Capítulo 1.

187 13 7
                                    

Blanco Enigmático.

Eran mediados de Junio y los cursos escolares de París ya estaban concluyendo.

—Espérame Chloé!

Gritó Sabrina, quien yacía caminando rápido con carteras y bolsas en las manos, detrás de la chica rubia quién iba a pasos muy por delante de ella, una joven diva, vestida con ropa de diseñador, actitud arrogante, engreída, pretenciosa y superficial. Chloé Bourgeois.

-Pues apresúrate! Que llegaré tarde para hacerme las uñas.

Las clases en el colegio Françoise-Dupont de París ya habían terminado hace unos minutos y la señorita de ojos azules ya tenía una importante cita con su manicurista.
Con la prisa que iba, Chloé ya había salido del edificio y bajó las escaleras, cuando detrás de ella se escuchó un fuerte golpe y cosas cayéndose sobre el concreto, acompañado de un "Auch" de Sabrina.

Cuando giró, vió a Sabrina tirada en el piso y con todas las cosas en desorden, también pudo visualizar a una figura femenina de espaldas, una joven que antes nunca había visto en su vida, miró con confusión y molestia porque se encontraba corto de tiempo.

Sabrina por su lado, trató de levantar las cosas lo más rápido que pudo, hasta que subió la mirada y encontró que una mano se extendía hacia ella y esta persona mirándola fíjamente, lo cuál la dejó un poco perpleja pero al final ella accedió y le dió la mano, la sujetó y se levantó.

Sabrina:—Ah, Gracias!.

-Lo siento por eso. -Mencionó la Joven con una voz baja y suave, como si solo acariciara sus oídos pero a la vez firme y distante, como si tratara de hacerla entender que ya se iba, sin más interacciones.

La situación sucedió así, Sabrina en ese apuro bajó las escaleras y no vió a esta mujer quién iba pasando en frente del edificio del colegio, por ende la chocó y su pequeño cuerpo terminó cayendo al piso con todas sus cosas y las de su amiga.

Sabrina: —Eh.. Chloé..

La mujer asintió la cabeza como forma silenciosa de decir adiós, y estaba por retirarse.

Por otro lado, Cholé, quién observó la situación, ya estaba molesta por todo esto, caminó unos pasos hacia ellas y dijo con voz altanera: —¿Disculpa? Por si no lo sabías voy unos minutos tarde por culpa de Sabrina y tú me estás atrasando más.

La mujer se detuvo y dió la vuelta hacia esa voz chillona que tenía un toque prepotente, miró con las cejas fruncidas a la rubia y ésta última que estaba a punto de quejarse horriblemente de nuevo, quedó completamente plasmada.

La Joven que se encontraba parada justo a unos pasos en frente de ella, llevaba unos pantalones de vestir blancos que resaltaban su figura, una polera de cuello alto ajustado a su cuerpo, también blanco y por encima una chaqueta de traje largo que la hacía lucir elegante, también era blanco! Claro, esta joven no tenía una apariencia barata.

Pero no terminaba ahí, el cabello de esta mujer era corto... Y era completamente blanco!.
Pero lo que más la había sorprendido fueron sus ojos, de color púrpura, opacos como si no tuvieran vida, tonos fríos que hacían su mirada también fría y penetrante, la observaba tan fijamente que Chloé solo tragó saliva y continuó.

La señorita Bourgeois se dió cuenta que la joven vestida de blanco era unos centímetros más alta que ella, cosa que no había notado porque se encontraba anteriormente a una distancia que no la hacía diferenciar bien, se acercó más hacia donde se encontraba ésta chica y Sabrina, para así poder quejarse mejor.

Pero una vez ahí, ¡La joven realmente era más alta!.

Sabrina: —Chloé...creo que se rompió tu maquillaje... —la voz temblorosa de la pelo castaño sonó suave.

Sabor a Miel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora