SUS HEREDEROS¹ || 𝐌𝐀𝐑𝐕𝐄𝐋

10: Preparandonos para la batalla.

Capítulo diez
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Preparing for the battle

Después de una charla con los Starks, Debbie y Steve se encaminaron hacia la habitación donde contenían a Clint. Sus pasos eran veloces y decididos, se avecinaba una batalla, eso era inevitable. Las fuerzas de Loki eran descomunales, pero quizá, si trabajaban juntos y cooperaban, se complementarían.

Rogers paró su caminar para ver a la pelirroja a su lado.

—Solicita un espacio para que Margaret esté segura. —espetó el rubio—.

—¿No es ese tu trabajo? —cuestionó testaruda—.

Steve mordió el interior de su mejilla y no respondió, dándole una mirada molesta. Deborah rodó los ojos y se dirijo con Fury mientras ataba su cabello en una coleta. El mayor siguió caminando hasta llegar a donde estaba Natasha, Clint y Adela. Pero solo vio a la pelirroja, así que le dirijo la palabra a ella.

—Nos vamos. —ordenó—.

—¿A donde?

—Te explico en el camino. —respondio—. ¿Puedes volar uno de los jets?

Una puerta se abrió. Entraron tanto Adela como Clint. Steve alzó ambas cejas al ver al arquero, quien todavía no conocía con afinidad. Pudo notar las diversas facciones que se asemejaban entre padre e hija, solo que Addie poseía rasgos asiáticos que Barton no compartía. La voz del masculino lo sacó de sus pensamientos.

—Yo si.

Natasha le asintió a Steve, indicándole que Clint ya estaba en disposición a pelear.

—¿Tienes un traje?

—Si.

—Entonces póntelo.

Ambos Barton compartieron una mirada.

—Ve con Fury. —le indicó Clint a su hija, quien asintió y se dirijo con él mayor—.

Lejos del Helicarrier, solamente dos asgardianos se mantenían en silencio. Lars se había ido del lugar después de su pelea con su hermana menor, así que solo Thor y Dahlia permanecían en dicho lugar. Los ojos azules de la menor se encendieron y un azul eléctrico y voraz los invadió, en sus manos se formaron dos esferas eléctricas color azul cielo.

Una corriente eléctrica del mismo color recorrió su cuerpo, y su figura se vio envuelta en una armadura parecida a la de las Valquirias asgardianas, solo que la suya tomaba subtonos de un platinado rosa y un blanco pálido. Su cabellera rubia, antes suelta bajando en su espalda, ahora estaba recogida por mágicas y diminutas flores de bronce, que adornaban su peinado.

Thor tomó su martillo y ambos compartieron una mirada.

—¿Estás lista?

—Estamos por averiguarlo.

El mayor alzó su martillo y este desprendió una corriente de electricidad que llegó hasta el cielo. Dahlia jamás había combatido contra ninguna fuerza, solamente había practicado junto a sus abuelos y su padre. Pensar que su primera batalla sería contra un hombre que consideraba su familia era algo con lo que ni en sus más locos sueños podría percatarse, pero era la realidad.

Dentro del Helicarrier, María ajustaba la bota de su armadura, su mirada concentrada mientras trabajaba con habilidad y le daba un par de indicaciones a otros agentes para que la ayudaran con algunas piezas que no requerían la atención más refinada. Cuando terminó, soltó un cargado suspiró y desvió su mirada, tronando su cuello.