Capitulo 48: La Dirección de la Mirada

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1 Pov: Ludeus

Está mañana olvidé cerrar la habitación con llave cuando salí con Ruijerd, y cuando regresé me encontré a Aisha sentada sobre mi cama, decaída y abrazando una pequeña caja de madera, mi caja de madera.

“Ha” Con sólo echar un vistazo suspiré sabiendo lo que se venía, mientras que Ruijerd sin soltar palabra se dió media vuelta para regresar por dónde vino, como siempre hace en este tipo de escenarios.

(Si. Esto tengo que resolverlo yo)

Entre por la puerta, cerrándola y caminando lentamente hasta sentarme a un lado de Aisha, que aprieta el pequeño cubo de madera entre sus brazos sin dignarse a verme.

Desde el principio me temí que algo como esto pudiera pasar.

Día a día juego con Aisha paseandola sobre mis hombros.

Por la mañana espero a que salga del baño para peinarle su cabello yo mismo, poniéndole la banda que le regale y que usa como diadema.

Una vez termina mi día, sin falta, la abrazo hasta quedar dormido.

Cuando Norn se negó a desayunar en la misma mesa que yo, tuvieron una pelea y no se han vuelto a hablar la una a la otra, enemistandose mutuamente desde entonces.

Aunque no me ha acompañado en está ocasión en mi salida diaria con Ruijerd, en realidad lo que Aisha quería era limpiar mi habitación y probablemente ayudarme con la ropa sucia para dejar todo listo para mi partida, y así poder pasar el resto del día conmigo.

En este tiempo he aprendido que las cosas que hace por mí, más que trabajo de sirviente, es su forma de mostrarme respeto, y en mayor medida, afecto.

Lo que quiero decir con todo esto es que soy una persona importante para Aisha, y que ciertamente, ella me quiere.

A mi padre, por otro lado… desde la primera discusión que tuvimos se mostró mayormente indifirente a su presencia, manteniendo esta actitud hasta el día en que Norn y ella discutieron.

En ese entonces Aisha estaba sentada en la mesa diciendo que Norn era una inmadura, cuando Papá hizo su mejor esfuerzo por reprenderla de manera suave. No recuerdo muy bien lo que dijo, algo como Por favor, no hables así de tu hermana.

El resultado, claro está, es que Aisha rompió en llanto ahí mismo.

En el punto de vista de Aisha, ya es muy malo que sea yo quién se vaya a una misión larga y peligrosa en lugar de Papá, pero aún así nunca se ha quejado ni hecho el más mínimo comentario en consideración a que cambiemos de lugar, por respeto a la decisión que tomamos.

Por eso, ver a Norn haciendo una rabieta por una discusión que ya ha quedado saldada, cuando ella se aguanta todos los días las ganas de pedirme que no me vaya, y que encima la reprendida sea ella y no Norn, que salió impune de la mesa para encerrarse en su habitación… Está al mismo nivel que directamente decirle Sólo eres la hija de la sirvienta, actúa como tal.

Dicho esto, Aisha no confía en lo más mínimo en Norn, Papá, y últimamente pareciera que tampoco en Lilia. En contraparte, todo lo que Aisha hace es confiar en mí y ayudarme a que todo sea lo más fácil posible, porque confía en que volveré pronto de Begaritto y después no nos volveremos a separar... Pero entonces, mientras ella pensaba de esta manera, limpió mi habitación de pies a cabeza, encontrando esa caja entre mis pertenencias.

El lugar dónde guardé con cuidado la carta de invitación a la universidad de Ranoa.

“¿Te vas a ir?” Preguntó Aisha resignada.

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