Los eventos históricos narrados en esta historia son una reinterpretación y reimaginación de eventos históricos reales
Las sombras de los muros y del suelo de la celda se deslizaron a la esquina contraria a él, como corrientes de agua agrupándose alrededor de un torbellino: una nueva puerta a otra dimensión se abría para dar paso a uno de los seres de otro mundo. Sólo quedaba desear que no fuera hostil, o apresado como estaba, sería imposible escapar.
El remolino giró cada vez más rápido hasta que las sombras cobraron una forma definitiva: un jaguar amarillo con ojos refulgentes color esmeralda. A diferencia de los otros entes, el jaguar no le causaba temor o intranquilidad, por el contrario, su mirada lo inundó de calma. Aun así, mantuvo su distancia evaluando la situación, Lucha le advirtió en múltiples ocasiones sobre los entes de sombras y era mejor ser prudente con éste.
—No he venido para dañarte —dijo el jaguar con voz profunda y melodiosa, en respuesta a sus pensamientos—. Comprendo bien tus sospechas tus dudas. Sé de tu encuentro con el que llamas espectro y con la criatura, también sé que fuiste atacado por otro ente. Dime, ¿me asemejo en algo a ellos? ¿Causo en ti el mismo escalofrío o malestar? —José Leonardo negó en silencio—. ¿Quizá sea ése un primer indicio de que mi propósito no es fatídico sino benévolo?
—¿Qué más te da lo que piense de ti?
—La gravedad del asunto que he venido a tratar contigo demandará tu confianza absoluta en mis palabras, o de otra forma existe la posibilidad inaceptable de fracasar una vez más. Sé lo difícil que será obtenerla, en especial después de lo ocurrido con Yoltic.
—¿Sabes que no soy él?
—Sí. Tu apariencia física no me engaña como a otros. Veo tu interior, no tu exterior.
José Leonardo frunció el ceño, extrañado ante la conversación.
—Soy tu nahual —respondió el jaguar con simpleza—. Digamos que soy un ser enviado especialmente para acompañarte y protegerte, para guiarte. He estado a tu lado durante siglos. Fui yo quien acudió en tu búsqueda para traerte de vuelta en el tiempo, para traerte a concluir la misión en la que Yoltic fracasó...
—Espera, espera, el lazo al pasado, ¿es por ti?
—En lo más mínimo. No podría crearlo y, aunque así lo desearía, tampoco puedo deshacerlo. Sin embargo, sabía de la misión incompleta de Yoltic y de las graves consecuencias que acarrearía con el correr de los años. Sabía que, tarde o temprano, las secuelas te alcanzarían. Cuando los primeros destellos de oscuridad empezaron, cuando las criaturas comenzaron sus ataques, supe que el momento había llegado: necesitaba traerte al pasado para concluir, de una vez por todas, la misión incompleta.
—Tu me salvaste en casa de Citlalli, ¿verdad?
—Sí. También fui yo quien te despertó del trance y quien te arrastró al trance espontáneo de nuevo...
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El espejo de obsidiana
AventuraUna sombra acosa sus sueños, la pérdida del viejo amor, una deuda con el pasado. Después de que un espectro casi termina con su vida, José Leonardo iniciará una carrera contra el tiempo para descubrir la misteriosa razón de sus visiones y por qué se...