Capítulo 17. Despedida y Nuevo Inicio.

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El eco del adiós a Kate aún resuena en mi mente mientras acomodo mis maletas sobre el suelo. El boleto de avión, símbolo de mi salto al vacío, yace sobre el tocador, anticipando el inminente viaje a Londres. En pocas horas, estaré cruzando el Atlántico, aterrizando en la vibrante ciudad que será mi nuevo hogar.

Un torbellino de emociones me invade: la adrenalina del espíritu aventurero que anhela nuevos desafíos, la sed de conocimiento de una mente ávida por explorar un universo de experiencias, y al mismo tiempo, la inevitable dosis de nerviosismo y temor a lo desconocido.

Tocan la puerta de la habitación, aunque está abierta. Papá me observa desde el umbral.

—¿Puedo pasar? — asiento con la cabeza

Mi padre entra y se sienta en el borde de la cama.

— No te quedes hasta tarde en la escuela, ¿de acuerdo? Y si sales de fiesta, ten mucho cuidado en las calles. Londres es muy diferente a casa, y me da miedo que te pase algo.

—Tranquilo, papá. Te hablaré todas las noches, ¿te parece bien? — papá asiente con la cabeza, viéndose un poco más tranquilo

— Sé que no he sido la mejor hija últimamente, pero ustedes son lo más importante que tengo en mi vida. No quiero que piensen que fallaron en protegerme. — mi voz se quiebra y un nudo se forma en mi garganta. — Perdón por no haberles hecho caso. Lo que pasa es que... realmente estaba enamorada de él. No quise ver las señales, me aferré a ese amor tan inesperado. Quería tener mi propio cuento de hadas. Lo siento tanto.

Ambos comenzamos a llorar, sin pensarlo me inclino y lo abrazo.

— Te amo, hija — me susurra

...

Por la tarde, la calidez de nuestro hogar se intensifica con el aroma a la lasaña casera que prepara mamá. La mesa está adornada con la vajilla fina y las copas de cristal que solo se usan para ocasiones especiales. Solamente la familia se ha reunido expectante, y contagiada de una mezcla de emoción y nostalgia.

En el centro de la mesa, Anna, irradia una sonrisa nerviosa. Está a punto de emprender el viaje de su vida: estudiar en la prestigiosa London Business School (LBS). La ciudad que apenas conoce la espera con sus calles adoquinadas, sus imponentes edificios y su ritmo frenético.

Ante la familia reunida, su padre, Bruce, levanta su copa para brindar.

— Por Anna, por su futuro brillante y por las oportunidades que la esperan en Londres — dice con voz conmovida. La familia choca las copas, contagiada de un brindis agridulce.

Entre anécdotas de la infancia y consejos para la nueva vida, la comida transcurre en un ambiente de alegría y nostalgia. Anna escucha con atención los sabios consejos de sus padres y abuelos, absorbiendo cada palabra como si fuera un tesoro.

....

El ambiente es una mezcla de emoción, tristeza y esperanza. Los primeros rayos de sol se asoman por el horizonte, iluminando la sala de espera del aeropuerto. El bullicio de los pasajeros que se preparan para sus viajes se mezcla con las despedidas de familiares y amigos.

Anna y su madre se abrazan con fuerza. El abrazo es prolongado y silencioso, cargado de un sinfín de emociones. Su madre acaricia su cabello y le susurra palabras de aliento al oído. Anna siente un nudo de emoción en la garganta y las lágrimas amenazan con brotar de sus ojos.

— Te voy a extrañar mucho, mamá — susurro entre lágrimas.

— Y yo a ti, mi niña — responde ella, acariciando mi cabello. — Pero recuerda que siempre estaremos aquí para ti, no importa la distancia.

El Renacer de un CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora