Capítulo 14.

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Decisión, Parte 1.

Yuna se despertó lentamente en la madrugada, sintiéndose desorientada por un momento hasta que recordó dónde estaba. Se giró con cuidado y encontró el rostro tranquilo de Chloé, dormida junto a ella en la cama. Observó cómo la suave luz de la luna iluminaba sus rasgos, y sintió una mezcla de emociones dentro de sí.

Recordó las palabras de su padre, advirtiéndole que no se involucrara con la hija del alcalde. Al principio, su interés por ella fue en parte por la curiosidad y en parte por desafiar las expectativas impuestas sobre ella. Pero ahora, en la quietud de la noche, se dio cuenta de que sus sentimientos eran más profundos que eso. La atracción que había sentido en los últimos meses no era solo por curiosidad; se había convertido en algo más.

Sin embargo, Yuna también era consciente de sus propias barreras emocionales. Era una mujer con muchas heridas y conflictos internos, llevando una carga pesada debido a la presión de su estricta madre. Comparada con Chloé, quien parecía tenerlo todo sin esfuerzo ni preocupación, Yuna se sentía indigna de su presencia. Chloé era como una princesa de cuento de hadas, mientras que Yuna luchaba con las sombras de su propio pasado.

Con cuidado, Yuna acercó una mano hacia el rostro de Chloé, sintiendo el impulso de acariciarla suavemente. Pero justo antes de hacerlo, se detuvo abruptamente. La duda y la incertidumbre la invadieron. ¿Qué estaba haciendo? ¿Realmente podía permitirse sentir algo por Chloé, o estaba destinada a estar sola por las decisiones que había tomado en su vida?.

El corazón de Yuna latía con fuerza mientras luchaba con sus pensamientos y emociones. Quería abrirse a Chloé, quería confiar en ella y permitirse ser vulnerable, pero había demasiadas barreras en su camino. El miedo al rechazo y la sensación de no ser suficiente la paralizaban.

Finalmente, Yuna retiró su mano y se recostó nuevamente, observando a Chloé dormir en silencio. Decidió que por ahora, debía mantener sus sentimientos guardados dentro de sí misma. No podía permitirse involucrarse más de lo necesario, no cuando su vida ya estaba tan llena de complicaciones.

Con un suspiro, Yuna cerró los ojos y trató de volver a dormir. Sabía que el día siguiente traería nuevas tensiones y desafíos, y necesitaba estar preparada para enfrentarlos.

La mañana llegó rápidamente y Chloé abrió los ojos lentamente, sintiéndose aún un poco adormilada. Se sentó en la cama y bostezó, estirando los brazos por encima de su cabeza. Cuando levantó la vista, vio a Yuna de pie frente al espejo, arreglándose el cabello con gestos precisos.

Chloé la observó detenidamente, dejando que sus ojos recorrieran desde los pies hasta la cabeza de Yuna. Admiró la elegancia simple de su traje blanco y la forma en que su cabello corto y blanco enmarcaba su rostro. Eran detalles simples, pero para Chloé, cada uno de ellos hacía latir su corazón a gran velocidad.

Yuna se dio la vuelta en ese momento y Chloé se sobresaltó levemente, como si hubiera sido atrapada observándola. Intentando romper el silencio, Chloé comentó con una sonrisa sarcástica: —Parece que te levantas muy temprano.

Bueno, no pude dormir mucho porque alguien ocupaba toda la cama—bromeó, haciendo referencia a cómo Chloé se había extendido durante la noche.

Chloé rió suavemente, disfrutando de la ligera complicidad entre ellas. Se levantó de la cama y se estiró. —Como sea, lo siento si ocupé demasiado espacio —dijo con sinceridad, antes de dirigirse al baño para prepararse para el día.

Mientras se lavaba la cara y se cepillaba los dientes, Chloé pensaba en las emociones encontradas que había experimentado durante la noche. Recordó la forma en que Yuna la había mirado antes de dormirse, con una mezcla de curiosidad y algo más que no pudo identificar completamente.

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