Sabor a Miel

Capítulo 15.

Decisión. Parte 2.

Yuna había pensado mucho  la propuesta de Yuri y regresar a Corea con ella para hacerse cargo de la empresa familiar. Sentada en la cama de su habitación de hotel, trató de tranquilizarse después de la intensa ducha emocional que había experimentado. Justo cuando empezaba a sentir algo de calma, su teléfono vibró, indicando una llamada entrante de Yuri.

—Hola, Yuna —dijo Yuri con su habitual tono seguro pero arrogante—. Sé que ya hemos hablado mucho hoy, pero me di cuenta de que hay algo importante que no te mencioné.

Yuna frunció el ceño, preguntándose qué más podría añadir Yuri a una situación ya complicada.
—¿Qué es lo que falta? —preguntó Yuna, con cautela.

Yuri tomó una pausa antes de continuar, eligiendo sus palabras con cuidado.
—Sé que tu padre no quería que te involucraras demasiado con Chloé Bourgeois —dijo Yuri lentamente—. Él sabía que el alcalde de París, en ocasiones, toma decisiones influenciado por su hija. No es algo conveniente para tu futuro.

Yuna se quedó en silencio por un momento, asimilando la revelación. Recordó las advertencias sutiles de su padre sobre mantener distancia de ciertos elementos políticos y sociales en París.
—¿Estás diciendo que Chloé podría interferir en mis planes? —preguntó Yuna, su mente rápidamente calculando las implicaciones.

Yuri suspiró del otro lado de la línea.
—Es posible. Chloé tiene una influencia considerable sobre su padre, y si ella se opone a nuestros proyectos, podríamos enfrentar obstáculos significativos en París.

Yuna apretó los puños con frustración. No necesitaba más complicaciones en su vida, y la idea de enfrentarse a la hija del alcalde en una batalla de influencias políticas no era algo que quisiera contemplar.
—Chloé no es así cómo tú piensas —respondió Yuna finalmente, su voz tensa y fría.

Yuri frunció el ceño, aunque Yuna no podía verlo a través del teléfono.
—Chloé te tiene más encantada de lo que pensé.

Yuna colgó el teléfono y se quedó mirando fijamente la pared. Sabía que enfrentarían desafíos significativos en ambos frentes, tanto en Corea como en París. Pero estaba decidida a proteger el legado de su padre pero tampoco se dejaría llevar por las palabras de aquella mujer, incluso si eso significaba navegar por aguas políticas turbulentas en la Ciudad de la Luz.

Yuna permaneció de pie junto a la ventana de su habitación de hotel, mirando la ciudad de París iluminada por la noche. La llamada con Yuri había dejado una sensación incómoda en su interior. Aunque entendía las preocupaciones de Yuri sobre Chloé Bourgeois y su influencia política, Yuna no podía evitar sentir una pizca de desacuerdo.

Chloé Bourgeois era conocida por su arrogancia y pretensión, pero Yuna había visto más allá de esa fachada superficial. Durante sus encuentros en la universidad y los eventos fuera de esta, Yuna había notado otras facetas de Chloé: su determinación, su sinceridad y su compromiso con lo que creía correcto, aunque a veces su enfoque fuera erróneo.

Mientras reflexionaba sobre todo esto, Yuna se dio cuenta de que había algo más detrás de la insistencia de Yuri en mantener a Chloé alejada. Era más que simplemente una preocupación por la influencia política. Había algo personal, algo que Yuri no quería que Yuna supiera o entendiera completamente.

Yuna sabía que, en el fondo, no quería alejar a Chloé por conveniencia o por la empresa. Quería protegerla de Yuri, de la influencia potencialmente negativa que podría tener en su vida. Chloé, con toda su excentricidad y complejidad, merecía ser protegida de personas como Yuri, que podrían manipularla o utilizarla para sus propios fines.