El día aún no terminaba y estaba por irme a casa cuando, de repente, en la parada veo que me estaba esperando nada más ni nada menos que Wille.
Y admito que ya comenzaba a aburrirme.
- Que haces aquí?
- Escuché que hoy le harían la iniciación a Margarette y pensé que tal vez te gustaría ir conmigo a la fiesta que harán después.
- Y que te hace pensar que yo quiero ir una fiesta de Hillerska?
El sabía perfectamente que odiaba eso de las iniciaciones entonces su pregunta e invitación no tenían sentido.
- Bueno en realidad solo vine a pedirte que por favor no te vayas.
Como dije ya su insistencia comenzaba a cansarme, a aburrirme ya no sabía en que idioma decirle que me dejara tranquilo que lo tuvimos ya se acabó.
- Solo quiero que entiendas esto de una vez y es que necesito mi espacio me persigues como un perro e insistes en que debemos conversar cuando ya está todo dicho por favor da vuelta la página y olvídate de mí, superame.
Decirle eso se sintió como si cien camiones pasaran por encima de mi y si yo estaba sintiendo eso me imagino la cantidad de cosas que estaban pasando por su cabeza.
- Así de fácil te olvidaste de mí?
- Lo que tuvimos, a pesar de todo, fue hermoso pero llegué a un límite en el que simplemente ya no quiero estar contigo, no puedo más.
Le terminé diciendo que siempre será el mejor recuerdo y que tendrá un espacio muy importante en mi corazón.
- Y que hay con lo que siento Simón?
Odiaba verlo triste y deprimido pero que más podía hacer.
- Ya encontrarás a alguien que te haga sentir vivo otra vez ya pasará, te quiero.
Por fortuna el autobús pasó rápido o de lo contrario no se que otra podría decirle.
El camino hacía mi casa no tomaba más de veinticinco minutos de los cuales, la mitad de ellos me vine pensando en él y más de alguna lágrimas rodó por mis mejillas.
Le mentí al decirle que lo había superado pero como ya le había dicho fueron muchas cosas las me fueron decepcionado de él.
Por lo que siento que tomé la mejor desición pero entonces por que me sentía tan mal?
Se que nunca es fácil terminar una relación pero con Wille ya habíamos terminado hace rato a lo mejor lo que me estaba afectando es que también terminé con la amistad y eso es algo que también duele bastante pero si le seguía dando esperanzas más daño le iba a hacer y quería seguir rompiéndole su corazón.
- Tienes que salirte de esa escuela Simón y así podrás sacarte a Wille de la cabeza y a todas esas tonteras que hacen en Hillerska.
- Si pero no es tan fácil Rosh, Sara no se quiere ir a ella le encanta fingir alguien que no es y además mamá no puede pagar por escuelas.
Mi amiga tenía razón pero cambiarse de escuela a dos meses de que cierre el año y empezar nuestro último año en otro lugar no era tarea sencilla.
- Solo te estaba dando un consejo para que por fin te puedas olvidar de él pero cambiando de tema, recuerda que mañana es el partido y quiero contar con tu presencia, recuerda es a las seis, nos vemos.
Para la mañana siguiente me reuní con mis amigos e ingresamos a la campo de fútbol y mientras Rosh ensayaba mi otro amigo Ayub y yo conversábamos en una de las gradas. Eran temas sencillos, banales y sin tanta importancia pero me sirvieron para despejar la mente y pensar en otra cosa que no sea en Wille a pesar de que en este lugar fue donde lo rescaté.
Aún recuerdo esa noche cuando llamó estando muy ebrio e incluso empastillado solo para decirme que yo le gustaba, que me encontraba lindo y algunas palabras que parecían ser un poema. Pensaba que el efecto de las antidepresivas que había tomado, me estaba diciendo todo esto, cuando en realidad me lo decía en serio.
