El Renacer de un Corazón

Capítulo 16. Mentiras y Manipulación

Residencia Lancaster.

Al borde de la quiebra, la familia Lancaster vio en la boda con la joven Paine un salvavidas. Lejos de mostrar reticencias, acogieron con entusiasmo los nuevos términos del acuerdo prenupcial, que veían como una oportunidad inmejorable para salvar su empresa. Para el Sr. Lancaster, un hombre de agudo ingenio y ambición desmedida, la boda era solo un paso más en su plan para alcanzar la riqueza y el poder. Ya había ideado un astuto plan para solicitar un préstamo sustancial a los Paine tras el enlace, utilizando el nuevo parentesco como garantía y palanca de negociación.

— Todo está saliendo a la perfección. Mónica, mi querida Mónica, ha jugado su papel a la perfección. La dulce niña Paine ni siquiera sospecha lo que le espera. — lo dice mientras mira por el balcón de su habitación los preparativos finales de la boda de su hijo. Con un aire de satisfacción que se dibuja en su rostro.

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— Cariño, todo está listo. La ceremonia comenzará en una hora — la voz de Mónica llama mi atención.

— Excelente, Mónica. Has hecho un trabajo impecable. No puedo estar más orgulloso de ti.

— Gracias, Hugo. Solo hago lo que mejor sé hacer por ti y por la familia.

— Y yo te lo recompensaré generosamente, créeme.

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Los minutos empiezan a transcurrir favorablemente para la Familia Lancaster que se encuentra reunida en la sala, visiblemente nerviosa pero también con un dejo de esperanza.

— No puedo creer que el gran día haya llegado. Estoy tan emocionada por mi hijo. — exclama Mónica

— Yo también, querida. Esta boda significa un nuevo comienzo para nuestra familia. Un futuro lleno de prosperidad y oportunidades.

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En el jardín de la Mansión Lancaster, un aire de sofisticación y alegría envolvía a los invitados que comenzaban a llegar para celebrar la boda. Entre sonrisas y felicitaciones, los asistentes se paseaban por el cuidado césped, adornado con flores de colores vibrantes y elegantes arreglos florales. La música suave amenizaba el ambiente mientras los camareros ofrecían exquisitos canapés y refrescantes bebidas.

— Bienvenido a la boda de mi hijo. Es un honor contar con su presencia. — saludo cortésmente a mi futuro socio el gobernador Hoffman

— El honor es mío, señor Lancaster. Estoy seguro de que será una boda inolvidable.

— No tengo ninguna duda. Mi hijo se casa con una mujer maravillosa.

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Una nube de incertidumbre oscurece su rostro mientras murmura una plegaria. Ruega porque él se haya hecho cargo del problema y lo haya neutralizado. Al fin y al cabo, lo había criado a su imagen y semejanza... ¿o acaso se había equivocado? Su rostro, habitualmente impasible, ahora refleja una mezcla de ansiedad y arrogancia. Sus manos, acostumbradas a empuñar las riendas del poder, ahora tiemblan ligeramente por la incertidumbre. A tan solo unas horas de saborear las mieles del poder, el aroma de la riqueza ya embriaga el aire. Las horas se escurren como arena entre sus dedos mientras la ansiada cumbre del poder se acerca cada vez más, alimentando su ambición desmedida.

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Bratt Lancaster

Me miro en el espejo mientras me terminó de arreglar para la boda. Un traje impecable cubre mi cuerpo, pero mi expresión dista mucho de ser la de un novio feliz. El pensamiento cruza por mi mente: "Hoy se cumple el sueño de mi padre, no el mío. Me convierto en un títere dorado, un trofeo para su ambición desmedida. Pero no por mucho tiempo."