SUS HEREDEROS¹ || 𝐌𝐀𝐑𝐕𝐄𝐋

3: Loki

Capítulo 3
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Loki

El sol iluminó la amplia habitación de los tres, William fue el primero en despertar, restregó sus ojos con sus manos y soltó un quejido soñoliento, la sábana bajando de su pecho desnudo al sentarse en la cama, se estiró y se puso una camiseta negra. Miro a sus costados, Debbie dormía en su cama con la cara estampada en la almohada, solo se podían ver sus cabellos rojizos, Margaret dormía con la boca abierta.

Se levantó y acomodó su cama con lentitud, escuchó como tocaron la puerta así que se acercó y la abrió. Una pelinegra con algunos rasgos asiáticos y ojos hinchados por llanto, lo miró e ignoró para pasar y dejar sus cosas en una de las camas disponibles, ahora solo quedaba una para quien sea que venga.

-¿Buenos días? -Will la miró mientras cerraba la puerta-. Soy William..

-Adela Barton. -dijo sacando una almohada redonda de su maleta y poniéndola en la cama-.

William asintió con lentitud.

-Te recomendaría tapar tus oídos. -dijo Barton y William alzó una ceja-.

AC/DC retumbó en las paredes de todo el Helicarrier. Un grito molesto y ahogado por la almohada salió de los labios de Debbie al saber de quién se trataba, Peggy seguía completamente noqueada del sueño así que ni se inmutó. William salió del cuarto y subió las escaleras. Una chica de unos catorce años entró por la puerta principal seguida de dos agentes que sostenían sus maletas.

Sus zapatos retumbaron, se aplicaba labial mientras veía su espejo de mano, sus ondas marrones cayendo por su espalda, cerró su espejo y los agentes pararon su caminar, lo metió dentro de su cartera junto con su labial y frunció un poco sus labios. Miro de reojo al agente a su izquierda.

-Llévenlo a mi habitación, por favor. -dijo y ellos se apresuraron al piso de abajo, William se acercó a ella, ganándose su atención. La chica lo miró-.

-¿Tú eres la que reservó un cuarto?

-Mi papá lo reservó. -dijo con simpleza, sus ojos marrón oscuro mirando a los de William, que eran mucho más claros-. María Elizabeth Stark, un gusto.

Extendió su mano, sus uñas pintadas de bordó. La tibia mano del mayor tomó la fría de la menor, estrechándola con suavidad. Soltaron sus manos y el asintió.

-¿Por eso la entrada épica? -bramó con un poco de burla mientras la música se apagaba-.

-Soy extravagante.

Banner asintió y volvió a mirarla, deteniéndose en sus facciones. Ella hacía lo mismo, sus ojos pasando por la vestimenta del chico, hasta llegar nuevamente a sus ojos. No era una mirada crítica ni desagradable, de hecho ninguno se pudo leer mutuamente, pese a que ambos eran geniales en ello.

Elizabeth le dió una última sonrisa antes de irse, los Ojos de William la siguieron por la entrada hasta que perdió su silueta cuando ella bajó las escaleras. Escuchó pasos a su izquierda Asi que volteó su cuerpo, pero no su cabeza.

-Oh, no. No, no y no. -finalmente volteó y vió a Deborah-. De todas las personas del universo por favor no elijas a esa arpía.

-¿Arpía? Fue bastante educada de hecho. -expresó Will confundido-.