II. Segunda Pluma

539 70 4
                                    

En estos momentos se encontraban en el estudio de la empresa, Jungkook estaba mirando el micrófono con los labios fruncidos jugando con el piercing en su labio con los dientes con el entrecejo enfurruñado. Llevaban por lo menos 5 horas ahí metidos, el cuarto no contaba con ventanas pero sabe que el sol ya debe de estarse poniendo en el horizonte. Al parecer Jungkook no había podido hacer ningún avance con la nueva canción que sería el single para su siguiente comeback que estaba programado para agosto.

Jungkook se estaba cuestionando si incluso podría hacerlo antes de la fecha límite.

-JK si no te sientes listo podemos dejarlo como concluido por hoy y seguiremos con ello mañana- habla uno de los productores principales de Jungkook. Taehyung lo ha visto un par de veces, pero no puede recordar el nombre del hombre mayor.

Jungkook niega con la cabeza.

-Al menos tómate una pausa para almorzar-  ahora era la voz de Seokjin que se escuchaba en los parlantes. Debía de haber regresado recién de donde se encontraba relaciones públicas. Ya se estaba volviendo una costumbre el dar una visita después de un fin de semana.

-Yo me quedaré un rato más, pero ustedes vayan- dice jungkook analizando la letra en la hoja que sostenía -siento retrasarlos

-No te preocupes JK a todos nos dan bloqueos artísticos- contesta el compositor. Antes de apagar el micrófono, se escucha la puerta cerrarse. Se habían ido, Jungkook suelta un suspiro frustrado.

No se trataba de un simple bloqueo artístico.

El idol se quita los auriculares para dejarlos alrededor del cuello cuando la puerta de la cabina se abre inesperadamente. Haciendo que la luz artificial de los pasillos se filtre. Una cabeza castaña se asoma tras la puerta.

-Que te traigo de comer?- Pregunta Seokjin 

-No tengo hambre- Dice el idol. El ángel miró a la cara del manager, ambos sabían que mentía. En su tiempo ahí, Taehyung aprendió que para este tipo de vida la gente hace dietas y rutinas de ejercicios constantes, al parecer Jungkook no era la excepción y entró en una dieta estricta por su regreso muy en contra de los deseos de su manager ya que el idol era un aficionado al ejercicio por sí solo.

-Una leche de plátano y una orden de gimbap, anotado- Seokjin cierra la puerta antes de que Jungkook protestará.

Jungkook vuelve a colocarse los audífonos y trata de cantar las estrofas de nuevo. El más joven cantaba con gracia y voz melodiosa pero estaba carente de sentimiento, se sentía como si solo decía frases bonitas sin sentido.

Jungkook sabe que cualquier cosa que saque al mercado bajo su nombre se vendería a diestra y siniestra. Sus números eran altos sin importar qué tipo de música intentara.  Pero ya no siente esa emoción que hacía que sus entrañas vibraran cuando pisaba esa habitación de paredes anti sonido y micrófono alto.

Cuando era joven esta era su parte favorita. Siempre esperaba ansioso poder grabar las canciones en las cuales estaba trabajando. Cuando empezó el no escribía sus canciones, no tenía control creativo de qué iba hacer y sobre qué iba a cantar, para Jungkook eso estaba bien, él era feliz con ver las canciones que fueron seleccionadas para el cobraban vida cuando las cantaba, su voz salía de manera natural y nunca tenía algún problema con las letras. Pero ahora sentía que solo se volvía cada día más tedioso, no podía sentir el significado de lo que cantaba aún cuando él ayudaba con los versos, todo era tan falso. ¿Cómo se supone que cante sobre el amor tan fuerte que puede romper barreras si nunca lo ha experimentado?

El idol  suelta un gruñido desesperado, quitándose los auriculares en un movimiento rápido para sentarse sin gracia sobre el sofá.

-¿Qué mierda te está pasando Jeon Jungkook?- Expresó en voz alta mirando al techo.

El más joven necesitaba hablar con alguien sobre cómo se sentía urgentemente, pero Jungkook no tenía amigos de confianza más que Seokjin y Hoseok, y este último se estaba preparando para su gira en Estados Unidos.  No quería molestarlo con su crisis existencial y sabe que su manager haría que se tomará un descanso indefinido para que pudiera mantener su mierda junta y el es un adicto al trabajo como para renunciar por algo así. No tenía un tatuaje con la leyenda de "never quit" solo porque se veía cool.

Tratando de distraerse, navegó por sus redes sociales hasta llegar a sus contactos antes de darse por vencido y tirar el celular en uno de los cojines.

Taehyung mira el perfil del chico frente a él, siente su soledad y frustración. Taehyung no quería nada más que acercarse y decirle que él está ahí para escucharlo, pero obviamente sería algo estupido de su parte por lo que se abstiene en solo ser un espectador como siempre.

Jungkook mira el techo pensativamente mientras juega con su piercing del labio inferior. El idol mira hacia la puerta cerrada antes de volver a tomar el teléfono ahora con manos nerviosas, ve cómo sus dedos tiemblan cuando busca su último número de su lista de contactos.

Taehyung ya sabe quién es antes de que llame.

-No lo hagas- menciona Taehyung, rogando a los cielos para que su humano lo escuche por una vez pero sabe que es inútil cuando ve que presiona el botón de llamar y el característico tono suena por las bocinas del celular.

Pasan los segundos sin respuesta y Jungkook piensa en darse por vencido y colgar, justo en el último timbre antes de que vaya a buzón la otra línea contesta.

-¿Qué quieres? -contesta una voz femenina de manera apática.

-Hola mamá solo quería saludar.- Jungkook mira nervioso la pared, enredando sus dedos en los hilos sueltos de su pantalón roto.

-¿Ahora te interesa? -se ríe de manera sórdida- Pensé que el míster estrella mundial ya era demasiada cosa como para acordarse de donde vino.

-Mama no digas eso, yo nunca me olvido de ti, e-es solo que he estado muy ocupado ultimamente y..

-Contigo siempre son puras excusas, ¿acaso te di la vida para que me pagues de esa manera?

-Lo siento- dice en un susurro, hundiéndose más en el sofá.

-No logro escucharte Jeon jungkook -pide de manera dura.

-Lo siento mamá -vuelve a decir más alto

-Bien.- Hay una pausa y por un segundo Jungkook pensó que su madre había colgado sin despedirse, como otras veces, hasta que la mujer habló de nuevo- Entonces ¿para que me hablaste?

-Yo...Solo quería hablar contigo, yo- carraspea un poco ¿porque siente su garganta tan seca?- yo, últimamente no me siento capaz de componer música.

La mujer bufó molesta.

-Para eso me hablaste, para perder mi tiempo ¿No se supone que tienes a alguien que haga esa mierda por ti? Mejor se útil de otra forma, cuando piensas págame por toda la inversión que te ofrecí.

Su madre siempre le recordaba aquello último. Al ser madre tan joven muchas de las aspiraciones que la mujer tenía se esfumaron quedando solamente un niño que cuidar y una universidad sin terminar. Jeon Jae no perdía ninguna oportunidad de echárselo en cara. Jungkook frunció la nariz, sabía que era mala idea haberla llamado.

-Claro- respondió con lentitud tocándose la frente. Ya le empezaba a doler la cabeza. -Solo mándame un mensaje con lo que necesites y te lo transferiré a primera hora mañana.- diciendo eso su madre afirmó y colgó sin esperar una despedida de su hijo- Adiós a ti también mamá - suelta sarcásticamente tirando su celular a un lado.

Cerró los ojos y tragó saliva, sus manos empezaron a hormiguear. Necesitaba olvidar, no quería sentir aquello. Volvió a tomar su celular y marcó un número que no se encontraba registrado en sus contactos.

-Oh no- expresó el ángel que se hasta ese momento se encontraba tranquilo en todo el intercambio anterior -No de nuevo jungkook

-Hey. Necesito lo de siempre. A la misma hora, ya sabes donde mandarlo.- Sin saludos, con frases simples. Así es como funcionaba aquello..

Por todos los cielos. Apenas era miércoles.

Angel by the Wings  | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora