Parecía niño con juguete nuevo al tener a mi novio en mi casa después de mucho tiempo. Por esta razón es quería pasar el mayor tiempo posible con él.
- Oye en que piensas?
- No te lo voy a decir, tendrás que averiguarlo por ti mismo.
Ambos sonreímos antes de volver a revolcarnos en mi cama mientras nos besabamos apacionadamente hasta que caí sobre él, justo como siempre había soñado tenerlo. Haciéndome quedar por varios segundos completamente hipnotizado viéndolo fijamente a sus ojos, mi corazón latía con fuerza e incluso sin poder controlar mi propia respiración.
- Quiero estar contigo Wille.
Todo parecía que este era el escenario perfecto para él y yo hiciéramos el amor después de tanto tiempo, sin embargo, ocurrió algo que no vi venir.
- Que es esto Simón? - Riéndose, por supuesto mientras que yo me paralizaba por la vergüenza.
Wille había encontrado un chaleco rojo que una vez le tomé prestado cuando creí que dejaría Hillerska. Obviamente pensaba en devolvérselo algún día pero eso nunca ocurrió.
Le expliqué mia razones del porque lo tenía pero no supe explicarle porque lo guardaba bajo mi almohada.
- Lo único que puedo decirte es que con tu chaleco puesto encontré la inspiración para cambiarle la letra a nuestro himno escolar, en otras palabras fuiste mi musa, te amo.
- Entonces puedes quedartelo, te quedará mejor que a mi, también te amo.
Por supuesto que después de eso nos volvimos a besar y esta vez si pudimos hacer el amor en mi cuarto y fue tan hermoso que tuve que pelliscarme varias veces para darme cuenta que no estaba soñando, que era real.
- Creo que nunca más volveré a lavar estas sábanas.
- Las tonteras que dices mi amor pero me encanta ese sentido del humor que tienes y hace que me enamore más de ti Simón.
De pronto se sentó en la cama, parecía pensativo y yo, siendo un buen novio, apoyé mi cabeza en su hombro y lo abracé con fuerzas.
- Sabes que me encanta estar contigo.
Y quería decirle tantas cosas más pero descubrí que ya las palabras sobraban obligándome a besarle su cuello y espalda.
- Si no hubiese sido un príncipe todo hubiese sido más fácil para nosotros.
- O tal vez hubiese ocurrido todo lo contrario, no lo sabemos Wille, lo importante es que ahora estamos juntos y estamos bien, lo demás ya no importa tendré que aprender a vivir con eso y acostumbrarme a que me enamoré de alguien de la realeza y juntos podemos cambiar el mundo y haremos que este país presente a su único príncipe homosexual como se merece y yo estaré a tu lado como tu novio sin importar lo que piensen los homofóbicos o ciertos grupos religiosos y haremos un gran cambio.
Todas las palabras brotaron desde lo más profundo de mi corazón pero era lo que sentía en ese momento.
- Como lo haces?
- Hacer que?
- Como lo haces para que todo lo dices o haces parezca perfecto o como lo haces para yo me sienta mejor, aunque en realidad aquí contigo me siento muy bien, me siento feliz y más enamorado que nunca, quisiera que este fin de semana nunca se acabara te amo demasiado.
Si bien me dijo que estaba bien y tranquilo había algo que me hacía dudar como si realmente quisiera decirme algo. Intenté preguntarle muchas veces pero si respuesta siempre era misma, que estaba y que no tenía que preocuparme.
Me rendí y opté por creerle, aunque en el fondo pensaba lo contrario.
Todo iba muy bien entre nosotros hasta que mamá interrumpió nuestro momento avisándonos de la que cena estaba lista y para ser honestos ninguno de los dos tenía hambre pero tampoco queríamos que mi mamá comiera sola.
- Vamos - Le decía mientras tomaba de su mano y terminamos de vestirnos.
- Y cómo estuvo el estudio chicos?
Wille y yo nos miramos y no pudimos evitar sonreir discretamente recordando que hicimos de todo en mi cuarto, excepto estudiar que era una de las principales razones por las que él estaba en mi casa.
- Si, estuvo bien y creo que aprobaremos.
Nunca antes le había mentido tan descaradamente a mi mamá pero si le decía la verdad, tal vez no volvería a confiar en mi y yo no quería volver a pasar por eso otra vez.
- Y te sientes cómodo en nuestra casa Wilhelm?
- Si, aquí me siento como si estuviera dentro de una familia normal y tu Linda eres como una madre para mi, gracias por aceptarme en tu casa y gracias a ti mi amor por invitarme - Tomando de nuestras manos entrelazando nuestros dedos.
- Me alegro de que estén disfrutando sigan así y mañana nos veremos en el desayuno, que descansen.
- Gracias, igualmente - Después de eso, le tomé la mano a Wille y juntos regresamos a mi cuarto.
Quería continuar con lo que habíamos dejado a medias colocando mis brazos al rededor de su cuello besándolo apasionadamente para luego lanzarlo a mi cama acostarme sobre él mientras seguíamos con nuestros besos hasta
quedarnos dormidos.
Para cuando desperté esa mañana sentí como su brazo me envolvía, estaba tratando de decirme que no quería perderme cuando obviamente no pensaba en irme a ninguna parte.
Y mientras él dormía aproveche para acariciar su mejilla con suavidad para no despertarlo ya que se veía hermoso, pero a los pocos minutos comenzó a abrir sus ojos.
- Hola, como dormiste?
- Bien aunque tienes unas manos muy heladas.
Haciendo alusión a que sintió mis manos cuando tocaba su bello rostro dormido.
Aquel comentario me hizo recordar a la ves que estuvimos juntos en Hillerska la primera vez que dormí en su cuarto y lo primero que le dije esa mañana fue que tenía un terrible aliento. Ese fue un maravilloso día independiente de lo que pasó después.
- En que piensas?
- Solo estaba recordando cuando dijiste que yo te gustaba después tuve que ir a rescatarte al campo de fútbol.
- Como olvidar ese día, gracias por salvarme estaré siempre en deuda contigo.
- No digas tonteras Wille no me debes nada porque igual te hubiese ayudado, no podía dejarte ahí en el frío.
Agregando después que si lo dejaba en ese campo de fútbol en esa fría noche se iba a enfermar.
- Seguro que fue por eso?
- Si por que pensarías lo contrario?
De pronto se colocó sobre mi y comenzó a acariciar mi cabello y besarme no solo en mis labios, sino que también en otras partes de mi cuerpo lo que fue extremadamente exitante.
- Te gusta?
- Tu que crees.
Me estaba por entregar a sus encantos y solo dejarnos llevar por la pasión pero lamentablemente fuimos interrumpidos por mi mamá que entró sin golpear.
- Mamá! - Exclamé
- Siento por haber entrado de esta manera pero es que están tus amigos en la sala y preguntan por ti.
Agregando que por mucho que les dijo que yo estaba ocupado con Wille, ellos insistían en que tenían que hablar conmigo.
- Le digo que se vayan o...
- No, yo iré a hablar con ellos, gracias mamá.
Nunca olvidaré la cara de decepción que colocó mi novio al enterarse que Rosh y Ajub habían venido sin avisar.
- Prometo que volveré luego y retomaremos lo que dejamos pendiente.
Tratando un poco de calmar las aguas, sin embargo, no me respondió. Estaba muy enojado y yo también pero no con él sino que con las personas que suponían que eran mis amigos.
- Que están haciendo aquí?
- Tranquilo solo vinimos porque estábamos preocupados por ti.
Cuando dijeron que estaban preocupados me pareció extraño porque ni siquiera estaba enfermo como para haberlos asustado.
- Ayer te estuvimos llamando y como no contestaste pensamos que te había pasado algo como para haberte perdido el juego ayer y juzgando por tu rostro olvidaste que ayer jugaba el partido de la vida y no estuviste ahí Simón y eso me dolió.
No pude evitar sentirme triste y como el peor amigo de todos. Traté de disculparme pero todo fue en vano.
- Y sabes lo más me duele Simón? Tu preferiste estar con Wille en vez de apoyar a quien se supone que es tu mejor amiga, que bajo haz caído.
Dejándome en claro de que ya no éramos amigos.
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¿ Por Qué Nada De Lo Que Hago Te Parece Suficiente?
FanficImaginémonos Que Esta Es La Continuación De Una Historia Que Ya Conocemos De Young Royals