extra

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📍Roma, Italia
meses después...

cuando los brazos de Leandro me rodearon en un fuerte abrazo me giré y lo golpeé suavemente tomandolo desprevenido logrando llevarme una mala mirada de su parte

— mirá cómo estoy, me dejaste toda marcada —me quejé pegándole nuevamente

soltó una estruendosa risa y bajó sus manos a mi culo para levantarme y llevarme hacia el sillón

— ¿vos te quejas? Amor, yo tuve que jugar así. Al lado del tatuaje me dejaste un chupón —hizo montoncito una vez sentados, claramente yo encima suyo— Ya era llamativo un tatuaje nuevo, imaginate con eso

junté su nariz con la mía, quedando a centímetros de su boca

— que me importa —musité

— entonces, de qué te quejas? —se encogió de hombros— Vos querés pelearme nomás, sos re mala conmigo —tiró su cabeza hacia atrás

apreté sus mejillas y deposité un pico en sus labios. Sus manos reposaban en mis muslos, acariciando de arriba a abajo

— te extrañé mucho, por que no viniste conmigo? —habló mientras le tenía los cachetes apretados

— ya te dije. Tenía que ir con la empresa a hacer las fotos. Además te di los muy buenos días —lo solté y me dedicó una sonrisa achinando los ojos

— que rico —apretó mi pierna— Ojalá tener más 'muy buenos días' —se rió

blanquee los ojos y se acercó para dejar varios besos en mis labios robándome una sonrisa

— vas a dejar de hacerte el soltero? —formé un pequeño puchero

— el soltero, amor? por qué? —frunció el ceño sin entenderme

— te sacas la remera para hacerte el lindo. Para quién, eh? —elevé una ceja y me crucé de brazos

— repito, vos tenes ganas de pelear, no? —mordió su labio inferior tratando de no reírse— Siempre lo hice, no lo hago por hacerme el lindo. No hay nada que me guste más que estar con vos, Ojitos —acomodó mechones rebeldes de cabello detrás de mi oreja

— nada? —repetí y negó varias veces

— dale, deja de hacerte la mala. Qué queres que cenemos? —abrí la boca e instantáneamente me interrumpió— No digas capeletinis, ya comimos eso ayer

bufé y me recosté sobre su pecho, abrazándolo. Estos momentos tan lindos eran mí parte favorita del día, incluso ahora que viviamos juntos

la convivencia mejoró mucho la relación, al menos para mi. Leandro al estar centrado en los entrenamientos y que los mismos abarcaran tanto tiempo, sumándole mis horarios variados de sesiones fotográficas, se hacía muy complicado que nos veamos tan seguido como nos gustaba

allí hubieron algunas discusiones menores que nos afectaron mucho anímicamente, aunque luego las solucionaramos. Tras mucha charla, por fin llegamos a un acuerdo que esperábamos sea la solución; Vivir juntos

efectivamente los problemas terminaron, nos dividiamos las tareas y no nos molestabamos cuando no debíamos. Fue un paso importantísimo para nuestra relación

— qué pasa? —acarició mi espalda— Fue muy difícil ser linda todo el día?

aquello me hizo sonreír. Cada vez que me hablaba de cualquier cosa o me decía cosas lindas mi mente quedaba completamente en blanco y se enfocaba en nosotros

— si, no quiero trabajar más

— la nena quiere ser mantenida? —se burló— Por más que puedo y me encantaría también quiero que seas independiente. Que no dependas de mi para nada, nunca —besó mi hombro

— te amo, insoportable —me enderecé un poco

— te amo, maricona hermosa

unió nuestros labios en un dulce y tierno beso, de esos que yo tanto amaba. Solo con eso, lograba hacerme sentir amada, lograba calmarme, lograba sentirme entendida

amaba de la misma forma que yo amaba y eso me encantaba. Leandro me encantaba, me volvía loca

al separarnos plantó un suave beso sobre mi nariz

— te decidiste? —consultó

— vos querés algo específico? también debes estar muy cansado. Ser campeón del mundo y ganar con el Roma es difícil

— yo? tengo ganas de dormirme con la cara en tus tetas y nada más. —sonrió inocente— Querés pedirte una hamburguesa del Mac?

asentí, no me vendría mal un permitido. Llevaba tiempo siguiendo estrictamente la dieta que me dio mi nutricionista, un pequeño descanso no hacía mal

— comemos y después nos acostamos —acomodé su corto cabello— Te parece bien?

— bueno. A mi pedime unos nuggets con papas

asentí y me levanté dispuesta a ordenar nuestra comida

más tarde cenamos en el sillón entre risas y anécdotas sobre su partido de hoy y mi sesión. Simplemente estando juntos y relajandonos

al terminar ordenamos juntos y subimos a la habitación para acostarnos y, tal como él quería, se acomodo de una forma tal en que su cara quedo en mis pechos

al terminar ordenamos juntos y subimos a la habitación para acostarnos y, tal como él quería, se acomodo de una forma tal en que su cara quedo en mis pechos

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𝖮𝖼𝖾𝖺𝗇 𝖤𝗒𝖾𝗌 ━━ Leandro Paredes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora