ONE SHOTS (camren L G!P) EN CORRECCIÓN

Cosas de la mafia P2

Camila pov'

Me desperté y abrí los ojos lentamente tratando de acostumbrar la vista a la claridad de la habitación,
el cuerpo me dolía como si hubiese corrido un maratón y traté de levantarme pero una punzada en mi centro me lo impidió,
me dolía bastante, levanté la sábana que cubría mi cuerpo y me di cuenta que estaba totalmente desnuda, volteé hacia los lados tratando de ubicarme pero la habitación era diferente a la del chalet, traté de recordar cómo había llegado aquí, me recosté en la cama y puse la almohada sobre mi cabeza y uno a uno los recuerdos fueron inundando mi mente, recordé absolutamente todo y maldita sea...no me arrepentía de nada, fue sumamente increíble, pero también rápidamente vinieron a mi mente mis hijos ¿Dónde estaban?.

Me levanté lo más rápido que pude y busqué mi ropa por toda la habitación Pero no había nada por ningún lado así que no me quedó de otra más que revisar el clóset que estaba ahí y tomar un pantalón chándal y una camisa que me quedaba algo grande, no me importaba de quién eran solamente quería encontrar a mis bebés, salí corriendo por el pasillo ignorando el dolor de mi cuerpo entero y mi coño, abrí todas las puertas que estaban a mi paso pero no había nadie hasta que llegué a la punta del pasillo que daba a la sala y escuché la voz de mis hijos con alguien más, me oculté para ver quién era y escuché atentamente.

- ¿Entonces vamos a vivir aquí?-  preguntaba mi hija Sami - ¿por siempre? - ¿A qué se refería? Y ¿por qué se oía tan alegre al decirlo?

- así es, vamos a vivir todos juntos aquí de ahora en adelante, por siempre- yo conocía esa vos, asomé un poco la cabeza para asegurarme Y si, efectivamente era la tipa con la que tuve sexo anoche, aún traía puesta esa sexy máscara, seguí escuchando más para ver qué decían.

- no creo que sea buena idea - dijo mi hijo mayor,- primero deberíamos de preguntarle a mi madre, - Se oía un poco inseguro ante lo que decían Sami y la tipa de La máscara.

- No te preocupes por eso yo me encargaré de convencer a tu madre y ya tampoco te tendrás que preocupar por tu padre, yo me encargaré de que no se les vuelva a acercar ni a hacerles daño - mi marido era un hombre bastante violento conmigo y mis hijos, bastantes veces traté de escapar junto con ellos de él y denunciarlo a la policía, pero siempre nos encontraba y sobornada a la policía para que no le hicieran nada, nunca supe con qué dinero Si él y yo somos médicos y no ganamos lo suficiente como para poder sobornar - oye, por cierto, lamento el golpe que te di en la cabeza con el arma, era la única forma de detenerte sin herirte más, mis problemas eran con su padre no con ustedes, - le dijo mientras sacaba una golosina de su chaqueta y se la daba a Sami.

- No te preocupes, ni siquiera me dolió tanto- dijo sobándose la nunca mientras ambos reían un poco. Decidí salir de mi escondite Y enfrentarme a ella. Al verme salir del pasillo y posarme frente a ella, su mirada no pudo evitar recorrer mi cuerpo lascivamente a pesar de que solamente traía un pantalón de chándal y una camisa holgada. Sami corrió a mis brazos y se abrazó a mí y no pude evitar corresponderle y atraerla hacia mi cuerpo.

- mami, Lauren nos ha salvado de nuestro papá ya no nos va a gritar nunca más, dice que lo mandó al Polo Sur, ya no va a volver a hacerte llorar más- no pude evitar abrazarla.

- señora cabello- dijo la tipa de la máscara levantándose del sillón-  me gustaría hablar con usted un momento a solas- aún traía su arma con ella y pudo notar mi nerviosismo - No se preocupe, no pasará nada malo, simplemente quiero hablar, mientras sus hijos pueden ir a la cocina y decirle a Julia que es lo que quieren para desayunar, estaremos aquí con ellos en un momento para tomar el desayuno juntos- no me quedó otra más que aceptar, mis hijos se fueron a la cocina y ella me guió hasta una puerta que daba a su despacho, en cuanto cerró la puerta me acorraló contra la pared, - sí que te ves bastante linda por las mañanas, podría acostumbrarme a esta vista- dijo restregándome su erección en el vientre, no pude evitar calentarme, para ese entonces el medicamento ya había dejado de hacer efecto pero no podía evitar sentirme así, ella era condenadamente caliente y recordar todo lo que hicimos anoche me hace desear más. - me pones a mil Camila, necesito hacerte mía nuevamente,- Yo también quería estar con ella otra vez pero primero necesitaba resolver algo;