SUS HEREDEROS¹ || 𝐌𝐀𝐑𝐕𝐄𝐋

1: Un equipo

Capítulo 1
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A team

—Mi papá.. —susurró la niña en Hindi, Bruce apuntó a unos hombres recostados tosiendo con debilidad—.

—¿Cómo ellos? —preguntó William, apuntando a los mismos hombres pero con su cabeza, la pequeña asintió—.

—Por favor.

Padre e hijo se miraron por un segundo y siguieron a la niña un par de calles, hasta que salió por la ventana. William miró nuevamente a Bruce después de resoplar, su padre ladeó su cabeza un poco. Suspiraron y William hizo el ademán de irse hasta que una voz femenina se escuchó en el lugar.

—Saben, para ser hombres que deben evitar el estrés, eligieron un pésimo lugar para esconderse. —dijo la mujer pelirroja, acompañada de una adolescente parecida a ella que iba a su lado—.

—Evitar el estrés no es lo que queremos. —dijo bruce—.

—¿Y cuál es, yoga? —preguntó la mujer—.

—Tienen cara de que hacen pilates. —agregó la menor—.

Bruce las miró a las dos, se parecían demasiado, solo que algunos rasgos y los ojos de la menor eran diferentes, azules. William también las analizaba detalladamente, sus ojos en los de la menor, quien lo miró y frunció un poco el ceño, para seguir prestándole atención a su madre que los miraba a ambos.

—Me trajeron al rincón de la ciudad. Que inteligencia.

—Asumo que estamos rodeados. —Dijo William mientras su papá miraba tras la ventana un poco, sin notar nada—.

—Solo estamos nosotros cuatro.

—¿Qué hay de ti? ¿Eres espía también, empiezas tan joven? —cuestionó Bruce mirando a la adolescente—.

—Deborah, no soy espía. —dijo con tranquilidad, William la miró y asintió un poco, llevando sus ojos a quien parecía ser madre o pariente de la chica—.

—¿Tú? —preguntó William—.

—Natasha Romanoff.

Esta vez Bruce asintió, chasqueando su lengua, le dio una mirada a su hijo y pensamientos desbordaron su mente, pero debía hacer una sola pregunta, miró a Natasha y preguntó.

—¿Está aquí para matarme, Romanoff? Porque eso no resultará para todos.

—No para nada, estamos aquí en nombre de SHIELD.

—SHIELD.. —susurraron padre e hijo al mismo tiempo—. ¿Cómo nos encontraron? —preguntó esta vez Bruce—.

—Jamás los perdimos, Doctor. —dijo Deborah—. Mantuvimos distancia. De hecho mantuvimos algunas "fiestas" fuera de su alcance.

Bruce alzó una ceja, William tenía su misma mirada confundida.

—¿Por qué?

—Nick Fury parece confiar en usted. —dijo Natasha—. Pero ahora necesitamos de ambos.

—¿Qué tal si digo que no?