Las horas parecían ir lentas. Hazel intentaba entender todo lo que Bryan había dicho, pero no era fácil para su mente procesar la noticia, su corazon comenzaba a latir cada vez más rápido y a la vez un dolor se hiba clavando en su pecho lo que hacia que le fuera difícil respirar, llevo su mano derecha a su pecho intentando hacer presión para así poder respirar , intentó ponerse de pie aunque un poco temblorosa lo consiguió, se acercó lentamente al vanity qué estaba a un lado de su cama , busco entre los cajones su inhalador pero por más que removió los cajones no hayó nada, era difícil recordar en ese momento donde lo había guardado pero no había tiempo. Poco a poco comenzó a debilitarse y era más difícil para ella poder respirar. Su vista empezó a nublarse y su cabeza a dar vueltas. En un intento por sostenerse del mueble, dejó caer algunos frascos de perfume. El sonido agudo y penetrante de los vidrios rompiéndose resonó en la habitación de al lado.
El eco ensordecedor se propagó a través de las paredes, llenando el espacio con su intensidad y creando una atmósfera de caos y fragilidad. Bryan, quien se encontraba en la habitación de al lado, escuchó el ruido de los vidrios romperse y salió rápidamente hacia la habitación de su pequeña. Sin pensarlo, abrió la puerta. Al entrar, vio a su pequeña, Hazel, casi desvanecida, sosteniéndose del mueble a punto de caer sobre los vidrios rotos. Sin dudarlo, fue hacia ella y la tomó en sus brazos con fuerza, levantándola del peligro y susurrándole palabras de consuelo mientras la alejaba de los fragmentos esparcidos por el suelo.
Bryan: Tranquila, todo va a estar bien. Estoy aquí contigo - le dijo suavemente, tratando de calmar su respiración agitada y su corazón acelerado.
Bryan parecía asustado, la recostó en la cama, y fue rápidamente a su habitación por el equipo de oxígeno que tenía en el clóset. Volvió lo más rápido que pudo. Mientras colocaba la mascarilla de oxígeno sobre el rostro de Hazel, sus manos temblaban ligeramente. Observó cómo su respiración comenzaba a estabilizarse poco a poco, y un suspiro de alivio escapó de sus labios.
Bryan: Eres muy fuerte, mi pequeña. Estoy tan orgulloso de ti - dijo con una mezcla de ternura y preocupación en su voz, acariciando suavemente su cabello mientras la observaba recuperar el aliento.
Poco a poco el rostro de Hazy la hizo ver estar tranquila, aunque en la profundidad en su mente había un caos. Bryan, por su lado, seguía preocupado, inquieto. El corazón de Hazy no podía soportar tanto estrés, y Bryan lo sabía. Se sentó a su lado, sosteniendo su mano con fuerza, tratando de transmitirle toda la calma y el amor que podía.
Este momento de tensión y preocupación lo hizo recordar cuando Hazel sufrió el accidente en el cual casi muere y que la dejó cuatro años en coma. No quería perderla nuevamente, no lo soportaría. A pesar de todas las cosas que había pasado, no se daría por vencido; lucharía por ella, por su amor. Al final, Hazy ya conocía la verdad: no eran hermanos.
Bryan se quedó a su lado, su mente inundada por recuerdos dolorosos y promesas silenciosas. Sabía que su amor por Hazel era lo que le daba fuerzas para seguir adelante, y no permitiría que nada ni nadie se interpusiera en su camino.
Bryan: Tranquila, Hazy. Estoy aquí contigo y no te voy a dejar sola - murmuró, sus ojos llenos de preocupación y esperanza.
El silencio en la habitación era casi palpable, roto solo por el sonido del oxígeno fluyendo a través de la mascarilla. Bryan sabía que cada segundo contaba, y no podía permitir que el miedo lo paralizara. Debía mantenerse fuerte, por Hazy.
El silencio se rompió por el sonido del celular de la chica. Bryan tomó el móvil, lo miró, había un mensaje de Tyler.
El corazón de Bryan latía más rápido mientras leía el mensaje. No sabía qué esperar, pero cualquier noticia en este momento era crucial. Con cuidado, abrió el mensaje y leyó las palabras que Tyler había escrito.
ESTÁS LEYENDO
MI QUERIDO MILITAR
Teen FictionHazel es una chica de 17 años que vive alejada de la sociedad , por su condición mental cerro su corazón al amor pero todo cambio cuando apareció Leo Vincent , un chico militar de 30 años. La vida de Hazel dará un giro de 180 ° , se formará un cao...