2: Gusto en conocerte

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Capítulo 2
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Nice to meet you



La nave surcaba el mar, los pilotos tranquilos, Phil Coulson tenía unos audífonos puestos mientras que el Capitán Rogers y Margaret estaban sentados, la pequeña tenía tapones en los oídos, pues el ruido que hacía la nave era algo molesto, estaba sentada en las piernas de su padre, quien tomaba su mano reconfortando.

No quería que su hija esté ahí, que esté metida en ese enrolle, pero dejarla con una niñera por quien sabe cuánto tiempo sonaba peor, más complicado, prefería saber que ella estaría a salvo si se mantenía en SHIELD o junto a él, el agente le había contado que otros miembros de esta "iniciativa" también tenían hijos que probablemente estén el las instalaciones, así que ella podría jugar o pasar el rato, al fin y al cabo, Peggy solo socializaba con su papá.

—¿Así que este Dr. Banner trataba de recrear el suero que llevamos? —cuestionó Rogers refiriéndose a él y a su hija, que por tener su sangre había nacido con dicha sustancia—.

—Muchas personas lo intentaron. Fuiste el prime superhéroe. Banner pensó que la radiación gama era la respuesta.

—¿Funcionó?

—No tanto, pero tampoco es así el tipo es como Stephen Hawking. —Se ganó una mirada algo confundida de Steve y una comprensiva de Peggy—. Es inteligente. —Steve asintió—. Debo decir.. es un placer conocerlo finalmente, tenerte aquí para..

—Espero ser el hombre para el trabajo. —dijo Steve, apoyando su mano en una viga externa de la nave—.

—Oh, lo eres, absolutamente, aunque le hicimos algunas modificaciones al uniforme, unos.. retoques.

—¿Uniforme? —cuestionó Steve—.

—¿Cómo un traje de Power Ranger? —preguntó Peggy ladeando la cabeza, ganándose una sonrisa del agente—.

—¿Las estrellas y líneas no son algo.. anticuadas?

—Con todo lo que sucede.. las cosas que vienen a la luz. La gente necesita un poquito de anticuado.

El capitán se dirijo con su hija y la nave aterrizó finalmente, le quitó los tapones para los oídos y los dejó encima de una mesa pequeña de la nave, tomó la mano de Peggy junto con dos mochilas, caminaron fuera de la nave y se encontraron con dos mujeres pelirrojas, Natasha y Deborah Romanoff.

El corazón de Steve palpitó con fuerza, desvió la mirada al ver a la menor, que reflejaba tanto de él, tanto de su sangre. Podía ver sus ojos idénticos a los suyos y lo mataban sus pensamientos, retumbando en su interior. Su hija, la pequeña luz de sus ojos justo después de ser descongelado, la hija de la mujer que atesoraba con todo su corazón pero dejó por sus propios demonios.

Deborah lo miró, tomado de la mano de su hermanastra menor que se veía tan inocente, tan frágil, como si el rasguño de una uña la puediese destrozar, detestaba verla tan feliz, tan normal y tan puesta, quería estar en su lugar, quería ser de nuevo esa niña frágil que por lo menos era feliz porque.. aveces es mejor estar roto por fuera y feliz por dentro, no llevar una máscara que oculte todas las cicatrices enterradas dentro de uno.

Extrañaba a Steve, realmente lo hacía, sus cuentos para dormir, sus salidas por helado o como siempre le preguntaban por el en el receso de la escuela, extrañaba sentirse orgullosa de su primer apellido, de ser una Rogers. Su mamá sintió la tensión, ella también tenía recuerdos pero ya había peleado tanto con sus adentros que no lo haría más, no frente a él.

SUS HEREDEROS¹ || 𝐌𝐀𝐑𝐕𝐄𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora