¡Ya debe ser Bratt! - exclamó soltando un suspiro.

Me despido de mi madre con un beso en la mejilla y bajo las escaleras, sumida en una mezcla de emoción y nerviosismo. Sus palabras de despedida aún retumban en mi mente: "Diviértete, cariño, pero ten cuidado".

Mientras desciendo los peldaños, puedo escucharla hablando por teléfono con voz baja. Aunque no logro distinguir las palabras, estoy segura de que es papá, poniéndolo al día sobre mi salida con Bratt.

Imagino su rostro mientras habla, con una sonrisa tenue en los labios y una mirada llena de cariño. Sé que se preocupa por mí y que solo quiere lo mejor, y eso me enternece. Un cosquilleo de agradecimiento recorre mi pecho por el amor y apoyo incondicional que siempre me brinda.

Al llegar al final de la escalera, tomo aire fresco y me preparo para enfrentar la noche. Un nuevo torrente de emociones me invade: la adrenalina de lo desconocido, la alegría de reencontrarme con Bratt y la incertidumbre de lo que depara el futuro. Pero en el fondo, sé que todo estará bien. Confío en mí misma y en la conexión especial que tengo con Bratt. Esta noche será inolvidable.

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