Que lindos recuerdos me vinieron a la mente con tan solo estar ese campo de fútbol. Aunque mucho de esos recuerdos también fueron muy malos ya que es mismo día después de rescatarlo y de llevarlo a su habitación en Hillerska fue el mismo día en que alguien nos había grabado con su teléfono mientras nos besamos y teníamos nuestro momento de intimidad.
Estaba tan sumido en mis pensamientos que no escuché cuando Ayub me estaba preguntando algo que no recuerdo que exactamente que era.
- Estás bien Simón?
- Si, porque piensas que no lo estoy.
- Hace rato te hice una pregunta y parecía que no estabas escuchando.
Me disculpe porque necesitaba estar unos momentos a solas.
Por mucho que lo intentara no podía dejar de pensar en el chico que aún me gustaba haciéndome, incluso, dudar si haber cortado lazos con él fue una buena idea.
El día y las horas pasaron rápidamente y ya estaba por comenzar el juego y el equipo de mi amiga, había anotado su primer gol y asi transcurrió todo el primer tiempo.
Pero ya cuando este ya estaba por empezar el segundo tiempo vi que todas las miradas del público y de las mismas jugadoras se enfocaban en algo totalmente ajeno al juego.
- Pero que está pasando?
En eso siento que Ayub tocó mi hombro y señaló hacía una balla en donde estaba parado el famoso príncipe Wilhelm.
El juez del juego tuvo que pedirle que se fuera y así poder retomar el partido
- No, no me iré hasta hablar con Simón Ericsson y es ese que está allá- Señalandome.
- Creo que deberías ir o esto no se calmara y la gente hablará, será peor - Me aconsejo, la única persona que estuvo a mi lado, Ayub.
- No se si debería...
Además Wille venía tal y como lo recordé, fue como si la historia se repitiera.
Tomé la desición de ir a hablar con él con intención de pedirle que por favor se fuera.
- Que parte de 'necesito mí espacio' no te quedó claro.
- Te amo Simón - Lo decía con tristeza y a pesar de su estado etílico, estaba seguro que lo decía sinceramente. Por un segundo ablandó mi corazón, sin embargo, me mantuve firme en el que ya no iba a haber marcha atrás.
- Se que en el fondo tu también me amas, por que no lo admites y dejas esta idea absurda de no querer estar conmigo.
- Wille por favor basta vete a casa y no busques más.
Luego de eso, recuerdo que se acercó Rosh muy enojada a decirnos que o se iba él o tendríamos que ir ambos.
- Tu decides Simón - Agregó.
- Iré a dejarlo a la escuela y vuelvo. Y al oído le dije que él no estaba bien.
Salí del campo de juego y caminé junto a él lo más lejos que se pudo.
- Como llegaste hasta acá?
- No lo se, solo caminé hasta llegar a Bjästard.
Quedé sorprendido al decirme que caminó casi cuarentaicinco minutos y en ese estado, pudo haberle pasado algo.
- Ven nos iremos de la misma forma en la que llegaste - Tomé de su mano y emprendimos el viaje. Y durante este, Wille se detuvo varias veces a vomitar mientras que yo lo ayudaba.
Y con el simple gesto de acariciarle la espalda, una sensación extraña invadio mi mente como si ese pequeño gesto me hiciera darte cuenta de mucho que todavía lo amaba.
- Vas a estar bien.
- Gracias Simón.
Después de un buen rato logramos llegar a su habitación en Hillerska donde lo recosté en su cama, le quité sus zapatos y su chaqueta de jeans para luego arroparlo y acompañarlo hasta que este se durmiera. Cuando finalmente cayó en un sueño profundo, mi plan era irme pero al verlo tan indefenso opté por quedarme junto a él acariciándole la mejilla, jugando su pelo y ganas de besar sus labios en forma de corazón y además diciéndole cosas al oído que tal vez nunca escuche.
ESTÁS LEYENDO
¿ Por Qué Nada De Lo Que Hago Te Parece Suficiente?
FanfictionImaginémonos Que Esta Es La Continuación De Una Historia Que Ya Conocemos De Young Royals