Instintos desatados.
Advertencia: +18
Chloé miraba la televisión, pero no podía evitar hacer comentarios de vez en cuando. El protagonista de la película estaba en medio de una escena dramática, suplicando perdón a la heroína de una manera tan exagerada que a Chloé le parecía ridícula.
—¡Míralo! —exclamó, medio riéndose—. Es absolutamente ridículo. ¿Quién se disculpa así? ¡Parece un cachorrito perdido!Yuna, que hasta ese momento había estado observando en silencio, dejó escapar una pequeña sonrisa. Una sonrisa que, aunque sutil, no pasó desapercibida para Chloé. La rubia se giró para mirarla, levantando una ceja en un gesto de curiosidad.
—¿De qué te ríes? —preguntó, cruzando los brazos frente a ella—. Sabes que tengo razón, ¿no? Ese tipo es un idiota.
La sonrisa de Yuna se amplió un poco, aunque sus ojos mantenían ese brillo misterioso que siempre parecía estar allí, como si escondiera algún secreto que solo ella conocía.
—No me río de él —dijo Yuna, su tono suave pero firme—. Me río de ti.Chloé se quedó un momento en silencio, sorprendida por la respuesta.
—¿De mí? ¿Por qué?.—Porque te ves muy bonita cuando te enojas por cosas pequeñas —respondió Yuna, acercándose lentamente.
La cercanía de Yuna hizo que el corazón de Chloé comenzara a latir más rápido. Podía sentir la tensión en el aire, ese tipo de tensión que hacía que su piel se estremeciera. Yuna se inclinó más cerca de ella, su mirada fija en los ojos de Chloé, y en un movimiento rápido y ágil, la presionó contra la cama, colocándose sobre ella.
Chloé se quedó sin aliento, sus mejillas enrojeciendo de inmediato. Estaba tan cerca de Yuna que podía sentir su respiración sobre su piel. Nerviosa, intentó desviar la atención hacia la pantalla.
—La película… está... —murmuró, tratando de sonar tranquila, pero su voz temblaba ligeramente.
Yuna no apartó la mirada, sus ojos oscuros centrándose en Chloé con una intensidad que casi la dejaba sin aliento.
—No vine aquí para ver películas —dijo Yuna, con una calma que contrastaba con la situación—. Dije que tenía algo pendiente contigo.De repente, todo cobró sentido para Chloé. Las palabras de Yuna esa mañana, el tono insinuante, la forma en que la había mirado antes de irse. Recordó cómo Yuna la había acomodado en la cama y susurrado en su oído, dejándola con el corazón latiendo y un millón de preguntas sin respuesta.
Chloé tragó saliva, tratando de mantener la compostura mientras miraba a Yuna a los ojos.
—Lo de esta mañana… —susurró, sus palabras apenas un murmullo.Yuna asintió lentamente, sin apartar la mirada.
—Sí, lo de esta mañana —repitió Yuna, acercándose aún más, sus labios casi rozando los de Chloé—. No me gusta dejar las cosas sin terminar.El aire entre ellas parecía cargado de electricidad, y Chloé se sentía atrapada entre el deseo de saber qué haría Yuna a continuación y el impulso de apartarse. Pero en lugar de alejarse, se encontró inclinándose ligeramente hacia adelante, sus labios casi tocando los de Yuna.
La anticipación la hacía temblar, y cuando finalmente Yuna cerró el espacio entre ellas y sus labios se encontraron en un beso lento, deliberado, Chloé sintió que el tiempo se detenía. Todo lo que existía en ese momento era la sensación de los labios de Yuna sobre los suyos, el calor de su cuerpo sobre el de ella, y la suave pero insistente presión de sus manos que mantenían a Chloé exactamente donde estaba.

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Sabor a Miel
FanfictionChloé Bourgeois había forjado una reputación de arrogancia y crueldad, siempre resguardada por la sombra de los privilegios que su apellido le otorgaba. Para muchos, era imposible imaginar un cambio en su corazón, endurecido por años de desdén y sup...