XXI. A glimpse of you

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Se había subido al escenario después de mucho tiempo. El ruido era ensordecedor en sus oídos y su corazón empezó a palpitar con la característica opresión en su pecho. La emoción de estar de vuelta frente a miles de personas, frente a la gente que lo apoyaba y amaba su trabajo. Pero algo faltaba, sentía el vacío de algo o más bien de alguien. Un anhelo que no ha podido descifrar de dónde viene.

—Ese fue un buen espectáculo. Felicidades JK—le felicitan cada vez que pasa.

Jungkook agradece al staff y a todos los involucrados por el esfuerzo de ese día.

Seokjin se sienta a su lado cuando están dentro de la furgoneta negra manejada por alguien de la compañía, cuando el hombre le pregunta a dónde quiere ir él responde automáticamente.

—A casa—expresa simplemente. Mirando su celular a través de sus vlives viejos, deteniéndose en el más popular hasta ahorita. Uno donde cantaba en casa.

Jungkook levantó la vista de su celular solo para ver a su manager lo mira incrédulo con una ceja levantada.

—¿Qué sucede con esa cara?

—Pensé que querrías salir a festejar.

Ahora era el turno de Jungkook para mirarlo. Sabe a qué viene la pregunta, era sábado y acababa de tener una presentación exitosa, en esos términos él iría a algún club y celebraría con sus amigos disponibles o solo.

El idol se encoge de hombros.

—Estoy cansado. Solo quiero llegar a mi departamento y dormir lo que resta del día.

—Tienes dos días para descansar. Después tienes una grabación pendiente de un episodio de variedad, pasaré por ti el miércoles a las 6 am—Seokjin recitó, tocando su pantalla para proporcionar detalles adicionales.

Jungkook escuchó, frunciendo el ceño en concentración.

—Por supuesto.

Seokjin suspira aliviado de no tener que estar al filo de su cama a la espera de la llamada de un idol borracho.

Jungkook hace una mueca de arrepentimiento, ahora se daba cuenta de todo el trabajo extra que le hacía pasar a su manager y amigo.

Pero ese era el Jungkook de antes. El que no tenía sueños (o visiones) de un bonito chico con alas de ángel color rosa pálido. El mismo que solía regañarlo siempre que pensaba en hacer cosas arriesgadas. El mismo que dejó de ver. Simplemente despertó un día y en su cabeza estaba la idea de que todo había sido un sueño muy largo.

Uno que había durado casi un mes.

Jungkook todavía recuerda cuando se negó a ver a nadie en tres días, para decepción tanto de su Hobi-hyung como de su manager. Canceló todas las apariciones en programas de televisión, rodajes de películas comerciales e incluso una audición a la que se suponía que debía asistir para un comercial.

Decir que la empresa se estaba volviendo loca por todo el retraso y pérdidas de contratos era decir poco.

Pero a Jungkook podía importarle menos.

No se sentía bien mentalmente hablando y necesitaba un respiro.

Lo más inquietante es que en esos días no vio por ningún lado al ángel de alas rosadas.

Tanto fue así que por un segundo pensó que era un efecto secundario de abuso de sustancias, pero cuando buscó sus llamadas recientes notó que no había tenido contacto alguno con aquel sujeto que le proporcionaba el LSD en meses.

¿Se lo habría imaginado?

—Jin-Hyung—El idol le preguntó a su manager en el auto a lado de él. El hombre sólo le dedicó un asentimiento para que siguiera, ocupado con una pila de papeles sobre su tableta—¿Conocí a alguien?

Angel by the Wings  | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora