𝖮𝖼𝖾𝖺𝗇 𝖤𝗒𝖾𝗌 ━━ Leandro Paredes

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𝖣𝖤𝖫𝖥𝖨𝖭𝖠

aproveché que Lean se había ofrecido a llevarme y le pedí que me espere a que me bañe y me arregle para llevarme a lo de mi hermano. Había sido extrañamente paciente y demasiado dulce conmigo esta mañana, pero le quité total importancia al problema para concentrarme en lo que se venía

tenia miedo de la reacción de mi hermano, de lo que él pudiese decirme o de cómo diría las cosas

por eso, una vez parada frente a su puerta, sentía todo temblar y mi corazón latir con fuerza. No sé cuánto habré tardado para dar dos golpes en la madera pero lo hice, y la espera pareció eterna

finalmente apareció Oriana, quien actuaba como un ser pacífico en medio del lío. Me sonrió, como siempre hacia, y besó mi mejilla antes de dejarme pasar

me guió al living donde estaba mi hermano tirado en el sillón mirando la televisión, aunque pareciera no prestarle nada de atención

— llegó Delfi —avisó ella con su dulce voz— Me voy a terminar de cocinar los ñoquis mientras charlan tranquilos, cualquier cosa me dicen —habló antes de irse

me senté dejando un espacio entre ambos e imité su accionar de mirar la tele. Ninguno decía nada y el silencio comenzaba a ser incómodo y ponerme nerviosa

otra vez perdí la noción del tiempo en total silencio hasta que logre girarme lentamente para enfrentarlo. Él ya me estaba mirando y noté cierto dolor reflejado en sus ojos

no supe cómo actuar, nunca me miró de esa forma

— no se qué decirte —admitió— Por qué no me contaste? Por qué no hablaste conmigo Fi? —se enderezó poniéndome total atención

bajé mi mirada a mis manos

— yo... no sé. No sentí que algo así fuese importante para vos. No creí que iba a llegar a este punto tampoco —traté de sonar calmada

— me lo decís en serio o...? —dejó la frase al aire— Todo lo que te pase es importante para mi, aunque sea una boludez como enamorarte de un boludo como Paredes. Quiero que puedas confiar en mí para contarme todo, incluso el día que peleen, si es que lo hacen, puedas decirme sin miedo. No estoy acá para juzgarte

tomó mi muñeca suavemente obligándome a mirarlo. Esta vez, noté sus facciones ablandarse y sus ojos brillar

— soy tu hermano, quiero servirte de apoyo —terminó

tenia tantas ganas de llorar y que me abrace pero no sabía si iba a hacerlo. Al notar mis ojos aguados soltó una sonrisa aliviada y me acercó a su pecho para envolverme en sus brazos

— soy la peor, te debes sentir como el culo y vos me estas consolando a mi por esto —bufé entre lágrimas

— siempre voy a estar para vos, sin importar qué pase —rió con suavidad— Además, estoy bien. Tengo cosas más importantes en las que pensar

me separé repentinamente y en mi cara se mostró una perfecta expresión de asombro

claro! él no había jugado porque se estaba por casar!

— el casamiento! —solté con incredulidad— pasó demasiado rápido...

— ya se. Yo también estoy bastante ansioso, no he podido pensar en otra cosa que no sea ese día —suspiró

— imagino que te vas a portar bien el día de la despedida —hablé bajito en tono de amenaza

él me empujó dulcemente

— por quién me tomas? —dijo casi indignado— los infieles son mis amigos, no yo —reclamó

blanquee los ojos riéndome

— Delfi —llamó con su tono volviendo a ser serio— ya lo sabía

lo que me faltaba

— ah? —solté sin entender, o quizas queriendo no entender

— ya sabia que te gustaba Leandro. Sos muy obvia —admitió

— que mentiroso —acusé— te duele no haberte dado cuenta y por eso te haces el canchero —lo jodí

— no me jodas que todavía no me gusta la idea —advirtió y se pasó la mano por el rostro estresado

— ya esta la comida! espero que no se hayan matado —la voz de Ori resonó en el living

ambos nos levantamos rápido y salimos corriendo en dirección al comedor para poner la mesa y poder comer. Los menos muertos de hambre

— Ori, Paulo no me ayuda a poner la mesa! —mentí

mi hermano frunció el ceño

— ayudala a Delfi, gordo! estás grande para pelear —lo retó

me burlé de él mientras era cruelmente empujada por el ya nombrado

después de todo, estabamos bien...

tenía que contarle a Lean!

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con amor
L—