Wholesome Reincarnation

Capitulo 41: Había Una Vez Un Blaze

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A través de las ciudades del norte del Continente Central se extiende a gran velocidad el nombre de un aventurero; el inigualable, el grande, el poderoso, el apuesto, el increíble, Ludeus el Blaze. Una persona capaz de realizar cualquier cosa, magia de apoyo, magia ofensiva, magia de luz, magia sin cántico, técnicas del Cauce, del Filo, del Norte... Vamos, por decir algo incluso se le ha visto pelear con nada más que sus manos desnudas contra una manada de osos pardos.

Ahora mismo las historias que recorren las tierras norteñas retratan a Ludeus como la mera representación de un héroe, de esos que sólo existen en los cuentos de leyendas. Si tuvieras que hablar sobre la persona más cercana a convertirse en un héroe de verdad, lo primero que te imaginarías es al joven Blaze, de hecho, la razón por la que se le conoce con este nombre no es por la escuela de fuego que utiliza de forma principal, ni siquiera por el hechizo del mismo nombre que practica a diario, sino por la forma en la que parece resplandecer en todo momento, pues el porte que tiene, su forma de ser, y hasta su maestría para el combate en su conjunto, crean a una persona tan buena que no te sientes capaz de mirarlo de frente cuando lo tienes cerca, o al menos así es como lo sienten varios aventureros a su alrededor.

Por otro lado, tan rápido como el nombre de Blaze comenzó a esparcirse, rumores sobre este mismo se desperdigaron casi al unísono. Sobre la forma tan extraña en la que parece caminar tambaleándose todo el tiempo, hasta el punto de llegar a tropezar mientras camina por la ciudad. Sobre la manía que tiene de permanecer con sus gafas de sol puestas en todo momento, llegando al extremo de que nadie le ha visto nunca sin ellas. Sobre el enorme corcel negro que lleva siempre consigo. Y, por sobre todo, la sonrisa y la actitud bromista que le caracteriza como el mocoso inmaduro de 15 años que es.

"Holaaah~"

Pasando por la puerta del gremio de aventureros, el joven Blaze saluda a su público querido y conocedor mientras bosteza.

Es costumbre que la gente se detenga a mirarlo por dónde quiera que vaya, normalmente por la necesidad de comprar sus servicios, que en realidad no cuestan mucho, ya sabes, Blaze hace lo que le pides y tu dices Oh, Blaze eres genial, tras lo que comienzas a extender su nombre porque Blaze es sencillamente grandioso.

"¡Eh! ¡Blaze, ven para acá y deja de soñar despierto!"

Pero dejemos el tema por el momento, porque Soldat me está hablando y no me deja narrar en tercera persona los acontecimientos de mi vida con la tranquilidad que requiero.

"Mmmm~ ¿Qué pasa?" tambaleante me acerco al aventurero que me llama.

Soldat Heckler, hombre humano rubio, aventurero de rango S, lider del grupo Stepped Ladder, parte del clan ThunderBolt, espadachín de rango Avanzado en Filo Celestial e Intermedio en Cauce Celestial, es un aventurero famoso en estas tierras, aunque por supuesto ahora mismo mi fama parece ser mayor ya que ha estado subiendo como la espuma desde el mes pasado.

El grupo de aventureros de Soldat consta de 6 miembros, 2 espadachines, 1 guerrero, dos magos sanadores y un mago ofensivo, originalmente eran 7 pero uno de los magos ofensivos que tenían pasó a mejor vida, razón por la que siempre suelen venir a mi aún cuando les digo que prefiero trabajar sólo.

(Da igual, no es como si fuera a rechazarlos, de no ser por ellos seguiría en ese bosque haciendo...)

"Escucha Blaze, han encontrado un dragón rojo avanzando por tierra en el norte"
"¡¿Qué?!"

Finalmente salgo de mi somnolencia para abrir bien los ojos y enderezar mi alargado cuerpo, desactivando además el ojo mágico que sólo me trae mareos.

"¡¿Un dragón rojo?!" Agito los hombros de Soldat, justo como lo haría cierta niña pelirroja, que ni puta idea dónde está ahora mismo.

"Cálmate Blaze, s-suéltame un momento"
"Oh... si, perdón"
"... Te decía, ya que seguro no tienes problemas con eso, vamos a registrarnos para el encargo"
"Hm"